María Isabel López, una líder joven con coraje e ilusión
CANDIDATA PSOE TURRE
A pesar de haberse convertido en la primera mujer al frente del Ayuntamiento de Turre sigue siendo la misma: ‘María de la papelería’
El 22 de febrero de 2017, María Isabel López Alías se convertía en la primera alcaldesa de la historia de la Villa de Turre. Al mismo tiempo, con 27 años y tres meses pasaba a ser el regidor más joven de todos los de la provincia. Una juventud que, asegura, no ha sido un hándicap a la hora de tratar con vecinos e instituciones. “Se sorprenden de que sea alcaldesa con mi edad, pero para bien. Los años no se pueden esconder, pero con seriedad y competencia, da igual la edad que tengas”, explica.
López llegó a la política con 23 años, en 2013, tras una profunda renovación de la Ejecutiva Local del PSOE en la que los jóvenes dieron un paso al frente. Antes había participado de la vida pública turrera, siendo parte de la comisión de festejos (tanto con el PSOE como con el PP) o siendo presidenta de la Hermandad de la Virgen de los Dolores.
Con 25 años, su partido decidió que fuera la candidata a la Alcaldía en las elecciones de 2015. Un reto que aceptó con valentía (no contaba con experiencia), ilusión y responsabilidad. Asumió el liderazgo del socialismo turrero rodeada de un equipo exultantemente joven que tenían como principal objetivo insuflar aire fresco a la crispada política local.
Lograron cuatro concejales (uno más que en 2011), arrebatándole la mayoría absoluta al PP de Arturo Grima y llegaron a un acuerdo con Somos Turre para gobernar y repartirse la Alcaldía: primero para Martín Morales (ST) y después ella. Así, ha estado al frente del Ayuntamiento los últimos 28 meses.
Han sido cuatro años complicados. “Ha sido un máster de la vida;una experiencia muy enriquecedora”, admite. La inestabilidad de su equipo de gobierno ha marcado la legislatura, teniendo que lidiar con una edil díscola que acabó como no adscrita al ser expulsada de Somos Turre por “su indisciplina”. Por ello, le queda la espinita de “no poder demostrar lo que de verdad somos capaces de hacer”. Y es que, “aunque no nos han dejado ser ni hacer, hemos estado al lado de los vecinos, siempre con cercanía, las puertas abiertas y con aire fresco”.
María Isabel López es una mujer con carácter aunque, de puertas para afuera, extraña vez se le ha oído alzar la voz durante su mandato. En sus declaraciones públicas, se caracteriza por mostrarse cauta. Nunca da nada por hecho hasta lograrlo. Y es que tal vez no le haya quedado otra, pues hasta su investidura estuvo llena de incertidumbre, celebrándose con voto secreto y en urna, manteniendo el suspense hasta el final.
El logro del que más orgullosa se siente en esta legislatura ha sido “acabar con un problema de la calidad del agua que venía de hace 30 años”. Así, el hecho de abrir el grifo y ver brotar un líquido marrón ya ha pasado a la historia. “Teníamos claro que era una prioridad y a los seis meses de mandato llegamos a un acuerdo con Galasa y lo solucionamos”, explica la alcaldesa.
Ahora, camino de cumplir 30 años, ha decidido volver a presentarse a las elecciones porque cree que la política es la mejor forma de conseguir mejorar la vida de los vecinos.
Turre por bandera
A pesar de ostentar la vara de mando del municipio, María Isabel López sigue siendo “María de la papelería”. Esa turrera con ascendencia en la sierra que le echaba una mano a su madre en la papelería que regentaba. Una mujer joven que disfruta pasando los ratos libres con sus amigos y con sus tres ahijados.
Precisamente en su madre tiene su mayor punto de apoyo (perdió a su padre siendo muy joven). Diplomada en Magisterio de Inglés, López presume de llevar siempre a Turre por bandera. “Cuando estuve dos años viviendo en Madrid, con 8 años, para mí era una obsesión volver cada vez que podía y estar aquí. Es donde está la gente que quiero, donde me he criado. Es donde vivo y donde soy feliz”, reconoce.
Al contrario de mucha gente, no le gusta la Navidad. “Eso es para las familias en las que no falta nadie. Nosotros somos pocos, pero muy bien avenidos”, puntualiza la alcaldesa. Sin embargo, disfruta enormemente de la Semana Santa. “Soy muy cofrade. Me encanta, desde los preparativos, cuando empiezan las novenas, hasta cada una de sus procesiones”. Pero como buena turrera, para ella el día más bonito del año es el Domingo de Resurrección. Y es que, López participa de todas las tradiciones locales: “me gusta mucho poner cintas en la feria de San Francisco. Es una tradición muy bonita que no se pierde, porque está muy arraigada en la gente”, explica.
De Turre, María Isabel López destaca la unidad que existe en la juventud, algo que “no se ve en otros pueblos”, asegura. Y es que, “aunque políticamente puede parecer que hay crispación, entre los jóvenes turreros hay una unidad grandísima, no hay grupos cerrados”. Luego, el domingo cada cual votará a quien quiera, por supuesto, y tan amigos.
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