Más sombras que luces en El Ejido

FÚTBOL | SEGUNDA RFEF

El proyecto del Poli El Ejido no termina de engrasar, volviendo a la quinta categoría nacional

El pueblo no termina de engancharse con el club, que vive momentos económicos delicados

Confeccionado para cotas mayores, el Poli El Ejido ha realizado una temporada para olvidar / D.A.

Almería/El Poli El Ejido, con sus diversas denominaciones en apenas once años (empezó como El Ejido 2012 para después preferir CD El Ejido), no termina de arrancar a pesar del potencial existente de la zona del poniente almeriense. Han sido varios los propietarios que han pasado por la entidad celeste y ninguno ha logrado llevar a buen puerto el barco ejidense y darle continuidad posteriormente. El reciente descenso a Tercera RFEF, la quinta categoría del fútbol español, es la guinda que ha colmado el vaso en una entidad que no pasa por sus mejores momentos no sólo a nivel deportivo: en el plano social el pueblo no termina de engancharse como tiempos atrás a pesar de haber contado con precios populares incluso con las puertas abiertas en algunos partidos, mientras que a nivel económico la situación no es la mejor, con impagos que han provocado que los futbolistas no estuviesen centrados al 100% en su labor.

No comenzó la andadura del club de la mejor manera en el ejercicio 13-14. A pesar de contar con más presupuesto que sus rivales, no logró el ascenso en Regional Preferente (ahora Segunda Andaluza), subiendo tras hacerse con la plaza del Berja, convertido ahora en su filial. En el grupo IV de la antigua Primera Andaluza sí realizó un curso inmaculado en la 14-15, ascendiendo a Tercera División tras proclamarse campeón.

Después de un duodécimo puesto en el debut en categoría nacional, el conjunto ejidense disputó la promoción de ascenso a Segunda B en 2016. Cuarto clasificado, tuvo premio en la ruta larga de las eliminatorias después de pasar tres rondas (Bermeo, Lorca Deportiva y Laredo). Después de una permanencia sufrida en el antiguo bronce, llegó el francés Pierre Mevy, que a pesar de sus promesas, no consolidó a la entidad, apareciendo en los focos por anécdotas como la foto de Ballotelli con la camiseta del equipo o la visita de Kanté a Berja.

La mala gestión del grancés Pierre Mevy todavía colea en el poniente almeriense

En verano de 2019, después de descender a Tercera, Mevy desapareció, dejando una importante deuda. El parón por la pandemia no le vino mal al club ejidense, que logró regresar a Segunda B gracias a esas eliminatorias improvisadas, con partidos únicos ante el Motril y el Real Jaén. Llegó entonces el argentino Alejandro Bouza, que también prometió un proyecto interesante y ambicioso.

La remodelación de las categorías dejó al ahora denominado Poli El Ejido en Segunda RFEF. Se salvó sobre la bocina en su primer curso, en el grupo V, pero ahora, en el IV ha claudicado después de una temporada para olvidar, problemas económicos incluido. No lo tendrá fácil en la próxima temporada, con una Tercera RFEF durísima. Eso sí, el crecimiento en el plano deportivo no será el único objetivo de la entidad celeste, que debe consolidarse también tanto en el aspecto económico como en el social. Un municipio como El Ejido lo merece.

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