El peso de la Semana Santa
la consulta del especialista
Las 'levantás' se llevan a cabo por el valor y la fuerza de los costaleros

Ya se acaba otro año más la Semana Santa, una época de alegría pero también de tristeza entre los que somos creyentes, pero lo que nadie duda es el colorido tan increíble que adoptan nuestras plazas, avenidas y calles para ver pasar las imágenes que se encuentran recluidas en sus respectivos templos todo el año. Sin embargo, esas "levantás" que tanto lucen estos días se llevan a cabo gracias al valor y la fuerza de uno de los colectivos más importantes de la Semana Santa, los costaleros. Sin embargo, ellos le deben su fortaleza y su trabajo a las estructuras que componen su esqueleto axial, la columna vertebral.
¿Cómo es la columna cervical?
La columna cervical es un complejo y flexible sistema articular, formado por 7 vértebras, 14 articulaciones interapofisarias vertebrales que conectan unas vértebras con otras, junto a sus respectivas cápsulas articulares, estructuras y complejo ligamentario, 5 discos vertebrales, dos articulaciones especiales como son la atlantoaxoidea y atlantooccipital (de la primera y segunda vértebra cervical), 12 articulaciones uncovetebrales, todo ello reforzado por el ligamento longitudinal anterior, posterior, amarillo e interespinoso. La vértebra cervical, a diferencia del resto de vértebras de la columna, tiene dos carillas articulares en el margen lateral superior, a modo de dos pequeños ganchos. Estas pequeñas articulaciones están desprovistas de cartílago articular, por lo que no se afectan en el caso de las patologías inflamatorias pero si que puede deteriorarse en las degenerativas como es la artrosis. Otro dato característico únicamente de las vértebras cervicales, es la presencia de un orificio en las apófisis transversas para el circular de las arterias vertebrales, que además juegan un papel relevante en el aporte del flujo sanguíneo cerebral.
La columna cervical es el sistema articular más complejo y móvil del organismo. Las 32 articulaciones, coordinadas entre sí, llevan a cabo los movimientos de la cabeza en relación al tronco. Hay estudios biomecánicos que refieren que el cuello puede llegar a moverse más de 500 veces en una hora de trabajo, algo que no ocurre en ninguna otra región anatómica. Si a esto le añadimos que la columna cervical se haya sujeta a situaciones de estrés o tensión, además de ser muy solicitada al caminar, permanecer de pie, acostarse o levantarse, puede sufrir dolor y sobrecargas con enorme facilidad. Todo ellos hace que la columna cervical sea el lugar predilecto para la aparición de estrés mecánico, artropatías, sinovitis articulares o, simplemente, patología a nivel muscular.
La primera vértebra cervical (C1) o atlas, se articula en su parte superior con el hueso occipital. No posee cuerpo vertebral y forma de anillo, siendo el arco anterior más corto que el posterior. La carilla interior del arco anterior se articula con la apófisis odontoides de C2.
La segunda vértebra cervical o axis, tiene una característica especial como es la presencia de la apófisis odontoides que penetra dentro del atlas y es la estructura sobre la que pivota la cabeza en los movimientos de rotación y es la que se fractura en aquellas personas que son ahorcadas.
El resto de las vértebras son más similares e identificables por la presencia del ya comentado foramen transverso, que no poseen ni las dorsales ni las lumbares. El cuerpo vertebral, en cambio, es pequeño pero bien definido. El canal vertebral es más amplio en la zona proximal de la columna cervical y se va estrechando conforme se acerca a C7. De la médula espinal salen raíces nerviosas a ambos lados desde C1 a C8, a través de los agujeros de conjunción. El nervio radicular únicamente ocupa el 20% del orificio de conjunción. A través de ellos y acompañando a las raíces nerviosas hasta llegar a dichos orificios encontramos a la duramadre, que es la capa que rodea a la médula espinal. A nivel cervical hay otras estructuras menos conocidas pero no por ello menos importantes como es el grupo de ganglios del sistema nervioso simpatico (superior, medio e inferior).
¿Cómo sufre la columna en un costalero?
El peso medio que cada costalero debe soportar supera los 40 kilos, y durante una estación de penitencia puede llegar a realizar hasta 50 "levantás" y eso que los pasos en Almería no son tan faraónicos como en otros lugares.
El peso de la carga no suele soportar la vértebra C7 que es aquella que nos podemos tocar en la parte posterior del cuello, el llamado " morrillo". El peso se distribuye siguiendo el eje de la columna pero haciendo que estructuras como los discos intervertebrales o las carillas articulares, sufran un gran estrés.
Otra zona que sufre gran estrés son las rodillas. Cada "levantá" se realiza con la rodilla en flexión y ésta se estira bruscamente por lo que la rótula, el tendón rotuliano y cuadricipital se someten a un trabajo realmente brusco, lo mismo que los gemelos para poder impulsarse.
¿Cómo se pueden prevenir las lesiones?
Cuando cuidamos los hábitos posturales al trabajar o en casa, si evitamos el sobrepeso, y sobre todo, si realizamos un trabajo preventivo de fortalecimiento lumbar y de CORE, creamos una "autofaja" lumbar hecha de la musculatura de envuelve la columna, los discos sufrirán menos cargas y, por consiguiente, se reducirá la posibilidad de sufrir una hernia. El potenciar los glúteos, cuádriceps y gemelos es fundamental para que la columna se vea acompañada de otras estructuras a la hora de realizar el trabajo de fuerza tan brusco y tan mantenido durante varias horas.
Las consultas de los fisioterapeutas estarán colapsadas la semana que viene por todos aquellos costaleros que han cargado los pasos estos días y que sin su concurso, la Semana Santa no sería como es.
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