¿Cuánto dura mi prótesis?
la consulta del especialista
Definición. Consiste en resecar el cartílago y el hueso destruido por la artrosis y sustituirlo por un implante que haga las funciones de la rodilla y sin dolor posterior para el paciente
Esta es la pregunta que con más frecuencia me suelen hacer los pacientes a los que les planteo que, la única opción para mejorar su calidad es sustituir su cadera o rodilla por una artificial. Es una decisión difícil para aquél que tiene que tomarla pero las circunstancias mandan. Una de las preguntas que suelo hacer a los pacientes que refieren dolor en la ingle, la raíz del muslo y el glúteo es si se pueden poner los calcetines por sí mismos. Con frecuencia me miran sorprendidos, como si hubiera adivinado un secreto que sólo ellos conocieran; me miran con los ojos muy abiertos y responden: "hace años que me los tienen que poner; por mi mismo, no llego, imposible. Me cuesta una eternidad poder subir o bajar de un coche". Esa pregunta tan sencilla, ya orienta acerca del origen del dolor, y éste no es otro que LA CADERA, y el dolor venga relacionado con artrosis o enfermedades que provocan la deformidad de la cabeza femoral. En el caso de la rodilla, la clínica es más evidente. Rigidez al levantarse por la mañana, que en ocasiones se mantiene durante minutos, una deformidad de las piernas hacia dentro o hacia fuera, imposibilidad para subir o bajar escaleras son algunas de las señales que nos orientan a tomar la decisión de poner una prótesis. Sin embargo, es el paciente el tiene la última palabra, sobre todo cuando no puede descansar por la noche debido al dolor, o porque está literalmente harto de tomar medicación, ya sea antiinflamatoria o analgésica, llegando incluso a precisar opioides mayores. Tampoco ha tenido resultado el tratamiento con medicación intraarticular como las infiltraciones de corticoide, ácido hialurónico o las biológicas como el plasma rico en factors de crecimiento.
¿Qués es una prótesis?
En España se colocan al año alrededor de 45.000 prótesis de rodilla. Esta intervención consiste en resecar el cartílago y el hueso destruido por la artrosis y sustituirlo por un implante que haga las funciones de la rodilla y SIN DOLOR. El reemplazo de la rodilla debe ser realizado conservando, en lo posible, la mayor parte de las estructuras de la articulación original.
¿Por qué un paciente necesita una prótesis de rodilla?
Probablemente debido a la mala calidad de vida. El dolor le obliga a tomar analgésicos a diario, que además no consiguen que un alivio pleno del mismo. Debido a esta limitación en sus rodillas, se encuentre muy impedido para hacer las actividades de la vida diaria. En ocasiones, el dolor le despierta por la noche.
En resumen, no puede realizar una actividad física plena, y porque la intensidad del dolor NO se atenúa con medicación.
¿Quién tiene la edad indicada para una prótesis?
Realmente no hay una edad límite; nunca un paciente es demasiado joven ni demasiado viejo. De lo que se trata es del alivio del dolor y de la recuperación de la función de la rodilla. Puede haber pacientes menores de 50 años con una gran limitación y otros por encima de los 80 con el mismo problema.
¿En qué consiste la intervención?
Se realiza una incisión en la parte anterior de la rodilla que puede variar entre los 10-15 cm. Se trata de resecar el cartílago de la rodilla que se encuentra destruido, e implantar una prótesis que consta de 4 partes: un escudo para el fémur, una pieza con forma de platillo para la tibia, otra con forma de botón para la rótula y un polietileno a modo de meniscos para hacer que la articulación entre las piezas de la prótesis funcione y no haya problemas de congruencia. Se suele realizar con anestesia raquídea, es decir, de cintura para abajo que es más segura y con menor índice de complicaciones que la anestesia general.
Al finalizar la intervención se puede colocar un drenaje recuperador. Es un depósito que recoge la sangre que proviene de la articulación para evitar que se acumule dentro de la rodilla. Dicha sangre se puede reinfundir al paciente dentro de las 6 primeras horas, una vez ha pasado una serie de filtros para eliminar células muertas y partículas de desecho. De esta manera, se puede evitar la transfusión de sangre de donante, ya que no es infrecuente que aparezca anemia tras la cirugía debido al sangrado proveniente del hueso y de las partes blandas como la musculatura y la grasa subcutánea. En el caso de la cadera, lo que se sustituye es la cabeza del fémur por una esfera de metal o de cerámica y, además, se coloca una cúpula para que articule la pierna con la pelvis que se llama cotilo y permita tener movilidad.
¿Cuánto dura una prótesis?
La supervivencia varía en función de varios parámetros:
- De los materiales a usar, sobre todo del polietileno que es esa almohadilla que separa el componente femoral del tibial. Hay diferentes grosores y tipos. El más usado el polimetilmetacrilato. En función de su densidad y debido a la fricción, se desprenden una serie de partículas que se acumulan alrededor de los componentes femorales y tibiales. Con el paso del tiempo se formarán quistes rellenos de esas partículas que despegarán las piezas, provocando el aflojamiento de las mismas y la aparición de dolor, conllevando la necesidad de recambiarla.
- La posición de los componentes: si se colocan malalineados, el desgaste no será homogéneo en todas las partes y la prótesis serán dolorosas.
En el caso de la cadera, con una biomecánica más agradecida, la duración del implante puede superar con facilidad los 20 años, sobre todo cuando se usan componentes de cerámica que minimizan la fricción. La rodilla en cambio, dura menos, pudiendo superar con facilidad los 10 años y, dependiendo de las circunstancias, acercarse a los 15 o 20 años.
Complicaciones.
Básicamente son dos, la infección y la trombosis de las piernas. La posibilidad de infección dentro del quirófano o en los días posteriores de la operación, depende de cada hospital, pero suele ser entre el 2 y el 4% de las intervenciones de prótesis de rodilla. Para evitar la infección, antes, durante y después de la operación se pauta tratamiento antibiótico intravenoso. En el caso de la trombosis de las piernas, la posibilidad de desarrollarla en los 3 primeros meses tras la intervención es del 1-3%. Afortunadamente, hay fármacos que previenen la aparición de esta complicación, como es el caso de las heparinas que se pinchan alrededor del ombligo, cada día durante un mes.
Más recientemente se han desarrollado fármacos que se toman vía oral (ribaroxaban) con el mismo efecto que las heparinas, para la prevención de las trombosis secundarias a la colocación de una prótesis de rodilla y la ventaja de no precisar un nuevo pinchazo cada día. Cualquiera de los dos tipos de medicación deberá ser administrada durante el primer mes tras la intervención.
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