A Vuelapluma
Ignacio Flores
¿me meteré en un jaleo por la Navidad?
Economía Proyectos de expansión comercial en la provincia
Que Ikea quiere abrir una de sus tiendas en Granada es un hecho cierto, pero que la multinacional sueca no está dispuesta a esperar una eternidad para instalarse en la provincia, también lo es. Han pasado más de tres años desde que la firma comenzara a negociar su desembarco en Granada, concretamente, en la localidad de Pulianas y, hoy por hoy, el proyecto sigue en stand-by pendiente de los problemas surgidos entre la promotora y parte de los propietarios de los terrenos. La advertencia que Ikea hizo en marzo de plantearse un posible traslado no fue un brindis al sol y la empresa, entre otros puntos, llamó a puertas jienenses.
Fuentes municipales del Consistorio confirmaron a este periódico que, efectivamente, los contactos entre el Ayuntamiento y la empresa han existido. Fue el pasado mes de abril cuando representantes de la multinacional tantearon la posibilidad de instalarse en la capital vecina. El interés de la empresa en la capital vecina salió publicado en algunos medios de comunicación de Jaén en los que trascendió la petición de Ikea de encontrar una parcela "con buena visibilidad y buenas comunicaciones". Si bien siempre mantuvo que su intención original era la de instalarse en Granada y que el resto de movimientos quedaban supeditados a este.
A pesar de las confirmaciones por parte del Ayuntamiento, desde Ikea, su responsable de comunicación, Rodrigo Sánchez, aseguró ayer a Granada Hoy que el grupo no ha hablado "en ningún momento" con particulares o instituciones radicadas en la provincia de Jaén y potencialmente interesadas en ubicar en sus ciudades un centro comercial de su cadena. "El proyecto en el que tenemos las miras puestas es Granada", enfatizó Sánchez, quien explicó que el motivo principal es que "su radio de acción abarcaría mucho más allá de la provincia y llegaría hasta Jaén".
El directivo de Ikea entiende que en esta paralización del proyecto, Ikea es "una damnificada más" porque todavía no cuenta con la parcela en la que pensaba edificar, aún así, mostró su confianza en que el conflicto urbanístico y legal se solucione "porque queremos estar en Granada. Eso sí, no vamos a poder esperar de forma indefinida, no podemos mantener una inversión como ésta paralizada durante mucho tiempo". La cuestión es que, aunque la empresa del mueble sueca siga queriendo llegar a Granada, su desazón ya se vio reflejada hace unos meses cuando presentó sus planes de expansión hasta 2015. En este documento tenía previsto invertir 2.000 millones de euros y crear 20.000 puestos de trabajo, ninguno de ellos en la tienda granadina, que no estaba incluida.
En cualquier caso, todas las partes siguen negociando y, si hay alguien que no pierde la "esperanza" de que se materialice el proyecto, ése es el Ayuntamiento de Pulianas. Su alcalde, Rafael Gil Bracero, ha manifestado en numerosas ocasiones que la construcción del centro vendría acompañada de la instalación de otras importantes firmas que podrían generar un total de 4.000 empleos, la mitad de ellos en la fase de edificación y la otra mitad estables, para el funcionamiento de los establecimientos. Por lo que el beneficio no sólo sería comercial sino social, en una época en la que la necesidad de rebajar la tasa de parados es una prioridad.
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