Unicaja Almería busca la victoria frente a un Palma en apuros
VOLEIBOL | SUPERLIGA
Tras superar una plaga febril, el equipo almeriense se enfrenta al colista con la máxima cautela
Unicaja Almería no se fía del colista en su regreso al Moisés Ruiz: "Es un partido clave"
En el deporte se admite el ‘a priori’ en ciertos ámbitos, pero es evidente que no existe en el competitivo. La hora de la verdad es el partido, y una vez que se alza el balón da igual el puesto en la clasificación y todo lo hecho hasta el momento. Es cierto que analizar una trayectoria puede dar pie a las ‘sorpresas’ posteriores, frente a las que Unicaja Costa de Almería ha preferido situar un escudo en la semana en la que recibe a Club Vóley Palma como primer equipo visitante del Moisés Ruiz en el año 2025. Cero puntos y cinco sets a favor es muy pobre bagaje para 13 partidos, pero, ojo, las rachas están para romperlas.
Los ahorradores procurarán por todos los medios que la de los palmesanos continúe una semana más, asumiendo el riesgo que siempre supone situarse frente a una fiera herida y arrinconada. A doce puntos de la permanencia con 29 por jugarse, los de Genaro López lo tienen muy complicado, pero si quieren aferrarse mínimamente a la esperanza de una remontada épica, la tienen que iniciar, sí o sí, en el templo blanquiverde. Vendrá con todo el cuadro balear, cargado de la motivación extra que solo su situación extrema es capaz de insuflar en un buen equipo. Porque lo es. Es mucho mejor de lo que parece, de hecho.
A Pablo Ruiz no se le escapa la línea clara ascendente que su adversario ha llevado en la temporada, teniendo en cuenta los condicionantes que le han ido afectando con el paso de los meses. Ya completo, Club Vóley Palma ha dado con su equipo de gala y, a pesar de llegar de una derrota más, 0-3 ante Guaguas, es más que probable que sus cuentas mentales las hiciera a partir de visitar Almería. Ante el gigante amarillo jugó de colocador el joven Luis Cota, de 18 años, en detrimento del polaco Maciej Madej, el habitual en ese reparto de juego, que se presume titular en el Moisés Ruiz si está bien físicamente.
Como referente en el ataque tiene a Toni de la Rosa, un chico de solo 22 años, pero con hechuras de veterano por los años que ya lleva en el primer equipo del club, quizá el más claro ejemplo de producto propio. Este opuesto ha sido un fijo jornada tras jornada menos en la visita de Palma a Lugo, en la que dejó su sitio al central Joaquín Monteagudo. En ese puesto precisamente es donde mayores garantías tiene el técnico López, puesto que además del albaceteño, con una importante trayectoria en la Superliga, cuenta con un ex de Unicaja, Fernando Fernández, y con la más reciente incorporación, David Seybering.
El alemán ha sido el último en llegar, regresando a la casa palmesana tras militar también el pasado curso, como un refuerzo importante para las aspiraciones de permanencia, al igual que con esa intención se fichó a uno de los pocos veteranos del plantel, un Héctor Salerno con 33 años y que antes militó en Cajasol, Unicaja, Ibiza y Manacor. El receptor no ha conseguido un puesto fijo en la titularidad, en el que parece que se mantiene otra perla de enorme calidad, Luke Belda, procedente de Soria para ganar minutos de juego, y desde la que el brasileño Lucas Lázaro está sumando muchos puntos cada jornada.
Así, pudiendo ‘bailar’ un central y un receptor en la formación tipo de Genaro López, quien se estrena esta temporada como primer entrenador en la Superliga, el siete se cierra con la aportación del líbero Pablo Nieto, cuya trayectoria íntegra se ha desarrollado en Boiro. En cuanto al resto de la plantilla, hasta un total de 16 efectivos, pocos minutos para Sergio Amador y Lluc González, receptores de 20 y 18 años, Milos Mitoulis, opuesto de 18, Joan Miquel Garcías, líbero de 22, Nicolás Moragues, opuesto de 20, y hasta para Marc Tudurí, joven promesa menorquina que jugó de titular en la primera jornada y que ‘desapareció’.
La fortaleza mental jugará un papel clave
En el partido de la primera vuelta Unicaja Costa de Almería venció en Son Moix por 0-3 con parciales de 21-25, 21-25 y 23-25 frente a un Club Vóley Palma sin Seybering en el que brilló Lázaro, con 19 puntos. En el resto de los encuentros, los palmesanos solo le han hecho un set a Manacor y San Roque en casa y a Lugo, Soria y Tarragona a domicilio, y si bien han estado cerca de mucho más, faltándoles ese pequeño paso al frente, también es verdad que se han desconectado no en pocas mangas, incluso quedándose en alguna ocasión sin llegar a los diez puntos. La fortaleza mental jugará en el Moisés Ruiz.
No hay que dejar de matizar que han conseguido poner en apuros a los mejor clasificados más allá de Manacor, con el set logrado en su derbi isleño, o el sumado en Soria. Ha sido el caso también con Valencia, en Son Moix, o con Melilla, en el Javier Imbroda, un matiz que cambia la percepción que los números más generales puedan dejar. Los pequeños detalles pueden marcar un partido, eso es de sobra conocido, así que resulta obligado el control de la situación en todo momento. La llamada a la concentración de los jugadores ahorradores se ha puesto de manifiesto durante toda la semana de entrenamientos.
Poco a poco los hombres de Pablo Ruiz han ido recuperando la salud y trabajando de un modo progresivo para volver al buen tono físico que le faltó los días anteriores al partido en Melilla. Frente a la afición restan cinco partidos hasta el final de la fase regular que se ponen como pilar fundamental para la consecución de plaza para los playoffs y para escalar puestos en la tabla. A Palma seguirán Tarragona, Soria, Cisneros y Guaguas, con victoria ya apuntada sobre Teruel en el primero como local de la segunda vuelta. En esta ocasión dirigirán el encuentro Carlos Portugal, de Madrid, y José Manuel Cherino, de Málaga, con comienzo a las 17.30 horas, en una jornada de ‘todo duelos directos’ muy interesante.
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