Pablo Hernández, artífice de una doble permanencia
Fútbol | Tercera RFEF
El técnico almeriense consigue sacar de dos situaciones complicadas a La Cañada en la División de Honor Juvenil y al Poli El Ejido en Tercera RFEF durante esta temporada
El Poli El Ejido cae ante el Real Jaén, pero obra el milagro de la permanencia (1-2)
El Poli El Ejido, ante su última batalla por la permanencia
El Ejido/Difícilmente podrá olvidar esta temporada Pablo Hernández, quien se ha convertido durante el presente curso en uno de los grandes artífices de su particular doble permanencia y ambas en situaciones especialmente delicadas. El técnico almeriense ha sido capaz de dejar prácticamente sellada la salvación con La Cañada en la División de Honor Juvenil y de mantener al Poli El Ejido en Tercera RFEF cuando más complicado parecía que los celestes pudieran evitar el descenso.
Doble permanencia que el actual inquilino del banquillo del Poli El Ejido lograba certificar este pasado domingo a pesar de la derrota de los celestes en Santo Domingo frente al Real Jaén. Los del Poniente caían frente al segundo clasificado del grupo IX de Tercera RFEF y aún entonces con una mínima opción de ascenso directo, pero terminaban de sellar de manera matemática lo que meses atrás parecía una utopía. Una salvación con la que Pablo Hernández despide un curso que permanecerá para siempre en su recuerdo.
Una situación que pocos, o más bien nadie, podía llegar a imaginar cuando allá por el mes de octubre se hacía con las riendas de La Cañada en la División de Honor Juvenil. Sin puntos en la clasificación tras la disputa de las cinco primeras jornadas y con un equipo tocado al caer goleado prácticamente en cada uno de sus partidos, tan solo estando cerca de puntuar en la visita al ceutí Sporting Atlético, el técnico llegaba al conjunto de la barriada almeriense.
Sin embargo, prácticamente desde el primer momento hizo reaccionar a los blanquinegros, cayendo por la mínima y en la recta final en su visita al Betis, entonces líder, en el primer encuentro desde la llegada de Pablo Hernández. Ya en la siguiente jornada los cañaeros consiguieron su primer triunfo de la temporada al golear en casa al 26 de Febrero y comenzaban su resurrección hacia la permanencia. Lo que parecía impensable cuando tomó las riendas del equipo poco a poco pasó a convertirse en una realidad.
Durante su etapa al frente de los de la barriada almeriense el técnico ejidense consiguió que su equipo le plantara cara incluso en sus enfrentamientos a los rivales de la zona alta de la tabla. Muestra de ello fue la goleada de los cañaeros en el derbi frente al Almería juvenil de la primera vuelta y que supuso un nuevo impulso en su lucha por la salvación. Una permanencia que los blanquinegros fueron encarrilando, teniéndola prácticamente sellada en el momento que Pablo Hernández puso fin a su etapa en La Cañada para afrontar la difícil misión de salvar al Poli El Ejido en Tercera RFEF.
Con doce puntos de ventaja sobre los puestos de descenso y a falta de siete jornadas por disputarse por entonces para llegar a la conclusión del campeonato daba por concluido su periplo en el conjunto almeriense. Le llegaba el turno de intentar cumplir el milagro de la permanencia con el Poli El Ejido, al que cogía en una muy delicada situación tanto deportiva como institucional si bien no dudaba en afirmar que para él suponía cumplir un sueño. El reto al frente de los celestes no era ni mucho menos fácil.
A seis puntos de salir de la zona roja de la tabla, puesto que todavía contaba con dos puntos de sanción, sin contar los posibles descensos por arrastre, tomaba las riendas del equipo. Le tocaba el turno de intentar obrar un nuevo milagro en una entidad que acababa de cambiar de propiedad. Un camino que empezó sacando un punto ante un rival directo como el Maracena y en el que tan solo un gol encajado en la recta final privó a los ejidenses de conseguir su primera victoria en esta nueva era.
Pero tan solo una semana más tarde los celestes iban a hacerse con el primer triunfo desde la llegada de Pablo Hernández tras superar por la mínima al Rincón en Santo Domingo. Era tan solo el principio de lo que estaba por venir. Los del Poniente lograron también imponerse al Atlético Malagueño, que se encontraba en puestos de play off, y al Arenas de Armilla, recuperando los dos puntos perdidos por sanción justo antes de visitar a los granadinos.
Lo que hace no tanto parecía un milagro poco a poco estaba convirtiéndose en una realidad cuando restaban cinco fechas por disputarse. En la siguiente jornada los ejidenses empataron frente a un rival directo como el Huétor Tájar, venciendo luego a Huétor Vega y Motril de manera consecutiva para quedarse a un paso de certificar la permanencia. No pudo ser en la penúltima jornada, sumando un punto en su visita al Torreperogil si bien la salvación estaba ya prácticamente en sus manos.
Los ejidenses llegaban a la última jornada del campeonato sin conocer todavía la derrota desde la llegada de Pablo Hernández a su banquillo y teniendo muchas opciones de acabar logrando la permanencia. Y la salvación, lo que hace no tanto era un milagro, acabó obrándose a pesar de caer frente al Real Jaén en Santo Domingo en la que fue la primera derrota sufrida desde su llegada. El técnico volvía a revertir así una nueva complicada situación al frente de dos equipos diferentes durante la presente temporada y cosechando su particular doble permanencia.
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