El goleador que se hizo taxista
Fútbol l Reportaje
Ángel Vizcaíno llegó a hacer una pretemporada en Primera a las órdenes de Camacho, en el Espanyol · En la campaña 93-94 fue el delantero con más goles marcados (34) de todas las categorías nacionales

Ángel Vizcaíno fue uno de los mejores delanteros que ha tenido el fútbol almeriense, hasta el punto de que en la temporada 1993-94 se convirtió en el máximo goleador de todas las categorías nacionales, logrando el ascenso a Segunda B con el Polideportivo Almería, que entonces presidía Antonio Gómez Pomares.
La brillante campaña que remató marcando 34 goles, hizo que el RCD Espanyol de Primera le llamara para entrenar en la pretemporada a las órdenes de Camacho. Hoy en día trabaja como taxista en la capital almeriense, pero no se le ha quitado el gusanillo del fútbol y le gustaría volver a este mundo del deporte rey, entrenando a los jóvenes de la cantera o cumpliendo las obligaciones que le marque el club que quiera recuperarle para un deporte que le ha dado todo en su vida profesional como jugador.
Vizcaíno dejó el fútbol activo cuando tenía 36 años y militaba en el CD Roquetas, pero al año y medio volvió a jugar con El Parador en Primera Andaluza, porque no se habituaba a dejar los vestuarios, pese a haberse cortado la coleta con el equipo rojillo. Luego se hizo cargo de este equipo: "Fui destituido como técnico al no haber buenos resultados, descendiendo de categoría el equipo con otro entrenador. Llevo dos años y medio con el taxi, pero pese a la crisis vamos saliendo adelante y dando de comer a una familia. En este trabajo estamos vendidos porque subimos gente de toda clase, pero afortunadamente a mí no me ha sucedido nada malo, aunque sí a otros compañeros", afirma.
Preguntado sobre por qué no seguía ligado al fútbol recordaba que no le ha salido nada que lo ilusione, pero si algo lo llenara dejaría el taxi. "Me encantaría trabajar con las bases de la UD Almería, pero es complicado, en este mundo se olvidan de uno enseguida si no ocupas las portadas de los periódicos. En la temporada 93-94 hice una campaña muy buena con el Poli Almería, ascendiendo a Segunda B, se fijó el Espanyol y firmé con ellos, hice la pretemporada con el primer equipo de Camacho y aquello supuso una experiencia muy bonita. Jugué varios partidos amistosos, pero era complicado dar un salto tan grande, desde Tercera hasta Primera, y demostrarlo en sólo veinte días de pretemporada, era muy dificil. Luego fui cedido al San Andrés, volví al Poli Almería, y recalé en el Poli Ejido seis años. Camacho me dijo que era uno más pero que debía demostrarle que tenía cabida en el equipo. Al acabar la pretemporada me felicitó por mi trabajo, pero hablando con sinceridad me dijo que estaba la cosa complicada y siguiera adelante con mi carrera".
El hoy taxista tiene muy buenos recuerdos de aquellos tiempos porque se formó un equipo basado en la cantera, ya que "excepto Paquito y Juan Ángel, que venían de Huelva, los demás éramos jugadores de Almería y demostramos que había aquí futbolistas para subir de categoría como Pía, Manolillo, Héctor, Rafagol... Fue un grupo humano maravilloso y un año muy bonito. El técnico era Pepe Rivera, de Huelva, ya fallecido. Luego conseguí los dos ascensos seguidos con el Poli Ejido después de venir de Barcelona, a Segunda B y A, con Antonio Tapia, el técnico que más me ha influenciado, el que más me ha enseñado como futbolista y como persona. Lo tuve dos temporadas y media como entrenador y, por desgracia, lo cesaron por los resultados. Es un hombre muy educado y aprendes mucho de él, muy humilde, era la misma persona en El Ejido en Tercera que en Segunda A. Me ha dejado huella Antonio Tapia. Viví con él el ascenso consecutivo del Poli Ejido de Tercera a Segunda A, fue muy bonito y guardo un gran recuerdo de él", manifestaba.
Ángel vivió un ascenso con el Poli Almería y dos con el Poli Ejido, pero también los momentos amargos de los descensos con el Poli Ejido en su primer año como celeste. Allí, tras ascender a Segunda B, se hizo un equipo para mantener la categoría, con jugadores como el ex rojiblanco Francisco, pero acabaron subiendo en una temporada espectacular a Segunda A, en un objetivo que los de Tapia no tenían previsto al principio: "Recuerdo el gol que marqué con el Poli Ejido en el ascenso a Segunda A. Nos tocó curiosamente el filial del Espanyol, y si no ganamos no hubiésemos seguido adelante en la liguilla", cuenta el delantero que pasó cuatro temporadas en el CD Roquetas, casi seis en el Poli Almería y otras seis en el Poli Ejido. "Tres equipos que me han marcado. Tambien viví dos ligas de ascenso con el Roquetas, metiendo dos goles en la fase de ascenso en Albacete. Perdíamos 2-0 y pudimos seguir en la liguilla gracias a esos tantos. Ahora no estoy entrenando y estoy abierto a que me llamen de cualquier club para echar una mano. No son reproches, pero me encantaría que la UD Almería no me olvidara y poder hacer con ellos algo ilusionante, entrenar chavales o ayudar en lo que sea".
Vizcaíno lamenta el reciente fallecimiento del técnico Paco González: "Fue mi entrenador hace 22 años en mi primer año de aficionado al salir de juveniles, lo he sentido mucho. Hace poco nos vimos por el centro y nos dimos un abrazo. Ha sido una sorpresa porque aún era joven. Mis condolencias a la familia". El ex delantero intenta mantenerse en forma yendo a nadar a la piscina del pabellón de Los Ángeles, que está muy cerca de su casa. Tiene dos hijas de 15 y 11 años.
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