El número 1 no sabe lanzar

la consulta del especialista

Sin elevar el brazo y extendiendo el codo, para no mover el hombro

El jugador, lanzando a canasta.
El jugador, lanzando a canasta.
Antonio Ríos Luna - Especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica

30 de octubre 2017 - 02:32

Markelle Fultz no lo está pasando nada bien. Este nombre les será ajeno al gran público pero no pasa desapercibido para los amantes del baloncesto y sobre todo de la NBA. El número 20 de los Sixers de Philadelphia, no sabe lanzar a canasta, al menos eso parece. Y es algo surrealista si pensamos que ha sido elegido en primer lugar en el Draft del 2017. Pero algo ha cambiado. Hace días leía por casualidad un tweet donde se ponía el grito en el cielo acerca de la horrible mecánica de tiro del base formado en la Universidad de Washington. Me picó la curiosidad y fue a Youtube a mirar con mis propios ojos lo que estaba ocurriendo. Me quedé impresionado. En uno de los videos se aprecia al citado jugador lanzando y encestando triples con la misma facilidad que uno come pipas, sin esfuerzo y sin fallo. Unos segundos después, se aprecia al mismo jugador intentando encestar un tiro libre pero con un estilo de lanzamiento feo e improductivo, no en vano su porcentaje de acierto desde los tiros libres es realmente pobre, cercano al 50%. No ha lanzado de tres puntos aún.

También me llamó la atención su rostro. No se divertía, no quería estar allí. Le apetece lanzar tiros libres tanto como una colonoscopia. Lanzaba sin elevar el brazo y extendiendo el codo, intentando que el hombro se moviera lo menos posible.

Nadie habla con claridad acerca de la lesión de Fultz. Unos dicen que se le ha extraído líquido del hombro. Otro que se le ha infiltrado corticoide dentro del mismo. El caso es que el base de los Sixers se perderá al menos los tres siguientes partidos, pero no hay una fecha cierta de la vuelta a las canchas del número 1. ¿Qué le ha podido pasar a Fultz para bajar del cielo de la élite al infierno de las lesiones? ¿Volverá a jugar como sabe? ¿Deberá operarse?

El hombro de Fultz

El manguito de rotadores es un grupo de músculos del hombro encargados de realizar los movimientos principales como es la separación (peinarnos), aducción y rotaciones (aseo personal)...Está formado por el supraespinoso, infraespinoso, redondo menor, subescapular y biceps.

Cuando hay una lesión del manguito de rotadores, todo el funcionamiento del hombro se resiente. El paciente tiene dolor, pierde fuerza y sobre todo disminuye el rango de movilidad, con afectación principal de los movimientos de abducción y de rotación.

La tendinitis es la dolencia más frecuente en el hombro del deportista sobre todo en los practicantes de tenis, natación y pádel. Se produce por un conflicto de espacio entre las estructuras óseas del hombro y las estructuras que discurren por ese espacio subacromial, como son los músculos citados anteriormente.

En cualquier persona, los problemas de manguito se manifiestan por la presencia de dolor en la zona anterolateral del hombro, de inicio insidioso y tolerable, de características mecánicas y de empeoramiento nocturno, pero que con el paso del tiempo puede llegar a provocar la impotencia funcional. El comienzo de los dolores puede ser un esfuerzo o movimientos repetidos del hombro, sobre todo cuando estos se realizan por encima de la cabeza. A veces se evidencian chasquidos en la zona anteorolateral del hombro. El dolor se incrementa cuando el brazo intenta separar > 90º. Es frecuente que los pacientes no puedan dormir sobre el lado doloroso y que les pueda afectar incluso para poder realizar su aseo personal.

En presencia de patología del manguito, la movilización activa del hombro será dolorosa en antepulsión, abducción y rotación interna.

Es una lesión ya conocida en la NBA, no en vano una de las mayores estrellas de la liga americana debió retirarse de la competición por una lesión parecida, ni más ni menos que Kobe Bryant. El exjugador de los Lakers se rompió el manguito de los rotadores, algo que le impedía lanzar con la mano derecha y en los últimos partidos debió tirar con la mano izquierda.

Dentro de las hipótesis de lesión, lo más frecuente puede ser:

-Tendinitis del manguito de los rotadores.

-Tendinitis calcificante de dicho manguito. Es el depósito de calcio en el espesor del tendón que provoca un importante dolor.

-Rotura parcial del manguito de rotadores. Esto es improbable por edad salvo que haya sufrido un traumatismo, cosa que no ha pasado.

Tratamiento conservador

Esta modalidad de tratamiento está indicada en aquel paciente cuya enfermedad haya tenido una evolución inferior al año, presente una rotura del manguito inferior a 1-2 cm con sintomatología poco importante y con una pérdida escasa de la funcionalidad del hombro; en roturas parciales del espesor del manguito. Funciona en el 80% de los casos. El tratamiento inicial pasa por el reposo, tratamiento con AINEs y terapia rehabilitadora.

El objetivo de la misma es recuperar o evitar la pérdida del rango de movilidad inherente a la presencia de dolor en el hombro sobre todo con los movimientos activos. Dentro de la rehabilitación, la estimulación de los tejidos mediante los ultrasonidos puede ser de gran utilidad.

Un programa de ejercicios centrados en el rango de movilidad, el estiramiento del deltoides, del manguito de rotadores y de toda la musculatura de la escapular tiene efectos beneficiosos.

Cuando no hay una respuesta satisfactoria a la terapia medico-rehabilitadora en el plazo, que según distintos autores puede ir, desde los seis a los doce meses, y existe un claro deterioro de la calidad de vida del paciente, estaría indicado el tratamiento quirúrgico de las lesiones existentes.

Artroscopia

La principal indicación es la persistencia de dolor que no ha respondido al tratamiento conservador.

Su objetivo es el de eliminar las estructuras que producen el desgaste mecánico, restablecer la integridad del tendón con objeto de aliviar el dolor, minimizar la posibilidad de progresión de la rotura y aumentar la fuerza y la movilidad del hombro.

El grado de recuperación de la fuerza no es predecible y el paciente debe estar informado de ello de cara a las expectativas de recuperación que haya depositado en la intervención. La recuperación dependerá del tamaño de la rotura, del tiempo que haya trascurrido desde el diagnóstico, la calidad de los tejidos, la edad del paciente y el tratamiento rehabilitador postquirúrgico.

El número 1 sí sabe lanzar pero ahora mismo, el número 1 no puede lanzar como sabe.

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