Cepsa producirá en Andalucía casi el 20% del hidrógeno verde de España

España producirá el 20% del H2 verde de toda Europa y se sitúa entre los diez países con una producción más barata

La compañía arrancará en 2025 las obras de la primera fase del Valle Andaluz del Hidrógeno en la planta de Palos de la Frontera

Cepsa trae a Europa y Asia su producto NextLab Low Carbon, que se producirá en la planta de San Roque

Parque energético de Cepsa en San Roque, Cádiz
Parque energético de Cepsa en San Roque, Cádiz / R. E.
David Fdez. Vega

16 de octubre 2024 - 13:29

San Roque/Cepsa manifiesta su intención de posicionar a Andalucía como una región clave en el ecosistema del hidrógeno verde. La compañía tiene previsto asimilar casi el 20% de la cuota de producción española de este elemento renovable, en un país que, a su vez, producirá el 20% del H2 verde de Europa.

En su Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, Cepsa pretende producir dos gigavatios (GW) de potencia de hidrógeno verde, uno en la planta de San Roque (Cádiz) y otro en la de Palos de la Frontera (Huelva). De esta forma, del objetivo fijado por el Gobierno de España, que se ha actualizado recientemente a 12 GW sumando la producción de todos los proyectos que se construirán en el país hasta 2030, dos de ellos los asumirán las plantas en Andalucía de Cepsa. Aun así, desde la compañía avisan de que esta iniciativa en la región es "la primera piedra" de su apuesta por el H2 verde.

Una apuesta que empezará a cimentarse en el parque energético de Palos, cuyas obras de la primera fase arrancarán a principios de 2025, según ha confirmado la empresa. Las estimaciones iniciales de Cepsa son, como anunciaron en su momento, tenerla operativa en 2026, con el objetivo de que alcance el máximo de su capacidad en 2028. Por su parte, la de San Roque debe comenzar a trabajar en 2027.

En ambos centros contarán con una planta de electrólisis, para extraer las moléculas de hidrógeno del agua y una SMR (reformadora de humo de metano, por sus siglas en inglés) que se adaptará para extraer el H2 de biogás. Además, en la planta onubense producirán metanol verde y en la campogibraltareña harán lo propio con el amoníaco, dos derivados con gran cantidad de potenciales usos como combustible o en industria.

Más allá de la mera producción, Cepsa se ubica como uno de los principales consumidores de hidrógeno en España, ya que este elemento es usado en varios de los procesos de sus parques energéticos, lo que implica que hay una labor de autoabastecimiento importante. En este aspecto, según destacan, solo en el entorno de su Valle Andaluz se aprovechará el 40% del hidrógeno producido en la comunidad.

En un plano más amplio, la aportación del hidrógeno de Cepsa al total español también es representativo a escala europea. La producción continental de H2 verde, a la que España aporta el 20%, supone la mitad de que la que se consumirá, siendo el resto importado. Esto quiere decir que nuestro país producirá el 10% del hidrógeno renovable que consumirá Europa, aproximadamente.

Claves para el H2 verde

Para que un proyecto de hidrógeno verde pueda triunfar, desde Cepsa consideran una lista de puntos que debe cumplir, entre las que se encuentran la disponibilidad de suelo industrial, proximidad a puertos de gran calado o acceso a abastecimiento de aguas. Sobre este punto han insistido desde la compañía en que, en el caso del parque de San Roque y para evitar tomar agua de los embalses en tiempos de sequía, su intención es usar para la producción del H2 renovable agua regenerada tanto de su propio polo industrial como procedente de depuradoras.

Otro aspecto relevante es la presencia de otras industrias cerca que puedan hacer uso del propio hidrógeno. En Huelva han ejemplificado los casos de Fertiberia o Atlantic Copper, así como Acerinox o EDP en el Campo de Gibraltar.

Desde Cepsa también se muestran abiertos a la comercialización del oxígeno restante del proceso de electrólisis una vez separadas las moléculas de hidrógeno del agua. Aunque es una estrategia de mercado que aún no está definida, pretenden estudiar qué uso podría ser más rentable para la empresa, bien sea su producción para uso médico o para las industrias.

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