Más 'tiqui' que 'taca' sin un ariete

Al dominio español en posesión y llegadas al área le faltó un rematador ante una Italia bien plantada y encomendada a Pirlo

Iniesta pugna con Maggio por un balón.
Iniesta pugna con Maggio por un balón.
Pablo Salvago

11 de junio 2012 - 05:02

España lleva 92 años sin ganar a Italia en un partido oficial y habrá que seguir esperando. Fue el 3 de septiembre de 1920 cuando dos tantos (2-0) de Félix Sesúmaga sirvieron para derrotar al conjunto transalpino y poder luchar por la medalla en los Juegos Olímpicos de Amberes. Los hispanos se llevaron al final la plata, pero los italianos una racha interminable sin perder que sigue viva.

Y es que la UEFA no contabiliza como victoria la eliminación azzuri en la Eurocopa de 2008. Cuenta como empate, aunque en el fondo fuese una gran y decisiva victoria del fútbol español. En tablas también acabó el duelo de 2012, las primeras que contabiliza Vicente del Bosque como seleccionador en sus 31 partidos (28 victorias y dos derrotas) gracias a un tanto de Cesc (su noveno como internacional). El medio del Barça fue el elegido frente al debate del 9. Ni Negredo, ni Torres ni Llorente. España jugó sin un referente claro arriba y, quizá, fruto de ello de sus 27 llegadas al área rival remató nueve veces entre los tres palos. Tres menos que su rival, mucho más eficaz: España realizó 18 disparos e Italia, 10.

El conjunto de Del Bosque no perdió su sello. Mucho toque en el centro del campo para que los pequeños se asociasen, a lo que la formación de Cesare Prandelli, que había estudiado bien a la campeona del mundo, contestó con una férrea línea de tres centrales (Chiellini y De Rossi fueron los máximos recuperadores del choque con 14 y 10 balones, respectivamente) y dos carrileros que hicieron mucho daño a Jordi Alba y Arbeloa en la primera mitad. Giaccherini fue el jugador del partido que más metros recorrió en el campo (12.643) y propició que el futbolista del Madrid no subiese la banda casi nunca. Bastante tenía con no perder el balón y tapar a su par. Maggio, el que más faltas recibió: 4.

Más que el lateral se movió Xavi (11.662 metros). El cerebro del combinado nacional fue haciéndose, poco a poco, con el balón y la selección fue imponiendo su dominio hasta acabar el encuentro con el 60 por ciento de la posesión (57% al descanso). Pero si Xavi mandó en España Pirlo lo hizo con Italia. Dejó para el recuerdo varios pases marca de la casa y en uno de ellos, dejó a Di Natale en bandeja el tanto de su equipo.

España dominaba, pero le faltaba ese último pase que pusiera de gol a alguno de sus atacantes. En la segunda mitad lo intentó más con los disparos lejanos (tres en los primeros cinco minutos) y por primera vez, en el quinto, sacó un córner en corto. Los otros seis fueran al corazón del área, aunque con poco peligro, como los dos que botaron los transalpinos.

Italia, que en el cómputo global corrió más que el actual campeón, fue bajando físicamente y España creciendo. Así, si en el primer tiempo Casillas había sido más protagonista, Buffon lo fue en el segundo, si bien sólo tuvo que intervenir en este periodo en dos ocasiones, ambas respondiendo a los disparos de Iniesta, el futbolista que más lo intentó (tres remates a puerta y dos fuera). Más efectivo fue Di Natale: en su primer remate, gol. También fue el del Barcelona el que más faltas recibió (cuatro), algunas muy duras y merecedoras de amonestaciones como la de Bonucci. En total, cuatro tarjetas amarillas a tres para Italia, aunque los de Prandelli cometieron 19 faltas y los de Del Bosque, 12.

Tras 92 años, España dejó escapar otra ocasión para ganar a Italia y debutó sin victoria, después de que en la Eurocopa de 2008 lo hiciese por fin ganando a Rusia. Vencer a la azzurra tendrá que esperar. Como poco, hasta la final.

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