El paratriatleta almeriense posa en el pabellón que lleva su nombre en la barriada de Los Ángeles.
El paratriatleta almeriense posa en el pabellón que lleva su nombre en la barriada de Los Ángeles. / Marian León

Jairo Ruiz: "En mi caso los Juegos Paralímpicos son muy especiales porque van a ser los últimos"

Juegos Paralímpicos | Paratriatlón

El triatleta almeriense participará en París en sus terceros Juegos Paralímpicos durante la prueba que se celebrará el próximo domingo 1 de septiembre y cuya parte de natación transcurrirá por las aguas del río Sena

"Es el recuerdo más bonito que tengo a nivel deportivo en toda mi carrera", afirma sobre el bronce de Río de Janeiro 2016

Jairo Ruiz se retira a final de temporada

Almería/París dijo adiós este pasado domingo a los Juegos Olímpicos con la celebración de la ceremonia de clausura. Pero el espírtu olímpico aún sigue presente en la capital gala, que en poco más de una semana, del 28 de agosto al 8 de septiembre, acogerá los Juegos Paralímpicos. Ahí estará el triatleta almeriense Jairo Ruiz, quien el próximo domingo 1 de septiembre estará presente en la prueba de paratriatlón en los que serán sus terceros y últimos, puesto que ya anunció su retirada durante el tramo final del presente año, Juegos Paralímpicos. Bronce en Río de Janeiro 2016, viajará hasta la ciudad parisina con el reto de resarcirse del mal sabor que le dejó la última experiencia en Tokio.

Unos Juegos Paralímpicos realmente especiales por ser los últimos para el almeriense, pero también porque en esta ocasión serán más cerca de su Almería natal después de que ya acudiese a los de Río de Janeiro y Tokio. Y lo hace con el recuerdo de su primera experiencia de hace ocho años en la ciudad brasileña todavía tiene muy presente. "Lo recuerdo como si lo estuviera viviendo allí ahora mismo", no duda en afirmar Jairo, quien añade que "es el más bonito que tengo en toda mi carrera deportiva". Logro que ya en su momento le permitió convertirse en uno de los referentes del deporte almeriense.

¿Cómo está llevando estas últimas semanas en las que se acerca ya la gran cita de los Juegos Paralímpicos de París?

Estoy entrenando muy bien, lo que peor llevo es el calor y la humedad que tenemos aquí, pero ya estoy acostumbrado, por supuesto, y no nos queda otra, intento salir temprano por la mañana, las cosas evidentes de evitar las horas centrales del día y eso pero en cuanto a entrenamiento la verdad es que va todo muy bien. 

¿Cuándo pondrá rumbo a París?

Me quedaré en Almería hasta el último día antes del viaje y el viaje en este caso, como no es una prueba digamos normal y corriente de la Federación Española Triatlón, sino que está organizado por el Comité Paralímpico Español, viajamos a modo de expedición. Eso quiere decir que fletan varios aviones con deportistas de distintas modalidades y en nuestro caso viajamos el 24 de agosto. Creo que somos la primera expedición que va allí, todos los deportes que están en la primera parte de los Juegos. La carrera es el 1 de septiembre por la mañana. 

El almeriense posa con un marco homenaje a su figura presente en el pabellón que lleva su nombre en la barriada de Los Ángeles.
El almeriense posa con un marco homenaje a su figura presente en el pabellón que lleva su nombre en la barriada de Los Ángeles. / Marian León

Serán sus terceros Juegos Paralímpicos y también los últimos por su próxima retirada. ¿Son los más especiales? 

Los Juegos siempre son una prueba muy especial por la dificultad que tiene el llegar a clasificarse para poder disputarlo. En mi caso son muy especiales porque van a ser los últimos. Un deportista realmente cuando está compitiendo no sabe nunca a cuántos podrá ir porque tienen que coincidir muchas cosas, como digo es muy difícil clasificarse, pero en mi caso sí sé que no habrá más porque dejaré el deporte de alta competición al finalizar esta temporada, por lo tanto ya no podré volver a ninguno más. Y también son muy especiales porque son los que más cerca voy a tener. Los primeros fueron en Río de Janeiro, los segundos fueron en Tokio y estos son en Francia, que es nuestro vecino de arriba. Están muy cerca, el viaje es muy sencillo, no hay cambio horario, la alimentación es prácticamente la misma, el clima cambia muy poco. Lo hacen muy especial también, podrá venir mucha gente a verme, mucha familia, amigos y lo compartiré también con un grupo muy grande que tenemos ahora en la selección española de triatlón. El equipo ha ido creciendo muchísimo a lo largo de estos años y hemos hecho un grupo muy bueno, no solo a nivel deportivo, sino que realmente somos muy amigos entre todos, nos llevamos todos muy bien y compartir este viaje también con ellos, que algunos están casi desde cuando yo empecé. 

¿Cón ánimo de resarcirse de Tokio donde no pudo repetir medalla?

En Tokio tuve una muy mala experiencia, no por el hecho de no conseguir una medalla, porque conseguir una medalla es algo tremendamente difícil, tienen que alinearse muchos astros y tener mucha suerte ese día para que lo consigas, sino por el rendimiento que tuve aquel día. Mi rendimiento estuvo muy lejos de lo que yo realmente estaba preparado para hacer allí. Eso a cualquier deportista es lo que peor le sienta.Yo podría haber rendido a mi cien por cien y tener el mismo resultado. Sin embargo, mi sensación, los sentimientos que yo tendría serían muy diferentes. Lo que busco en esta carrera es volver a vivir lo que viví en Río, no el resultado deportivo, no esa medalla, por supuesto que me encantaría y voy a salir a intentar ganar las pruebas, pero lo que busco en esta experiencia es conseguir rendir al máximo nivel que yo ahora mismo puedo rendir y eso es realmente difícil. 

El triatleta almeriense también cuenta en su piel con un tatuaje en recuerdo en su participación en los Juegos Paralímpicos de Tokio.
El triatleta almeriense también cuenta en su piel con un tatuaje en recuerdo en su participación en los Juegos Paralímpicos de Tokio. / Marian León

Todo suele decidirse por pequeños detalles.

Aparte de que los rivales son muy fuertes y están muy bien preparados, en este deporte interviene un elemento mecánico como es la bicicleta, que siempre puede pasar cualquier cosa, aparte de caerte, se puede pinchar, se puede averiar, le pueden pasar un millón de historias. Luego estamos nadando en un río que puede tener más corriente o menos, depende si los días previos llueve, la carrera a pie, al final el cúmulo de tantas cosas puede hacer que muchas cosas salgan bien o muchas cosas salgan mal. 

Jairo Ruiz nadará las aguas del río Sena

¿Cómo están viviendo la controversia que ha habido en torno a la calidad del agua del río Sena? Durante los Juegos Olímpicos llegó a posponerse la prueba de triatlón un día.

Hemos tenido mucha incertidumbre hasta que finalmente hemos visto a nuestros compañeros olímpicos competir y después de que hayan competido tanto hombres como mujeres y el relevo mixto, ya lo tenemos bastante más claro que, salvo una hecatombe, sí que se va a celebrar la prueba tal y como estaba prevista. Hay un plan B, pero más que por la calidad del agua es por la fuerza que lleva el río. El año pasado cuando se hicieron las pruebas, el río iba con mucho menos caudal que este año. Se ve que han tenido un año muy lluvioso en el norte de Francia y el río viene con muchísima agua. El problema principal es la corriente. Ayer (por el pasado jueves 8 de agosto) fue la prueba de natación de aguas abiertas de 10.000 metros y son los mejores nadadores del mundo. Si te fijaste, cuando iban corriente en contra, les costaba mucho trabajo avanzar. En el giro de la boya no podían girar pegados a la boya, la corriente se los llevaba unos metros y tenían que buscar la forma de volver. Estamos hablando de los mejores nadadores del mundo sin discapacidad. En unos Juegos Paralímpicos, que para empezar no somos nadadores, somos triatletas, y encima todos tenemos alguna discapacidad más o menos grave, esa corriente tan fuerte podría hacer que muchos compañeros no sean capaces de salir del agua. Es el principal problema. Hay un plan B, como digo, y es que nademos todo corriente a favor, obviamente aumentando la distancia para que el tiempo que estemos dentro del agua sea el mismo que en el circuito original. Eso sería en el peor de los casos de que el río llevara tantísima fuerza como ahora.

Plano detalle del tatuaje que tiene conmemorativo a su participación en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016.
Plano detalle del tatuaje que tiene conmemorativo a su participación en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016. / Marian León

Ocho años después de su primera experiencia, ¿cómo recuerda los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016?

Es un recuerdo muy bonito, creo que el más bonito que tengo a nivel deportivo en toda mi carrera, y es un recuerdo imborrable. Creo que lo tendré toda mi vida, tanto la preparación, como el viaje, como el hecho de estar allí. Todo fue muy bonito, éramos un equipo súper pequeño, solamente éramos, en cuanto a deportistas, dos hombres y dos mujeres, más un técnico que nos acompañó. Realmente éramos una delegación súper pequeña, era todo muy familiar. El resto de deportes son muchas más personas las que componen la delegación. Lo recuerdo como si lo estuviera viviendo allí ahora mismo. A mí me colgó la medalla Marisol Casado, que en aquel momento y todavía a día de hoy es la presidenta de la Federación Internacional de Triatlón, pero es española. Y ya como máxima casualidad, el voluntario que traía la medalla en la bandeja es un chico de Almería que estaba estudiando en una universidad de Río de Janeiro y se apuntó allí para ser voluntario en las pruebas, y casualmente le tocó entregar el bronce del Paratriatlón en mi categoría.

"En aquel momento, lo he dicho muchas veces, no era el favorito para nada"

¿Qué se le pasó por la cabeza en el momento de cruzar la línea de meta y ver que era bronce?

Fue un poco no una liberación, porque en aquel momento tampoco era consciente de realmente la repercusión que tenía ese evento. Como no lo había vivido nunca, ni el triatlón había estado, no sabíamos tampoco muy bien a qué nos enfrentábamos. Para mí era una carrera más, digamos del nivel de un campeonato del mundo, algo muy serio, pero tampoco sabía muy bien a lo que iba. En aquel momento, lo he dicho muchas veces, no era el favorito para nada. En una buena carrera internacional podía estar quinto o sexto, pero hacer pódium siempre era porque alguno de los rivales fallaba o no venía o algo pasaba, pero no era lo normal. Es verdad que todo ese año me estuve encontrando muy bien, pero poder entrar tercero fue apoteósico. 

¿Hasta qué punto le cambió la vida ese momento? 

Totalmente, a nivel, sobre todo, profesional. Porque hasta ese momento yo ya estaba viviendo en Madrid, en el centro de alto rendimiento, pero me consideraba un deportista amateur. Aunque le dedicaba muchísimas horas al día y era mi principal actividad, pero era un deportista amateur. Y a partir de ese momento me convertí en deportista profesional, en un triatleta en el que su única ocupación era entrenar, viajar y competir, y nada más. Antes casi que ya lo hacía, pero desde aquel momento empezaron a aparecer programas de becas, patrocinadores, premios, ayudas. Aparte de que se profesionalizó muchísimo el paratriatlón a nivel mundial.  

Jairo Ruiz durante un momento de la entrevista realizada en el Pabellón Jairo Ruiz.
Jairo Ruiz durante un momento de la entrevista realizada en el Pabellón Jairo Ruiz. / Marian León

¿Cómo le llegó la llamada unirse al CAR de Madrid y cuál fue su reacción en aquel momento? 

Estar en el centro de alto rendimiento no te supone tener ninguna beca ni ningún tipo de sustento económico. Solamente, muy entrecomillas, tienes tu manutención allí, la comida, dormir, más todos los servicios que están aparejados al deporte. Entrenadores, fisioterapia, médicos. Todo está allí dentro y, por supuesto, no hay que pagar nada. Pero no te reporta ningún beneficio económico. Como todos los años, la Federación Española de Triatlón, una vez que termina el curso escolar, porque las becas normalmente van por curso escolar, en torno a junio o julio, se abre el plazo para solicitar una plaza en el centro de alto rendimiento de Madrid. En aquel momento había doce plazas para toda España y yo solicité una de ellas. No había ni ha vuelto a haber ningún triatleta con discapacidad becado en el CAR de Madrid. Sabía que eso era muy difícil que me la dieran porque estaba compitiendo principalmente contra chicos junior y chicas del máximo nivel y con muchísima proyección a futuro. Mi sorpresa fue que unas semanas después me llamó por teléfono el director técnico de la Federación en aquel momento y me dijo que sí, que me daban la beca para estar en el centro de alto rendimiento como deportista interno y que querían contar conmigo y que si estaba dispuesto a irme en septiembre a vivir a Madrid. Esto sería julio, que no podía tardar mucho en decidir porque, como digo, había muchos chicos junior que querían esa plaza y si yo decía que no, llamarían al siguiente de la lista. 

"Todos los deportistas que están allí su objetivo final sería ser campeón del mundo o estar en unos Juegos Olímpicos. Por supuesto, no lo consiguen nada más que unos pocos elegidos, pero ese es el objetivo final, por eso existe un centro de alto rendimiento, es como una fábrica de campeones". — Jairo Ruiz - Triatleta paralímpico almeriense

¿Es en ese momento cuando ve más cerca que puede dedicarse a este deporte profesionalmente?

Exactamente, el hecho de estar allí no te supone nada, lo que te da es un pequeño empujón a nivel anímico de decir, esta gente, que son los que más saben de triatlón a nivel nacional, creen que yo tengo posibilidades de llegar a conseguir grandes cosas, grandes objetivos, porque esa es la función principal del centro de alto rendimiento. Todos los deportistas que están allí su objetivo final sería ser campeón del mundo o estar en unos Juegos Olímpicos. Por supuesto, no lo consiguen nada más que unos pocos elegidos, pero ese es el objetivo final, por eso existe un centro de alto rendimiento, es como una fábrica de campeones. Por supuesto, si entran 100 a lo mejor lo consiguen dos, pero todos los que están allí tienen un potencial que les podría llevar a conseguir eso, es lo que te hace ya pensar si esta gente se está fijando en mí, algo tiene que haber.

¿Cuál es el mejor recuerdo que guarda de esta etapa?

Fue una experiencia muy bonita, además he estado allí algo más de diez años y he visto pasar a varias generaciones de estos chicos juniors que van creciendo, se van haciendo sub-23, algunos pasan directamente a categoría absoluta y lo bueno del centro de alto rendimiento precisamente es eso, es la convivencia que se genera entre todos los deportistas. Aquello no deja de ser más que una especie de hotel o de residencia en el que vivimos todos juntos, hay un salón común donde todos comemos juntos y todos los servicios comunes los hacemos todos juntos. Es una experiencia muy bonita conocer a gente de otros deportes y que te cuente en qué consiste su actividad, cómo viajan, cómo hacen las cosas, en aquel momento estaba allí Lydia Valentín, estaba Carolina Marín, Jesús España, hay un montón de deportistas de cualquier deporte que estaban allí, todos de deporte olímpico por supuesto, igual estábamos comiendo en el comedor, hay una televisión y los veías por televisión que acababa de ganar Carolina Marín el segundo Mundial y al día siguiente venía y estaba allí comiendo contigo, porque también era su casa, eso es muy muy bonito. 

"En Madrid siempre he dicho que estaré eternamente agradecido de lo bien que me han tratado"

En 2021 deja el CAR y regresa a su Almería, ¿qué fue lo que le llevó a tomar esa decisión? 

Ya llevaba muchos años viviendo en Madrid y tenía claro que después de los Juegos de Tokio me gustaría volver a mi casa, volver a vivir en Almería. Estar en Madrid ha sido una experiencia fantástica y era donde tenía que estar en aquel momento, pero es cierto que después de tantos años, de tantas temporadas, ya adquirí una experiencia y un bagaje a nivel deportivo y personal que me permitía entrenar prácticamente igual, si no igual, estuviera donde estuviera. Quería estar en el sitio donde me sintiera más cómodo y más a gusto. Me refiero a tener a mi familia, tener a mis amigos y tener mi entorno cerca. En Madrid siempre he dicho que estaré eternamente agradecido de lo bien que me han tratado, pero no tenía a nadie. Cuando llegué empecé a conocer a la gente, al final nos hicimos muy buenos amigos y serán amigos para toda la vida. Pero toda mi familia, mis amigos de siempre, mi entorno, el terminar de correr en invierno y meter las piernas en la playa para que dé un poco de frío y te ayude a soltar los músculos, no es lo mismo que meter las piernas en una piscina fría. Yo estoy en la playa porque es mi playa y tenía muchas ganas de volver a casa y a la vuelta de los Juegos de Tokio, precisamente por la pandemia y la incertidumbre que generó y los problemas que tuvimos para la convivencia, sobre todo en ciudades grandes, fue lo que ya me impulsó a decir me voy a una ciudad un poquito más pequeña, como es Almería, que además es mi casa, y tenía la opción de que en aquel momento yo tenía una casa aquí a la que podía volver. 

¿A alguien le llegó a extrañar esa decisión?

No, ese caso suele darse más en deportistas muy jóvenes, deportistas junior que llevan uno o dos años y no se terminan de adaptar al sistema de entrenamiento que hay allí y deciden irse a su casa o a otro sitio con la idea de seguir entrenando. Es cierto que en esos casos les cuesta mucho más. Tenemos ejemplos clarísimos que han salido muy bien. Sin ir más lejos, Roberto Sánchez Mantecón acaba de estar en los Juegos Olímpicos, ha hecho un carrerón, ha sido uno de los representantes españoles y fue su caso. Él estuvo en la Blume unos años, no terminaba de encontrarse cómodo del todo con el sistema de entrenamiento. No es que sean mejor o peor, cada uno al final tenemos nuestra personalidad y tienen que gustarte las cosas que se hacen. Y decidió marcharse y le fue estupendamente bien. Se fue de allí con su propio grupo de entrenamiento y cada vez ha ido más rápido, ha ganado mundiales, ha ganado un montón de cosas y ha llegado a los Juegos. En caso de deportistas más jóvenes sí que se les insiste un poco más, que se lo piensen bien, que vean a dónde van, porque les falta esa experiencia de cuando tú estás solo, aunque tenga un entrenador, pero todo depende de ti. La motivación diaria de tener que ir a entrenar, mantener mi rutina de horario, mantener todo, igual que allí. Al final en casi cualquier sitio se puede entrenar. Cuando eres más mayor yo ya tenía las cosas muy claras, tengo muchísimas experiencias, ya me sé plantear un día a día, una rutina, unas cosas, darle prioridad a lo que para mí es más importante. A mí nadie me puso pegas, todo el mundo, obviamente, dijeron piénsatelo bien, tenemos hasta tal fecha para si quieres quedarte o no, ya cuando tú decidas, nos dices y tu elección será buena.

Jairo Ruiz posa en el podio con la medalla de bronce conseguida en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016.
Jairo Ruiz posa en el podio con la medalla de bronce conseguida en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016. / Mikael Helsing (EFE)

¿Cuándo comienza a plantearse de manera más seria la retirada?

Creo que empezó a rondar la idea en el 2022. A la vuelta de los Juegos de Tokio, después de aquella mala experiencia, tuve muchos problemas, no me permitía entrenar como sé. Yo no me permitía entrenar como hay que entrenar para rendir a este nivel. Sé lo que hay que hacer, pero no podía hacerlo porque mi cuerpo no aguantaba, porque mi cabeza no aguantaba, porque había muchos factores que no me dejaban hacerlo. Llegaba a las competiciones y no salían bien. Y cuando eso se empezó a alargar en el tiempo fue cuando yo empecé a pensar que la etapa de deporte de alto nivel se estaba terminando porque ya no puedo hacer lo que se necesita para estar ahí. Por suerte a mediados del 2023 me empecé a encontrar mucho mejor y todo volvió un poco a la normalidad. Pero tengo ya claro que mi cuerpo no aguanta mucho más este nivel de exigencia. De hecho, ahora creo, no lo puedo asegurar porque no he hablado con todos mis rivales internacionales, pero creo que soy ahora mismo el que menos entrena de todos. Aunque cuando hablo con la gente entreno muchas horas, obviamente, y hago entrenamientos muy exigentes, pero creo que soy el que menos entrena de todos porque si entreno igual que ellos me lesiono. Entonces no puedo. Si empiezo a entrenar lo que de verdad necesito, sé que me voy a lesionar y no voy a poder ir a la carrera. Así que entrenar un poco menos.  

¿Sabe qué le deparará el futuro cuando en octubre en Málaga dispute su última prueba? 

Espero, y es lo que más me gustaría, poder seguir vinculado al mundo del deporte. De una u otra manera, al final hay muchas formas de estar vinculado al mundo del deporte. Ya para este ciclo soy patrono de la Fundación Andalucía Olímpica, planteamos el sistema de becas que habrá para los nuevos deportistas en Andalucía, planteamos su acceso a las instalaciones deportivas. Todo lo que gestiona la Fundación Andalucía Olímpica, que al final es la institución que organiza un poco el deporte olímpico en Andalucía. He estado también unos años dentro de la Asamblea de la Federación Española de Triatlón. Me llama mucho la atención el punto de la organización deportiva o la gestión deportiva, pero me gusta todo lo que esté cerca del deporte. Entonces podría desde acompañar a los nuevos compañeros que estén en la selección nacional, acompañarlos a sus viajes como técnico de apoyo. Podría estar con la Federación haciendo mil cosas. Me encantaría estar vinculado al mundo del triatlón porque es algo que me apasiona y creo que a lo largo de tantos años he tenido una experiencia y un bagaje que creo que debería de compartir porque algo de eso seguramente pueda venir muy bien a los nuevos paratriatletas que están empezando. 

¿Qué le diría al Jairo de cuando estaba empezando en el triatlón?

Darme un consejo a mí mismo es muy difícil. Lo que siempre digo y creo que soy una afortunado es que no me arrepiento de nada. Creo que empezar un poquito tarde o empezar un poco mayor en este deporte, buscando un rendimiento, lo que me ha aportado desde el primer momento ha sido mucha madurez y todas las decisiones que he tomado las he tomado por mí mismo. Por supuesto no he acertado en todas, muchas de ellas me he equivocado, pero como las tomé yo y sabiéndolo yo, el acierto o el error siempre ha sido mío. Nunca he tenido que reprocharle nada a nadie, nunca me he enfadado con nadie porque mira, es que por tu culpa mira lo que ha pasado. Incluso cuando un entrenador me ponía un entrenamiento y luego me lesionaba, el que hace el entrenamiento soy yo. Si veo que eso no me va bien tengo la capacidad para decirle al entrenador oye esto mejor no porque creo que es peligroso, vamos a hacer otra cosa. Todo ha dependido de mí siempre y creo que no cambiaría nada de todo lo que he hecho.

Un sueño cumplido y otro por cumplir.

En el sueño cumplido está claro, todo el mundo entiende que la medalla que tuve en Río ha sido lo más impactante que he conseguido en mi carrera deportivay un sueño por cumplir siempre me ha quedado la espinita de ganar un Mundial de triatlón. Llegué a ser segundo en un año muy bueno pero nunca pude ganarlo y eso creo que es la única que me falta. Tampoco gané nunca un Campeonato de Europa porque resulta que el campeón del mundo es alemán y era el mismo que ganaba el Campeonato de Europa, pero ganar un Campeonato del Mundo de triatlón sí que lo he ganado de otras modalidades asociadas al triatlón, duatlón, acuatlón, todas estas cosas, pero el triatlón nunca lo gané, lo más cerca fue un segundo y la verdad es que me hubiera encantado ganarlo.

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