La medular del Almería, una calamidad en Ponferrada (1-0)

Almería/Al Almería le faltó elaboración en el centro del campo y le sobró nerviosismo en una zaga en la que Rubi hizo debutar al central serbio Srdjan Babic para cubrir la baja por sanción de Iván Martos. Fue el único cambio en el once tipo del técnico catalán junto con la vuelta del sancionado Robertone a la medular, línea que no carburó como suele acostumbrar.

La Ponferradina estuvo desde el pitido inicial mucho más metida en el partido y buscó con mayor determinación la meta defendida nuevamente por Fernando, que a los cinco minutos de juego volvía a erigirse en salvador del equipo con una gran parada en una mano a mano con Dani Ojeda, quien intentó picarle el balón por arriba, pero el arquero murciano aguantaba bien el pulso sin vencerse para meter una mano salvadora tirando de reflejos.

La acción había nacido de una bisoñez defensiva de Babic. El debutante, excesivamente nervioso para la posición que ocupa, dejó pasar un balón al que claramente llegaba para haberlo podido despejar, dejándole en bandeja a Ojeda la acción ofensiva que, por fortuna, acababa abortando Fernando.

El córner resultante de dicha jugada iba a derivar en un remate a puerta de Copete que requería nuevamente de la intervención de Fernando, si bien le salía bastante centrado. La Ponferradina mordía mientras el Almería sesteaba, lo que propició una nueva acometida, esta vez en botas del veterano Yuri, que llegó a marcar gol antes de que fuera anulado por un claro fuera de juego.

El lance, con todo, ponía nuevamente en evidencia a Babic, a quien el brasileño, con 39 años en las espaldas, le comió la tostada con mayor velocidad y mejor 'cuerpeo' para proteger el esférico antes de sacarse el remate ajustado al palo.

De la ofensiva rojiblanca -de verde esta tarde- apenas pudieron destacarse dos intentonas de Largie Ramazani. En la primera el extremo diestro belga sacudió un zurdazo al larguero desde el balcón del área y minutos después buscó el gol de Pelé desde 40 metros de distancia (logrado el curso pasado cuando militó en el filial), marchándose por poco por encima del travesaño.

Síntoma de que las cosas no marchaban bien ni en el ataque ni en la retaguardia fue la tempranera y condicionante amarilla vista por Robertone (12') y la que Babic recibió también al borde del descanso. Antes del paso por vestuarios la Ponferradina tuvo otra buena ocasión en un duro disparo de libre directo de Naranjo que obligó a Fernando a despejar de puños y en un cabezazo desviado de Espiau a centro de Ojeda ganándole la partida a su marcador en el remate. Buñuel, lesionado, tenía que dejar su puesto a Pozo a los 33 minutos de juego.

Lejos de mejorar, las cosas empeoraron en el arranque del segundo acto. Una internada del lateral diestro Paris Adot que nadie supo frenar culminó con el jugador blanquiazul metiéndose hasta la cocina y sorprendiendo a Fernando con un disparo que desviaba ligeramente Babic. Mientras los locales festejaban el 1-0 el VAR requirió la presencia de Arcediano Monescillo para revisar la acción en la pantalla que hay en la banda. El colegiado castellano-manchego optaba por anular el tanto por un milimétrico fuera de juego de Yuri, interpretando que el brasileño había impedido la defensa de la jugada por parte de Chumi, en una lectura del reglamento quizá demasiado ortodoxa.

Viéndole las orejas al lobo, a la hora de juego Rubi al fin optaba por intentar reequilibrar su medular dando entrada a De la Hoz por un gris Robertone y buscando mayor velocidad por el costado izquierdo con el cambio de Lazo por Appiah.

Era cuestión de tiempo, no obstante, que el cántaro terminara rompiéndose y lo hizo en el minuto 70, nuevamente con idéntico protagonista, como si Paris Adot quisiera cobrarse venganza por la discutible decisión del VAR que había anulado el anterior. El carrilero diestro, reconvertido de nuevo en extremo ante la pasividad de la retaguardia almeriense, sacaba un zurdazo desde el balcón del área que sorprendía a Fernando alojándolo en la escuadra, haciendo inútil su estirada. El 1-0 hacía justicia a lo visto sobre el césped.

El calamitoso encuentro de la línea medular unionista se simbolizaba poco después, cuando a los 72 minutos Rubi decidía retirar del campo a Curro y Samú para dar entrada a Portillo y Puigmal, lo que unido a la anterior sustitución de Robertone suponía el cambio por completo del centro del campo titular, talón de Aquiles sin duda en El Toralín al verse incapaz de generar juego y de contener al adversario.

Este Almería sigue sin mostrarse completamente fiable y, como ya ocurriera en la visita al Amorebieta, al plantel de Rubi adolece de la solidez necesaria para dotarse de cierta regularidad en el juego y hacerse reconocible, dando esta vez la de arena en tierras bercianas. El Toralín continúa siendo una pesadilla para las huestes de Al-Sheikh.