19-V-07, una década del ascenso con Emery
El 3-1 a la Ponferradina significó el regreso a Primera 38 años después del 'milagro de Maguregui'
Aquello ocurrió tal día como hoy de hace una década, el primer partido que en las taquillas del Mediterráneo se colgó el 'no hay entradas'. Pero llegó con una semana de 'retraso'. Les refresco la memoria. Todo estaba preparado para que el ascenso matemático hubiera sido el domingo anterior, en Lorca, ante un rival ya descendido a Segunda B. El 'Artés Carrasco' se llenó de aficionados y banderas almerienses… para nada. La UD perdió increíblemente 3-1 y hubo que posponer el ascenso una semana.
El rival era la Ponferradina, que tenía la obligación de ganar para no descender; y no faltó demasiado para que lo consiguiese. Se adelantó en el marcador y estrelló dos tiros en el larguero. Almería entera fue una fiesta toda la semana. Llamadas de los medios de comunicación a acudir el Mediterráneo y las peñas asistiendo a los entrenamientos para dar calor y ánimo a los jugadores. No podían volver a fallar.
Y llegó el sábado. En toda la ciudad se respiraba un ambiente de euforia. Desde el 10 de junio de 1979 no se había vivido nada igual en Almería: un ascenso a Primera. Aquel fue el 'milagro de Maguregui'; 38 años después podía ser el de Emery. Las peñas fueron al Gran Hotel a saludar a los jugadores y atravesaron toda Almería con gritos y cánticos. Igual que hizo la recordada peña 'Los Churros' 38 años antes.
A las siete de la tarde no cabía un alfiler en el Mediterráneo. Unai Emery hizo saltar al campo a Westerveld; Bruno (De Palmas 68'), Carlos García, Acasiete, Domingo Cisma; Soriano, Cabrera (Corona 55'); Mané; Ortiz, Kalu Uche y Míchel (Bermejo 62'). No jugaba el extremo izquierdo titular Crusat por sanción. La Ponferradina opuso a Rubio; Cifuentes, Bornes (Ramírez 73'), Alessandría, Fuentes; Fran, Dani Borreguero, Soria (Robles 55'), Raponi (Pereira 60'); Rubén Vega y Baha. Pitó Ontanaya López, que expulsó a Mané (79') por doble amarilla.
No comenzó bien la fiesta. A los 7' hay una contra de la 'Ponfe', centro desde la izquierda a Rubén Vega quien, solo en el área chica, cabecea a la red. Pintaban bastos. Pero aquel Almería tenía una capacidad de reacción inagotable y en dos minutos le dio la vuelta al marcador. Ortiz (19') y Uche (20') materializaron los goles, ambos por bajo aprovechando balones rasos perdidos en el área.
A partir de entonces la UD controló el partido, aunque con algunos sustos, como los disparos al larguero de Borreguero (43') y Ramírez (81'), aunque también un tiro de Mané dio en el poste visitante (70'). Los minutos finales fueron de sufrimiento, con el Almería más nervioso de lo habitual y la 'Ponfe' al ataque, ya que la derrota lo descendía. Faltaba la guinda del pastel, que la puso Corona (92') en una contra que culminó con una bonita vaselina a Rubio. Fue el definitivo 3-1 y el éxtasis de la afición.
Aunque se había dicho durante la semana que nadie saltase al campo, resultó inevitable. Las imágenes de los jugadores más queridos manteados en paños menores dieron la vuelta a España, igual que el baño de futbolistas, entrenador y presidente en el vestuario. Luego Almería entera se echó a la calle para seguir el autobús donde iba el equipo. Tres horas tardaron en recorrer carretera de Ronda, calle Altamira, Rambla Obispo Orberá y el Paseo, para acabar dirigiéndose a la afición ante la fuente del final de la Rambla y cena en el Palacio Mediterráneo. Fue una noche histórica.
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