Al más puro estilo Paco Luna

Físicamente no se parecen, tampoco proceden de canteras parecidas, ni tan siquiera llegaron a jugar juntos para aprender el uno del otro. Lo único que los une es el número de la camiseta rojiblanca, el 9. Quique González tiene un aire goleador similar al que tenía Paco Luna, son futbolistas sin una dotación técnica envidiable, pero que saben dónde está el truco del gol.

Sacrificio, entrega, pundonor, garra, lucha, colocación, inteligencia dentro del área y oportunismo. Ninguno de los dos es un pívot, pero van fenomenal de cabeza; la puntera diestra de Luna y la zurda de Quique están siempre alerta para llegar antes que el defensa al balón servido desde la banda por su compañero. Eso es fútbol, centro y gol. Tanto pase inservible para perderla en la frontal del área es algo inútil. Además, jerezano y vallisoletano se manejan perfectamente en el juego de espaldas, lo que favorece a la zaga y la medular rojiblancas, muy metidas atrás con su esquema de tres centrales.

La primera victoria almeriense fuera de casa fue el partido más completo de todo el equipo en lo que va de temporada. La actitud fue la que demanda la categoría y aunque el marcador debió de ser incluso más abultado, la gran cantidad de ocasiones generadas es sinónimo de victoria. El trabajo de los laterales fue magnífico, mantuvo siempre a los locales lejos del área de Casto. Igualmente, la movilidad de los tres hombres de arriba provocó que la defensa leonesa se resquebrajara en cada contragolpe. Buena parte de la culpa la tuvo Quique, con una magnífica dejada de cara a José Ángel, que iba a conducir al primer gol. El vallisoletano sigue la jugada, Duba lo busca, pero finalmente es Juan Ramírez quien remata después de una serie de carambolas. El partido no podía comenzar mejor, pero faltaba mucho tiempo y había que mantener la intensidad.

Aunque separados por el tiempo, los dos goles de Quique son fútbol, son tan válidos, bonitos e importantes como los que marcara el mejor Barcelona guardiolista. El 0-2 viene con un centro medido de Dubarbier y un cabezazo anticipándose en el primer palo, el 0-3 lo hizo con su puntera tras recuperación y pase de Michel. Paco Luna al cien por cien, banda remate y gol. Segunda reclama eso y sufrir cada partido como lo viene haciendo el Almería desde que Gorosito se hiciera cargo.

Quique pudo hacer más, tuvo dos manos a manos en los que le faltó tranquilidad para no chutar al muñeco, y luego sacó sin querarlo un disparo de Juan Ramírez que iba a gol. A veces le tracionan sus ganas de ayudar. Lo que está claro es que es importantísimo que esté de dulce en este tramo final de la temporada. Sus goles valen oro en cada jornada.