Así se las ponían a Fernando VII

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Las ocasiones malogradas por Pozo y Nano dejan un regusto amargo, pero habría que acordarse también de las ocasiones del Tenerife y los posibles penaltis reclamados a Joaquín y Trujillo

Caballero se fajó con la zaga tinerfeñista. / Álex Rosa
Ramón Gómez Vivancos-García Ramón Gómez Vivancos-García

06 de mayo 2018 - 02:36

Resulta complicado comenzar a redactar esta nueva Acta con la imagen en la retina de la ocasión malograda por Nano. No fue mala la opción de disparar a quemarropa, pero precisamente por estar tan cerca y tener tiempo para elegir la dirección del disparo, habría sido mejor colocar el esférico ante la nutrida presencia de zagueros y del propio portero. Minutos antes, la también clara ocasión de Pozo dejó a la postre un regusto aún más amargo, porque Nano es lateral pero Pozo es un jugador nacido para desenvolverse en esas situaciones y no para dejar escapar una oportunidad tan clara.

Una vez realizada la sana acción del desahogo, habría que acordarse también de las ocasiones del Tenerife, las paradas de René y los posibles penaltis cometidos por zagueros rojiblancos. Como lo que cuenta son los números y las estadísticas, no hay duda de que Fran Fernández continúa engalanando su pequeño historial al frente del primer equipo. Son ya varios los partidos bajo la dirección del técnico canterano, y más que los puntos cosechados, sobresale el hecho de haber encajado, en cinco choques, tan solo un gol, el de la temporada anterior en Lugo. Más allá de los números, el éxito de Fran Fernández se mide por los resultados clave en momentos muy delicados de la temporada.

De hecho, por desaciertos individuales tan flagrantes se sigue estado inmerso en un trance delicado, agravado por el posible cambio de dueño en el club que se adivina al final de esta sufrida (y van tres) campaña.

El mejor calendario de los que luchan por eludir el pozo de la Segunda B sigue siendo el de los rojiblancos, aunque también hay que tener en cuenta que la Unión Deportiva llegó con una puntuación similar a la de sus adversarios habiendo encarado ya las terribles jornadas que hacen enfrentarse a los tres primeros de forma casi consecutiva. De ahí el interés que desde estas líneas se mostró en la anterior misiva sobre la conveniencia de la derrota del Córdoba en León.

En el debate posterior se expusieron otras alternativas por el temor que se le tiene al Córdoba, pero con la derrota de ayer ante el Huesca de los blanquiverdes y su próxima salida a Vallecas, parece que los tiros iban más encaminados a la dificultad que les esperaba, y les espera, a los cordobesistas.

Otros, como el Alcorcón, también lo tienen muy complicado. En cualquier caso, mejor sería centrarse en las posibilidades propias de un equipo que, pese a ser muy criticado, sigue dando la cara y sigue sumando. A nadie se le escapa que René primero y Rubén Alcaraz después están teniendo gran parte de culpa del éxito, si así lo queremos llamar. Se cuenta con una plantilla con grietas por todos los lados, pero por lo menos se volvió a ver en Tenerife a un equipo luchador que explota de la mejor forma sus escasas virtudes. El de ayer fue un partido más de la Liga 1|2|3, de ida y vuelta, igualado, con un inmenso lunar al final, al disputar los de Fran Fernández unos horrendos minutos en superioridad. Que no se vuelva a repetir.

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