Opinión
Las uvas de Isabel y Pedro
La consulta del especialista
Almería/Ese gesto de abrir la boca y estirar o no los brazos es de los más cotidianos y familiares que tenemos, pero no sólo los humanos sino también los animales. Bostezamos entre tres y seis veces, algunas personas más, otras menos. El bostezo se produce en el momento que separa el sueño de la vigilia, justo antes de dormir o al despertarnos. Pero el dato más característico del bostezo es que es tremendamente contagioso.
Si alguien bosteza a nuestro lado, incluso si escuchamos cómo bosteza a través del teléfono, es casi seguro que nos dé ganas de bostezar. Ese efecto contagioso se produce con más frecuencia si el que realiza el acto es alguien conocido o familiar y más improbable entre extraños. También es posible contagiar el bostezo a nuestra mascota y vicerversa. Ese efecto de bostezar se produce como un efecto mimético o de imitación, como si nos miráramos frente a un espejo o así lo interpreta nuestro cerebro.
Pero hay otro aspecto interesante del bostezo que puede ser una pista para detectar algún problema de salud, sobre todo en aquellas personas que bostezan demasiado. Si se bosteza en exceso podemos estar ante alguno de estos problemas:
-Tensión baja y estar a punto del síncope: el bostezo es un detalle en el que nos solemos fijar cuando, por ejemplo, se le acaba de extraer sangre a una persona, o se le ha realizado algún procedimiento en el que las agujas están involucradas. Cuando el paciente está a segundos de caer al suelo, sin darse cuenta, comienza a bostezar. Si eso ocurre, le tumbamos apresuradamente porque lo siguiente que sucede es que cae redondo como un fardo. Esto se conoce como síncope vasovagal.
-Podemos estar ante un ictus o accidente cerebrovascular, un problema de epilepsia o el inicio de una enfermedad neurodegenerativa como es la esclerosis múltiple. Esto es mucho más infrecuente que la primera causa, sin duda, pero conviene tenerlo en cuenta.
Estoy seguro que cuando lea esto, le darán ganas de bostezar; a mi me ha pasado mientras lo escribía. Bostezar puede tener varios significados:
-Puede ser un indicador de cansancio, estrés, exceso de trabajo, sensación de hambre o aburrimiento. Es lo más frecuente. A medida que aumentamos la frecuencia de bostezos mayor es el cansancio.
-Una acción que indica descompresión psicológica tras un estado de alerta elevado. A mi me ocurría tras hacer un examen en la facultad de medicina. Después de la descarga de adrenalina, viene la calma, el bajón y la consiguiente relajación. Sin embargo, también recuerdo que bostezaba algunas veces antes de los exámenes como si mi cerebro me diera la sensación de seguridad, de estar tan tranquilo que hasta tienes ganas de bostezar.
-Un medio de expresión de emociones fuertes como el enfado, el aburrimiento y el rechazo. Quién no se ha aburrido viendo una película, en un concierto o escuchando a algún amigo y se nos abre la boca, casi sin querer. Un bostezo puede expresar fuertes mensajes sociales por lo que en algunas culturas la gente intenta disimular el bostezo colocando una mano sobre la boca porque bostezar se puede considerar como un signo de mala educación.
Los bostezos son contagiosos entre los seres humanos o bien de animales a humanos. También se ha estudiado que en los chimpancés ocurre lo mismo. Es debido a las neuronas espejo, que son aquellas que se fijan en lo que hace la persona que tenemos delante y actúan reproduciendo lo mismo, en este caso, un bostezo. No se conoce muy bien el motivo de bostezar.
Antiguamente se creía que mediante el bostezo se incrementaba el oxígeno en sangre y por consiguiente, en el cerebro. Hoy día parece ser que el bostezo es un comportamiento involuntario que permite relajar la musculatura de cara y cuello, provocando un pequeño descanso o alivio en situaciones concretas, como si apretáramos el botón de OFF del cerebro durante unos segundos y poder iniciar una nueva tarea.
Paradójicamente, al bostezar nos mantenemos despiertos y en alerta. Al igual que con los estornudos, es difícil parar un bostezo cuando se ha iniciado. Suele durar unos segundos y como curiosidad, los hombres bostezamos más que las mujeres. Los fetos son capaces de bostezar en el vientre materno desde la semana once de gestación. Se cree que hasta los peces bostezan. Es una conducta muy extendida en el reino animal.
No es ni malo ni bueno. El intentar no bostezar porque puede ser considerado de mala educación, según donde estemos, sólo hará que bostecemos de otra manera, varias veces y con bostezos más cortos. Sin embargo, no hay datos que indiquen que el hecho de no hacerlo suponga un perjucio como el hecho de retener un estornudo.
Si dormimos las horas adecuadas, con una buena higiene de sueño, si llevamos una vida sana con ejercicio y alimentación saludable, evitaremos sufrir esas crisis de bostezos repetidos que pueden llegar a agobiar. Hacer descansos en el trabajo o en el estudio ayuda a que el cerebro descanse también, se oxigene y vuelva con las pilas cargadas. Para terminar y sé que no debería preguntarlo pero ¿cuántas veces has bostezado leyendo este artículo?
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