Los tótems de los 13 Runners Pies Negros
Polideportivo
Punta Entinas y la sierra de Enix sirven de morada para estos dos símbolos indios, que se han convertido en referencia para corredores y senderistas
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Escondido entre maleza, aprovechando un claro entre la hojarasca, pavoroso de que los graciosos que disfrutan rompiendo las cosas ajenas pudieran causarle algún daño. Ahí se encuentra el tótem de Puntas Entinas, en el kilómetro x de la ruta de muchos runners almerienses.
Orgulloso. Robusto. Con la penetrante mirada de un búho, que sirve para vigilar toda la sierra de Enix y la bahía de Aguadulce. Cuestas duras y escarpadas para visitarlo, amén de una pequeña pasarela de tierra natural no apta para gente con vértigo. Hay que tener un cuádriceps potente y unos isquios ágiles para entrar en la morada del segundo de los tótem de los 13 Runners PiesNegros.
Dos símbolos indios, más propios del Mini Hollywood que de terrenos deportivas, que este club almeriense tan especial han convertido en referencia de sus entrenamientos y que gracias al boca a boca se está convirtiendo en una pequeña romería de atletas y senderistas de muchas zonas de España.
Ellos, los 13 Runners Pies Negros, disfrutan con esa unión del ser humano y la naturaleza y quieren hacer partícipes de su gozo deportivo a todo aquel que trote unos kilómetros y respete sus tótems. No piden devoción, no es un acto de fe, sino sencillamente el gozo de hacer algo tan sano como el deporte por rincones tan especiales de la provincia de Almería y como las vieiras y las flechas del Camino de Santiago, sentir y vivir esa magia que destila la aventura.
Juan de Dios Contreras, vicepresidente del club y autor de las obras gracias a sus dotes como pintor [su profesión], explica el por qué de su instalación. “Nosotros corríamos mucho por Punta Entinas y para tener un punto de referencia, pusimos el primero. Es más humilde y está escondido porque nos daba miedo que nos lo rompieran”. Poca gente sabe de su existencia, no hay pistas que desvelen su morada. En las fotos, de hecho, se ve a él solo, seis años ya como guardián celoso de una zona natural tan importante como es este humedal, en su parte ejidense.
El primer tótem ya estaba plantado, esa unión mística con la naturaleza era el momento de llevarla a otro de sus itinerarios deportivos: la montaña. “Mi compañero Antonio me comentó la posibilidad de hacer otro y ponerlo cerca de las antenas de Aguadulce. Me puse manos a la obra durante el confinamiento, creo que me salió mejor que el primero”, apunta Juande. Este intrépido y deportivo periodista se toma la licencia de decir que quedó espectacular, merece la pena madrugar un día y si no son corredores, hacer una pequeña ruta senderista de 7 kilómetros para visitarlo y disfrutar del entorno.
Juan de Dios Contreras (vicepresidente)
"Es un símbolo del club, pero me encanta que de toda España vengan a echarse fotos”
La obra de arte, situada en un privilegiado balcón de Enix y tallada en madera y con pintadas y motivos indios, se ha convertido desde el desconfinamiento a esta parte en una meta para muchos curiosos. “Como el otro, tenía miedo de que lo rompiera. Sin embargo, cuál fue mi sorpresa que la gente empezó a verlo y a echarse fotos para enviarnos”, lo que ha convertido al tótem en un atractivo incluso turístico.
“Es un símbolo de nuestro club, pero me encanta que la gente venga incluso de distintas partes de España para conocerlo y echarse fotos”. Al final, el tótem no deja de ser un objeto más de la naturaleza y ellos abogan pon amar, cuidar y respetar la tierra que todo les da. “Tenemos que tener mucho más cuidado con nuestro entorno. Esta ruta de las antenas de Aguadulce la hago casi todos los días y a veces me bajo con dos o tres bolsas llenas de basura. Es una zona preciosa, como muchas de Almería, que tenemos que respetar y cuidar más de lo que lo hacemos”, dice sabiamente Juande mientras el búho de su tótem mantiene ese rictus tan serio que parece otorgar con su mirada.
No se trata de llenar toda la provincia de tótem, pero los Pies Negros sí que desean que como roqueteros que son, allí haya un tercero. Juande ya tiene un buen madero, fuerte como el poste de los cables de la luz. Tiene el diseño en la cabeza y sólo le falta el pistoletazo de salida para empezar a tachar y coger brocha y pincel. Para diciembre, cuando más o menos la vacuna del coronavirus sea una realidad y el hombre pueda volver a creerse que es capaz de hacer sumisa a la naturaleza, el tercer tótem de los 13 Runners Pies Negros tomará posesión de Roquetas de Mar.
La odisea de subirlo montaña arriba a pulso entre 17 personas
El tótem de Punta Entinas fue relativamente fácil de instalar. Su hermano mayor costó Dios y ayuda subirlo a su privilegiado lugar, en uno de los balcones de Enix, que divisan todo el poniente almeriense. Los 300 kilos de peso se unieron a las pendientes tan empinadas, con mucha piedra suelta y arenilla que resbala. Así, una furgoneta se lo transportó hasta el túnel por el que se atraviesa desde la parte norte de Aguadulce hasta el acceso a las antenas de dicha localidad. Desde ahí para arriba, tres kilómetros y medio en carretilla, tirando de cuerdas por delante y empujando desde atrás. Tan cansados o más que en un ultra trail por montaña, los Pies Negros afrontaron el sprint final en grupos de seis dándose relevos, para pasarlo por un estrecho cortado, que conducía a su privilegiado asentamiento. Hace unos días apareció uno de sus brazos rotos, unos creen que porque alguien se subió para hacerse una foto, pero Juande prefiere pensar que fue culpa de las fuertes rachas de viento que allí soplan, lo que les obligó a hacerle una pequeña reparación, que bien merece este mensaje del atleta roquetero: “Por favor, cuidadlo”. Es de los Pies Negros, es de la naturaleza, es de todos.
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