Regreso al futuro

Regreso al futuro
Regreso al futuro

15 de junio 2024 - 06:00

Jaime García, Responsable de Banco Mediolanum en Zona Sur.
Jaime García, Responsable de Banco Mediolanum en Zona Sur.

Creemos que nuestras decisiones económicas son racionales, un error demostrado por numerosos investigadores -incluyendo premios Nobel- que han concluido que son intuitivas, más que reflexivas. Y un paso más para entender la economía conductual tiene que ver con la percepción que tenemos de nuestro “yo futuro”. Todos sabemos que el tiempo pasa y, si todo va bien, transitaremos por todas las etapas de la vida hasta hacernos viejos. No obstante, neurológicamente, muchas personas son incapaces de imaginarse a sí mismas dentro de 40 o 50 años, y es que tendemos a disociarnos de nuestro “yo futuro” hasta sentirlo como una persona ajena a nosotros.

No se trata de un comportamiento nuevo. El filósofo Joseph Butler planteó ya en 1736: “Si el yo o la persona de hoy y el de mañana no son lo mismo, sino solo personas, la persona de hoy realmente no está más interesada en lo que le sucederá a la persona de mañana que en lo que le sucederá a cualquier otra persona”.

El psicólogo de UCLA Hal Hershfield enfrentó en 2009 a varios voluntarios con su yo futuro mediante un avatar virtual y comprobó que unos tenían continuidad con él, pero otros no. Y ambos mostraban conductas completamente diferentes. Así, los que eran capaces de verse en un futuro habían ahorrado dinero pensando en su jubilación y llevaban una vida más sana para envejecer en mejores condiciones físicas.

Esta disociación no nos perjudica solo para decisiones a muy largo plazo, sino que con 18 años también nos cuesta imaginarnos las necesidades que podremos tener cuando queramos ser padres, o con 30 años pensar en cuando nuestros hijos vayan a la universidad. Hershfield considera que la mejor manera de superar esa dificultad para tomar decisiones a largo plazo es visualizar nuestro “yo futuro”. Aunque, paradójicamente, pese a los crecientes movimientos que llaman a “vivir el hoy, sin pensar en lo que vendrá después”, los jóvenes de hoy son cada vez más conscientes de que van a querer mantener su estilo de vida a pesar de las circunstancias el día de mañana, lo que facilita la asociación entre sus diferentes yoes.

Y precisamente ante esta realidad es donde cobra importancia el asesor financiero, una persona externa y con conocimiento sobre el sector. Tenemos la responsabilidad de hacerle ver a cada persona las similitudes entre su “yo actual” y su “yo futuro”, que son muchas más de las que a priori podamos pensar. Esa pedagogía, insistencia y constancia son las que ayudan a reducir esa disociación y permiten tomar decisiones que beneficiarán los objetivos a medio y largo plazo. ¿Estás listo para tu regreso al futuro?

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