Le falta 'chispa'
UD ALMERÍA
Sin velocidad y sin potencia en el partidillo, habrá que esperar cómo responde este domingo Kalu Uche en El Alcoraz y desde el comienzo
Será titular, o eso es lo que ha venido enseñando durante toda la semana Néstor Pipo Gorosito. Pero lo que puede ofrecer Kalu Uche desde la partida y durante 90 minutos es toda una incógnita, en vista a lo que el atacante nigeriano viene ofreciendo cada mañana en la sesión de trabajo en el anexo del Estadio de los Juegos Mediterráneos.
Con Pozo nutriéndole de balones desde la posición de enganche y con Quique González y Ramírez desde los costados buscando el remate certero del africano, la verdad es que Kalu no atina. Y eso es algo inquietante cuando se supone que llegó en el mercado invernal para convertirse en un jugador clave en un Almería que entonces iba a la deriva y que hoy en día intenta arribar a puerto, a pesar del fuerte oleaje vivido en las dos últimas jornadas. Y sobre todo si se tiene en cuenta que es la gran apuesta en la punta de ataque para no terminar de naufragar en el final de liga.
En los encuentros en los que había participado hasta ahora ya se dejaba ver un rendimiento preocupante del nigeriano.
Está claro que ya, con 33 años, no tiene el cuerpo ni la resistencia y fortaleza que atesoraba cuanto aterrizó por primera vez en Almería, hace ya una década, y que continuó mostrando durante seis temporadas en las que, con más o menos acierto de cara a puerta, pero prácticamente siempre luchando y sacrificándose, jugando en varias posiciones, se convirtió en un ídolo para la amplia mayoría de la grada.
El Kalu de ahora es mucho más apático sobre el verde. Sabedor de sus limitaciones físicas, dosifica sus carreras y sus esfuerzos. Entrando en el césped como revulsivo, en lo que ha sido su principal rol hasta la fecha (solo ha sido titular en una ocasión), y habiendo jugado una media de 30 minutos por encuentro, han sido muchos los partidos en los que ha aportado más bien poco o nada al juego del equipo. El gol en el tiempo de descuento frente al Bilbao Athletic, que dejó en casa tres puntos vitales, es su mejor y casi único bagaje en las diez ocasiones en las que ha vestido la elástica rojiblanca desde su regreso.
En los entrenamientos de esta semana, en los que ha formado dentro de los teóricos once titulares de cara al partido del domingo en Huesca, Uche ha seguido sin dar señales de vida. Mientras otros compañeros ponían mucha más intensidad en sus acciones, Kalu se lo tomaba con más calma. Despacito, a su ritmo, quizás pensando en eso, en dosificarse, o quizás porque le falta una chispa que el Almería necesita más que nunca en la lucha que mantiene por permanecer en la Liga de Fútbol Profesional.
Ayer, en el partidillo entre el once que saldrá de inicio, en el que formaba el africano, y los suplentes, se le vio lento y sin potencia arriba. Alguna vez aguantó bien el balón, de espaldas a portería, una baza que Gorosito quiere utilizar sobre todo en los primeros minutos para desahogar al equipo y esperar la segunda oleada de jugadores ofensivos con los que crear acciones de peligro. Pero a la hora de rematar, el nigeriano no aparece. No llegó en dos ocasiones claras y otra que tuvo, en un balón que le dio Quique desde la derecha y en la que se quedó con todo a favor para fusilar a gol dentro del área, tardó más de la cuenta en leer la situación de juego, cuando vino a darse cuenta quiso avanzar y acabó perdiendo el balón. Oportunidades así no se pueden desaprovechar, ni siquiera en partidillos de entrenamiento. Porque ya lo dice una de las máximas del deporte: se entrena como se juega. Y esa máxima, extrapolada al estado actual de Uche, es realmente alarmante.
Ahora, Kalu tendrá la responsabilidad de ser de la partida el domingo en El Alcoraz, donde tendrá que mostrar su mejor versión si realmente quiere ser importante en este Almería y convertirse en el héroe de final de temporada que Alfonso García esperaba cuando lo trajo de vuelta.
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