La nueva etapa de Israel Rodríguez en Mintonette Almería: "El proceso fue muy natural"

El Palacio de los Juegos Mediterráneos, al igual que otras instalaciones deportivas de la ciudad, es testigo directo de miles de historias relacionadas con el deporte. Los primeros pasos de los más pequeños, la rutina de trabajo de aquellos que aspiran a alcanzar su sueño y los entrenadores, siempre dispuestos a poner su granito de arena en la compleja tarea de preparar, enseñar y aconsejar a los más jóvenes.

Cuando el verano llegaba a su fin, un padre acompañó por primera vez a su hija para que comenzase su andadura en el voleibol. Con ocho años, nunca le había llamado la atención este deporte, hasta que un par de amigas del colegio se fueron a apuntar al Club Deportivo Mintonette Almería. Lo que quizás no sabía ese padre es que la llamada del vóley también iba a ser para él.

Israel Rodríguez, receptor sevillano con una trayectoria a nivel nacional e internacional, es el protagonista de esta historia. Un jugador que ha sido campeón de Europa con la selección española, con dos etapas en Unicaja Costa de Almería y con experiencia en países como Francia, Italia, Grecia, Turquía o Rumanía. Después de algún tiempo desvinculado del voleibol, su vuelta se gestó con un contexto laboral favorable, la implicación directa de su pequeña y el papel de Fortunato Sánchez Fernández y Francisco José Sáez Murcia, conocidos por todos como Fortu y Paco Pepe.

En declaraciones para Diario de Almería, en una jornada vespertina más en el Palacio, el segundo entrenador del equipo senior de Mintonette destaca que el proceso fue “muy natural”. A pesar de que todo estaba prácticamente planificado de cara a la actual temporada, actualmente está a cargo de varios equipos de las categorías inferiores. “Lo principal es ayudar al equipo en lo que se pueda y aprender cómo es la estructura de un club desde el otro lado”, asegura Israel.

El receptor se sacó el título de entrenador al segundo año de retirarse, aunque nunca había tenido la oportunidad de involucrarse en esta tarea. En su etapa como jugador nunca le había picado el gusanillo de dirigir, ya que “siempre he estado muy centrado y obsesionado con mejorar siempre mi juego”. Ahora, en el otro lado de la barrera, acompaña a Manolo Berenguel en el cuerpo técnico del equipo de Superliga 2, con el que coincidió en su primer paso por Unicaja.

La constancia y la paciencia, clave para los jóvenes

“Estar con Manolo es un placer porque es un compañero con el que he compartido muchos momentos y experiencias”, subraya el sevillano. Sobre el equipo sénior, Israel Rodríguez señala que “es un equipo muy joven” que juega en una liga en la que “si no tienes esa veteranía con dos o tres jugadores que te puedan marcar la diferencia, es complicado”.

Solo son unos meses de camino, pero ya advierte de algunos detalles mejorables en los jóvenes, como la constancia y la paciencia: “Es lo que más me llama la atención quizás en el poco tiempo que llevo entrenando. A los niños les cuesta mucho. Es verdad que no es la vida que teníamos antes, pero les cuesta mucho tener paciencia para aprender las cosas. Es una cosa que, por ejemplo, las canteras extranjeras trabajan mucho con los niños”.

El técnico argumenta que “el vóley es un deporte muy complicado”. Como anécdota, Rodríguez cuenta que en su etapa como jugador, cuando estaba fuera dos o tres semanas, “la primera vez que tocas el balón lo primero que piensas es ‘no sé jugar al voleibol”. Por ello, su gran reto en este primer año es “enfocar a los más pequeños” a consolidar su técnica.

Sobre un deporte que considera “un espectáculo”, el andaluz se ha sorprendido en su regreso al voleibol con unos pabellones “que se van apagando”: “Siento un poco de pena y me dan ganas de hacer cosas y seguir, pero de momento lo que busco es aprender y ayudar en Mintonette”.