‘Todo al viernes’ es la apuesta de Unicaja Costa de Almería

VOLEIBOL | Superliga

La serie de cuartos de final de la Superliga ante UPV Léleman Conqueridor llega al Moisés Ruiz este viernes (20:00) teniendo a los ahorradores en ventaja tras su victoria en Valencia en el primer partido, a solo un triunfo de acceder a semifinales

Unicaja espera sacar billete a semifinales este viernes (20:00) en el Moisés Ruiz / Francis Cazorla
Redacción

04 de abril 2024 - 16:45

Almería/Parece que ha pasado mucho más tiempo, pero solo han sido dos semanas entre aquel sábado 23 de marzo y este viernes 5 de abril. Esa sensación se tiene porque hay ganas de voleibol en el Moisés Ruiz, aunque ‘en su justa medida’. La explicación a esto último: mejor que haya solo un partido y no dos. Todo Unicaja Costa de Almería, equipo y afición, quieren cerrar por ‘la vía rápida’ el pase a semifinales frente a UPV Léleman Conqueridor, haciendo valer el triunfo en Valencia y sin necesidad de echar mano del factor cancha a favor. ‘Todo al viernes’, esa es la apuesta, sabiendo que está permitido un tropiezo y que ‘existe’ el sábado como segunda oportunidad, pero… mucho mejor ‘todo al viernes’.

Varios son los motivos, todos muy obvios, de ese pensamiento, y no solo el simple hecho de la clasificación a la siguiente de ronda. Uno de ellos es no dar ni la más mínima opción de resurgimiento a un adversario que sigue siendo tan peligroso como hace dos semanas y que viaja con el ‘todo o nada’ hasta el feudo ahorrador. Los de Marcos Dreyer, de hecho, pueden incluso ser más peligrosos este fin de semana, ya que no les sirven las ‘medias tintas’, sino venir a ganar, y hacerlo dos veces seguidas. En esto se ve reflejado el enorme paso dado por Unicaja Costa de Almería en el pabellón de la UPV, porque es muy difícil que alguien asalte el Moisés Ruiz, y menos por partida doble y de modo consecutivo.

De cara para los verdes están también sus ‘estados’ mental, físico y técnico, los mejores desde el inicio de una temporada que, no obstante, ha sido excelente en todo momento. Pero, hablando de momentos, este parece ser el del conjunto ahorrador, muy firme en su objetivo de regresar a ‘su’ final de la Superliga. Se permite ese posesivo porque ha jugado 24 de 33 ediciones disputadas desde la temporada del ascenso, un dato abrumador que lo es más si se habla en clave de semifinales: cuatro veces ha sido tercero y dos veces ha sido cuarto, yéndose a 30 de 33 años en las posiciones más altas, con las excepciones de sus dos primeras campañas en la máxima categoría y el extraño curso pasado, sexto.

Y no es que Unicaja Costa de Almería ‘se salte’ la siguiente ronda, sino volver a recordar que se juega para llegar a lo más alto, a la disputa del título, se consiga o no la décimo tercera liga. Ni se salta tampoco que no hay nada hecho definitivamente en estos cuartos. Es cuestión de mentalmente fijarse el objetivo ‘global’ de llegar a la final, lo que traduce en un triunfo más frente a UPV Léleman Conqueridor y en dos ante Grupo Herce Soria o Cisneros Alter, protagonistas del otro cuarto de final de este lado del cuadro. Esa historia y esa misión desde la grada se interpretan diciendo que la afición ahorradora es una de las más entendidas y respetuosas de España, y que sabe valorar los grandes momentos.

El de este viernes (20.00 horas) es uno de ellos y por ello se espera ambiente de gala en el Moisés Ruiz. Día laborable, se lleva el partido al tramo final del horario comercial para facilitar la asistencia. Lo dirigirán el madrileño Francisco Sabroso y el grancanario Aday Francisco González, los mismos protagonistas en distinto orden en el caso de que haya que jugar el sábado (18.30 horas). Si Unicaja Costa de Almería vence no hará falta poner sobre la mesa el factor cancha a favor, y si cae derrotado sí tendrá la ‘ventaja’ de disputar el que sería encuentro definitivo en su propia casa. Parece muy importante comenzar con alto ritmo de juego, presión desde el ‘punto uno’, recuperando rápido las sensaciones.

Y es que, como única posible duda, está que paró la Superliga durante el segundo fin de semana de la Semana Santa, dejando en el aire la resolución de la eliminatoria y, sobre todo, cortando precisamente el ritmo competitivo, algo que a priori debe ‘beneficiar’ más al que viene por detrás. Cierto es que la planificación de estas dos semanas se ha medido escrupulosamente por parte del cuerpo técnico almeriense, y que ha habido más margen para la ‘vuelta definitiva’ de Neaves a su nivel antes de verse apartado por unas dolencias estomacales desde la Copa del Rey. El canadiense es letal, ya lo demostró en Valencia sin estar al 100%, y está muy bien rodeado por el juego coral de la batuta de Bertassoni.

Eso sí, ya se dijo en la previa del primer partido: “Pase lo que pase en Benicalap Sur, la eliminatoria quedará abierta”. Así se repite cada día en el entrenamiento, sabiéndose ‘de memoria’ a UPV Léleman Conqueridor y sus muchas virtudes. Vicente Monfort dirige, su hermano Javier Monfort ejecuta, y más conociendo el Moisés Ruiz tan bien como es su caso, y Danger es un artillero mayúsculo al que mantener ‘controlado’ en la medida de lo posible. Funes como receptor y Mengod como líbero se fajarán frente al saque ahorrador, una de las claves que facilitan el bloqueo almeriense, superior en Valencia. Por el centro, Luis Vidal seguro, potente y rápido, con el brasileño Grossi o el argentino Postemsky.

Según ‘mande’ el partido, Dreyer dispone de recursos suficientes fuera, sobre todo Carlos Nieves, que ya cuajó una gran actuación en el Moisés Ruiz en el partido que arrancó esta temporada, octubre de 2023, un 3-1 muy igualado que cayó del lado almeriense. No hay que dejar en el olvidado, y no se cae en ese error, que a Valencia se le ha dado bastante bien la pista ahorradora desde que llegó a la Superliga. La concentración es la premisa

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