¿Quién es Mario Silva?

UD ALMERÍA

El luso tiene la comprometida misión de llevar al Almería a Primera tras prescindir Al-Sheikh de Óscar Fernández nada más llegar, de Pedro Emanuel en la jornada 14 y de Guti tras el confinamiento

Como futbolista, fue un lateral zurdo que militó en Nantes, Oporto, Recreativo, Cádiz y Boavista, ganando la Ligue 1 con los franceses, dos ligas, una UEFA y una Champions con los 'dragones' y descendiendo a Segunda con los gaditanos

Mario Silva en un duelo ante el Celta en su etapa en el Cádiz, con el que descendió a Segunda
Mario Silva en un duelo ante el Celta en su etapa en el Cádiz, con el que descendió a Segunda / Manuel Corujo / Efe

Almería/La vorágine de jornadas vivida tras el desconfinamiento deja poco margen para el análisis. Apenas acaba un partido cuando ya está empezando el siguiente, lo que a veces impide profundizar en el por qué de un sistema de juego, una decisión de la directiva o conocer a un entrenador. Es lo que ha ocurrido con Mario Silva desde que se hiciera cargo del primer equipo de la UD Almería de forma precipitada para dirigirlo ya en Anduva ante el Mirandés tras la destitución de José María Gutiérrez.

El luso había sido hasta entonces director de la Academia rojiblanca, como gusta llamar a los nuevos propietarios al fútbol base, la cantera de toda la vida. Llegó mediado el mes de septiembre de la mano del nuevo máximo mandatario, Turki Al-Sheikh, y lo hizo coincidiendo con el desembarco portugués prácticamente en todos los escalafones de la entidad, puesto que Pedro Emanuel dirigía por entonces al primer equipo y al poco aterrizaría su compatriota Nandinho en el filial para sustituir al almeriense Esteban Navarro.

Desde el primer momento su labor al frente de la Academia ha estado bastante desdibujada, fundamentalmente porque el parón de la pandemia impidió el reinicio de las competiciones en el fútbol base, pero también porque el club todavía no ha acometido la prometida Ciudad Deportiva en los terrenos de la Vega de Acá anexos al Club Natación. Resultaba curioso, no obstante, verlo seguir a diario en el anexo los entrenamientos del primer equipo desde la llegada de Guti, tomando notas puntualmente de lo que el madrileño hacía en su rutina diaria.

Para el gran público puede resultar algo desconocido, pero Mário Fernando Magalhães da Silva (Oporto, 24-4-1977) vivió del fútbol profesionalmente en la década que abarcó desde que en 2000 debutase en la primera portuguesa en las filas del Boavista, su club formativo, hasta que en 2009 pusiera fin en el Doxa Katokopias chipriota a una discreta carrera deportiva salpicada de unos cuantos éxitos de relumbrón, en la que llegó a militar en cuatro ligas europeas distintas.

Mario Silva se formó en las filas del Boavista
Mario Silva se formó en las filas del Boavista / Estela Silva / Efe

Lateral zurdo de largo recorrido, al poco de mostrarse con el Boavista, con apenas 23 años, llamó la atención del Nantes, entrenado en la época por Raynald Denoueix (posteriormente técnico de la Real Sociedad), disputando 20 partidos en el curso 2000-2001 y proclamándose campeón de la liga gala. Aquella experiencia duró solo ese año, siendo captado por el Oporto de Octavio Machado, con quien en la campaña 2001-2002 disputó 22 partidos.

Al curso siguiente, en la 2002-2003, Jose Mourinho se hacía cargo del conjunto blanquiazul, logrando el campeonato liguero y la Copa de la Uefa, si bien Silva gozó de escaso protagonismo, apenas media docena de apariciones. En la siguiente temporada jugó la misma cantidad de encuentros bajo las órdenes de Mourinho, lo que le sirvió para que en su currículum figure otra liga portuguesa y el título más ansiado por cualquier futbolista, la Liga de Campeones.

Con el Oporto de Mourinho ganó dos ligas, una Uefa y una Champions
Con el Oporto de Mourinho ganó dos ligas, una Uefa y una Champions / Jose Manuel Ribeiro / Reuters

La experiencia en el Oporto duró dos temporadas, dando el salto a la liga española en la 2004-2005 para enrolarse en las filas del Recreativo de Huelva, dirigido por Quique Hernández, en Segunda División, por lo que su conocimiento de la categoría de plata le viene de lejos. Ese año tuvo veintitrés apariciones y firmó por el Cádiz de Víctor Espárrago para estrenarse en Primera División, si bien apenas disputó siete partidos y los gaditanos acabaron descendiendo aquella campaña.

Con 29 años enfocaba sus últimos años de fútbol y plegaba velas volviendo a su club de origen, un Boavista en el que volvió a jugar en la 2006-2007 y la 2007-2008, marchándose por problemas de impago al Doxa Katokopias de la primera chipriota, donde tras unos meses definitivamente colgaba las botas en julio de 2009 para enfocarse en su preparación para los banquillos.

En 2010 empezaba a trabajar como técnico en el juvenil del Boavista, cargo que compaginó con el de segundo del equipo senior, siendo ascendido en 2011 a primer entrenador del cuadro ajedrezado para dimitir a los cinco meses alegando de nuevo problemas de falta de pago. Tras colaborar con la sub-17 de Portugal, Silva firmó como técnico del juvenil del Oporto, con el que el año pasado lograba proclamarse campeón de la UEFA Youth League.

En el Almería forma tándem con Nandinho, que es quien pone el carné de entrenador en los partidos
En el Almería forma tándem con Nandinho, que es quien pone el carné de entrenador en los partidos / D.A.

Casi sin esperarlo, pero preparado por si surgía la ocasión, Mario Silva se ha hecho cargo del primer equipo de la UD Almería con la misión de llevarlo a Primera División en siete jornadas, si bien el club se vio en la tesitura de darle las riendas formando tándem con su compatriota Nandinho al carecer de la experiencia necesaria para tener convalidado su título, por lo que en las actas de la Federación Española de Fútbol que elaboran los árbitros en cada partido quien figura como entrenador es el responsable del filial.

No obstante, tras tres jornadas con todos los signos posibles (empate ante el Mirandés, triunfo frente al Sporting y derrota con el Tenerife), está claro que quien lleva la voz cantante es Mario Silva, encargado también de comparecer ante los medios de comunicación en las ruedas de prensa previas a los partidos e igualmente una vez concluidos los mismos.

En dichas apariciones se ha mostrado como un preparador bastante analítico, autocrítico en sus lectura del juego y responsable por la misión que le han encomendado. Difícil papeleta la suya para intentar inferirle al plantel unas determinadas señas de identidad cuando no hay margen para ensayar la táctica ni la estrategia. Ha tenido maestros del nivel de Denoueix, Mourinho o Espárrago y vive su gran oportunidad para mostrarse al mundo como entrenador o para dejar un poso efímero, estando por ver si en caso de no cumplir con la meta seguiría el próximo curso al frente de la cantera indálica.

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