La pena da paso a la gloria (2-1)

El que juega con fuego se acaba quemando y si el Almería ayer no lo hizo fue porque cuenta con el mejor bombero de la categoría, el pichichi Charles. Al conjunto rojiblanco se le vio atenazado, bloqueado, más pendiente de especular con los resultados que a priori le favorecían que de doblegar al rival de turno, un equipo canario que vendió muy cara su eliminación.

A Las Palmas no le quedaba otra que ir a por el partido y lo hizo desde el minuto uno, a pecho descubierto y con una atrevida apuesta ofensiva de su técnico, Sergio Lobera. La consecuencia en la primera mitad fue un Almería sorprendido, que llegó a verse contra las cuerdas en varias fases del primer acto pese a arrancar el partido con un aviso de cabeza de Charles que se marchaba alto.

El ariete brasileño estuvo entre algodones durante la semana por el dichoso tobillo, pero Gracia sabía que tenía que jugar aunque fuera cojo y el de Belem no se borró de la cita. Ese fugaz arranque local se diluyó en cuanto Las Palmas imprimió velocidad y ritmo al juego. Vitolo, en un pase simétrico entre los centrales calcado al que sirvió a Jonathan Pereira para darle el ascenso al Villarreal en El Madrigal, dejaba solo a Theivy delante de Esteban, pero el atacante galo (por una vez) recortó mal al guardameta asturiano y se quedó sin ángulo para rematar bien.

Era verle la cresta al francés y a la grada le entraba un escalofrío. A la media hora de juego el propio Thievy rozó el 0-1, pero Pellerano estuvo atento para anticiparse a su remate dentro del área y despejar el balón.

En esos instantes el único recurso rojiblanco era buscar a Iago Falque o Aleix Vidal en su constante intercambio de bandas, pero sin mordiente ni conclusión de jugada.

Antes del descanso un sobresalto más a cargo de Thievy, cuyo pase al punto de penalti se paseaba delante de Nauzet sin conectar remate, y una incursión de Gunino que terminaba en cabezazo de Soriano lamiendo el poste de Barbosa.

Al Almería seguía quemándole el balón en los pies tras la reanudación, pero era consciente de que en algún momento Las Palmas tendría que tocar a rebato desprotegiendo su zaga. Una falta de Corona al área rematada en boca de gol por Pellerano se topó con Barbosa y un posterior mal despeje del talaverano casi cuesta un disgusto.

El gol rondaba las porterías y cayó de lado local gracias a una genialidad de Aleix. El tarraconense, escorado en el banderín de córner, fue buscando área entre recortes y caracoleos hasta poner un pase a Soriano, que supo revolverse en busca de asistir a Charles -siempre bien desmarcado-, y solo tuvo empujarla.

El peor trago parecía superado, pero ni Las Palmas se dio por vencida ni el Almería supo matar a la contra, con lo que a los 85 minutos, un estratosférico saque de banda de Atouba en busca de Chrisantus servía para que el nigeriano lograse el 1-1 al darse la vuelta en un metro cuadrado con la aquiescencia de Trujillo.

La prórroga era irremediable y otro gol 'pío-pío' ponía al Almería en una situación peliaguda al obligarle a marcar dos para clasificarse. La tensión y el sufrimiento iban in crescendo y alcanzaron su punto álgido cuando Murillo cometía penalti sobre Jonathan y Charles, encargado de lanzarlo, lo mandaba al Puche.

La bilis les salía a muchos ya por la boca, pero el duelo dio un giro favorable al resultar expulsado Chrisantus por una infantil agresión a Trujillo y Javi Castellano por doble amarilla. Con Las Palmas desgastado y con nueve, Charles ponía la puntilla a pase de Gunino. Nadie dijo que fuera fácil...