La Cañada traspasa la frontera de Almería en una temporada de ensueño

Fútbol | División de Honor Juvenil

El delantero sevillano Salva Fillouche, el guardameta motrileño Sergio Portero; su técnico, el malagueño Juan Carlos Zumaquero; y su segundo entrenador, el uruguayo Dani Canabarro, son sus cuatro integrantes de fuera de la provincia

Épica remontada de La Cañada en Cádiz (2-3)

Juan Carlos Zumaquero, Sergio Portero, Salva Fillouche y Dani Canabarro posan antes de un entrenamiento de los cañaeros.
Juan Carlos Zumaquero, Sergio Portero, Salva Fillouche y Dani Canabarro posan antes de un entrenamiento de los cañaeros. / Javier Alonso

De ensueño está siendo la temporada que está viviendo La Cañada en la División de Honor Juvenil, comenzando a acabarse los calificativos para definir el histórico curso que están firmando los de la barriada almeriense. Más aún después de la épica remontada firmada por los cañaeros en su visita a tierras gaditanas, volteando un dos a cero en contra en pleno tiempo de descuento cuando prácticamente todo parecía perdido. Una victoria que es el fiel reflejo de la gran campaña que están completando los blanquinegros.

Con más de un cuarto del campeonato ya disputado, los de la barriada almeriense marchan en tercera posición con veintiún puntos en su casillero por encima de equipos como el Málaga, el Sevilla o incluso la propia UD Almería. Unos logro que pocos podían llegan a vislumbrar meses atrás antes de que comenzara la temporada y cuyas expectativas se están viendo más que superadas. Además, los éxitos de La Cañada de este curso están traspasando las fronteras de Almería, contando con sus filas con hasta cuatro integrantes (dos jugadores y dos técnicos) que son de fuera de la provincia y que difícilmente podían haberse integrado mejor en la familia cañaera.

Son los casos del delantero sevillano Salva Fillouche; del guardameta motrileño Sergio Portero; de su técnico, el malagueño, Juan Carlos Zumaquero; y su segundo entrenador, el uruguayo Dani Canabarro. Cuatro de los responsables de que les estén yendo también las cosas a los de la barriada almeriense. Pero un éxito del que también tiene su parte de culpa su director deportivo, Nico Rodríguez, así como la directiva cañaera presidida por José Miguel Romera y en la que aparecen también nombres como los de Antonio Miras, José Oncala o Antonio Ramón, entre otros muchos. Todos ellos responsables de que ellos cuatro estén hoy en tierras almerienses formando parte de un plantel que está permitiendo soñar a todo un barrio y una ciudad.

Juan Carlos Zumaquero da una charla a sus jugadores antes del comienzo de uno de los entrenamientos de los cañaeros.
Juan Carlos Zumaquero da una charla a sus jugadores antes del comienzo de uno de los entrenamientos de los cañaeros. / Javier Alonso

Temporada inmaculada

Una temporada de ensueño en la que hasta el momento los blanquinegros tan solo han sufrido una derrota, cayendo semanas atrás frente a uno de los gallitos como es el Betis. Una situación que está permitiendo que el sueño de la Copa del Rey esté cada vez más cerca de convertirse en una realidad, pero cuyo técnico desde un primer momento lo veía factible. Como así lo atestigua su director deportivo, Nico Rodríguez: "Ya en pretemporada Zumaquero hablaba de que el equipo lo quería en Copa del Rey. Yo la verdad es que lo tomé por loco, porque era un mensaje demasiado optimista y ambicioso. Tienes que tener cuidado con ese tipo de mensajes, pero la verdad es que nos dejó a todos sorprendido".

"Si ves los 90 minutos de cada fin de semana, quizás deja de ser sorprendente el porqué lleva tantos puntos" — Nico Rodríguez - Director deportivo de La Cañada

Aunque nada es fruto de la casualidad, sino del arduo trabajo que hay detrás en el conjunto dirigido por Juan Carlos Zumaquero. Así, Nico Rodríguez asegura que "han encajado muy bien todas las piezas, tanto en el cuerpo técnico como en la plantilla, y si ves los 90 minutos de cada fin de semana, quizás deja de ser sorprendente el porqué lleva tantos puntos".  Una decisión de traer al técnico malagueño que está resultando ser más que acertada, y sobre la que comenta que "Juan Carlos venía de La Mosca, venía de hacer una gran temporada allí en la Liga Nacional, también entendíamos que esa filosofía que tienen los malagueños de competir tiene muy buena relación con lo que es La Cañada".

Por su parte, sobre una hipotética clasificación para la Copa del Rey, Rodríguez no duda en señalar que "sería algo histórico para la provincia de Almería, para el club, para el barrio también, creo que incluso lo añadimos también a algo histórico para el fútbol andaluz, para que los equipos que son de barrio". "Para mí, como director deportivo, yo llevo toda la vida aquí, he nacido aquí en este barrio, me he criado aquí en este barrio, soy de aquí, mis amigos son de aquí, toda mi familia es de aquí, así que imagínate lo que es para mí ver a mi barrio entre los más grandes de España. Ojalá se pueda dar, creo que es lo más importante, disfrutar del proceso y si llegamos lo disfrutaremos como algo histórico", añade al respecto.

Mientras, una de sus principales figuras como es la de su técnico Juan Carlos Zumaquero no tiene reparos en recordar que "nada más llegar dije que jugaríamos Copa del Rey, que pelearíamos por Copa del Rey, se va a pelear ya". Asimismo, sobre su equipo afirmque "aquí se juega de tú a tú, me da igual el rival", recalcando que "lucharemos hasta la jornada 17, ese 15 de diciembre, aquí con el Córdoba. Que ojalá se certifique antes de pasar Copa del Rey y hagamos historia todos".

"Aquí en Almería lo que hago es trabajar, aquí no he venido a otra cosa"

Aunque como todo en la vida conlleva también un sacrifico como es el de no estar al lado de la familia en el día a día, si bien no es algo desconocido para Zumaquero. "No es algo nuevo para mí, puesto que en China tuve también una etapa donde estuve dos años de forma consecutiva sin volver, dos años sin ver a la familia, amigos, así que para mí no es nada nuevo", señala el ténico cañaero. No obstante, afirma tener "la suerte de cada diez días, once, quince o incluso cada semana ir a Málaga y disfrutar de la familia de un día o dos. Recargar pilas y volver a Almería". Una ciudad en la que no está por estar, explicando que "aquí en Almería lo que hago es trabajar, aquí no he venido a otra cosa. Aquí no he venido de vacaciones, de ocio, de turismo. Aquí soy un trabajador que viene, en este caso, en el fútbol, a que La Cañada aspire a lo máximo este año".

Y para ello no tiene otra cosa en mente que no sea meter a La Cañada en la Copa del Rey, algo que considera que "sería un premio al club,a su gente, a su barrio de tantos años de trabajo. Sería como un homenaje a tantas personas que han hecho grande a este club". Un éxito que calificaría como "histórico" midiéndose a lo más grandes del panorama nacional, pero sin perder de vista el plantarle cara a cualquier rival. "Ya demostramos en verano que al Villarreal le ganamos 2-1. Por tanto, si el equipo juega en Copa del Rey, jugará para competir de tú a tú contra cualquiera", no duda en recordar. 

Los de la barriada almeriense esperando poder acceder al terreno de juego para llevar a cabo uno de sus entrenamientos.
Los de la barriada almeriense esperando poder acceder al terreno de juego para llevar a cabo uno de sus entrenamientos. / Javier Alonso

Una etapa que está afrontando con una clara premisa, como es la de colaborar con el fútbol almeriense. "Vengo a ayudar al fútbol almeriense, al futbolista almeriense. Son todos almerienses, menos Salvador y Sergio Portero. Así que mi objetivo es crear patrimonio en el fútbol almeriense. ¿Por qué no? Y dar la cabida a que varios futbolistas sean profesionales. Y ojalá jueguen en el primer equipo de la UD Almería. Ojalá defiendan los colores de nuestra ciudad", destaca Juan Carlos Zumaquero.

Todo ello sin dejar pasar por alto el sacrificio realizado por su segundo entrenador, el uruguayo Dani Canabarro, quien recorre en carretera los doscientos kilómetros que separan Málaga, su lugar de residencia, de Almería en cada ocasión que le toca estar con los cañaeros. "A las siete de la mañana ya estoy en mi trabajo, termino a las cuatro y de las cuatro y media, más o menos, ya me pongo a viajar para acá", explica el charrúa. Algo que para muchos podría parecer una auténtica locura, si bien Canabarro no duda en asegurar que "cuando encontrás un grupo tan maravilloso y te rodeas de buena gente, honestamente no hay dificultades, no encuentras defectos, son todas virtudes y eso es lo que a mí me llena".

Por su parte, sobre su llegada al conjunto de la barriada almeriense explica que "quien me convence en primera instancia y quien me pone al tanto de todo es mi amigo Zumaquero". Además, el uruguayo, quien señala a Antonio Montero Nene como su precursor en el mundo de los banquillos, destaca que "después tuve la oportunidad de ver a los chicos y la verdad que estoy muy contento porque he visto un grupo humano muy sano, muy bueno, con muchas ganas de trabajar y esas cosas son las que le llenan a un entrenador".

Una experiencia que está resultando más que gratificante para Dani Canabarro, quien comenta que "tener un grupo de chicos como los que trabajamos son palabras mayores, son chicos que realmente se merecen todo lo mejor, hacen un sacrificio tremendo, y la verdad que son cosas que a uno lo llenan". Todo ello al mismo tiempo que lo expresa que "solo el hecho de ver a esas personas que tú le transmites algo, que ellos lo llevan a la práctica y realmente se sacrifican por tratar de hacer siempre lo mejor de lo mejor, esas cosas son las que a uno lo determinan a tomar estos caminos y rodearse de esta muy buena gente".

Pero todo el éxito que están cosechando los de la barriada almeriense no sería posible sin los que están sobre el verde como es el caso del sevillano Salva Fillouche, quien este pasado domingo completó con su tanto la remontada en tierras gaditanas. De jugar en la Segunda Andaluza de Sevilla, el pichichi cañaero ha pasado a la élite del fútbol juvenil. Un salto a División de Honor Juvenil que no duda en calificar como "un pelotazo", explicando que la oferta de La Cañada le llega a través de su agencia de representación, Eleven Stars, después de su gran año en las filas del Osuna Bote.

Salva Fillouche encara a un rival dentro del área durante uno de los encuentros en casa disputados por La Cañada este curso.
Salva Fillouche encara a un rival dentro del área durante uno de los encuentros en casa disputados por La Cañada este curso. / Javier Alonso

Todo ello en la que está siendo su primera experiencia lejos de su familia, algo que para el hispalense no ha sido fácil "pensando en que iba a estar un año sin verlos, a cuatro horas de mi pueblo". Sin embargo, Fillouche reconoce que "ya al paso del tiempo uno se acostumbra", siendo uno de los muchos futbolistas del conjunto almeriense que tiene que compaginar los estudios, cursando en su caso un grado superior en Acondicionamiento Físico, con el deporte rey. En una temporada que está siendo de ensueño, al sevillano no le tiembla el pulso en asegurar que "estamos dispuestos a permanecer ahí arriba y a luchar siempre, mejorar cada día". 

Pero tan importante son los goles como la actuación de un portero, no podía faltar en esta historio un guardameta como Sergio Portero, natural de Motril y uno de los grandes héroes en el conjunto cañaero. Aunque nacido en la localidad granadina, para nada le es desconocida la ciudad después de pasar más de un lustro en la cantera de la UD Almería antes de regresar a su Motril natal para jugar en Tercera RFEF. Una ciudad de la que afirma que le "ha aportado mucho".

Por su parte, el guardameta recuerda a la perfección como se produjo su llegada a las filas de los de la barriada almeriense. "Todo comienza con Antonio Miras, uno de los que están a la cabeza de la directiva aquí en este club. Se ponen en contacto con mis padres y le dicen la propuesta de llegar a este club. La verdad es que yo este club lo conocía, sobre mi anterior etapa en Almería. Sabía que era un club humilde, que trabajaba por estar en zonas tranquilas. Pero no me lo pensé mucho. Tenía ofertas de otros clubes, pero conocía a la gente, conocía el ambiente. Sabía que iba a estar bien y que íbamos a hacer buen año", explica Portero

Sergio Portero saca de puerta durante uno de sus encuentros disputados con La Cañada.
Sergio Portero saca de puerta durante uno de sus encuentros disputados con La Cañada. / Marian León

Y aunque militar en una categoría como Tercera RFEF aún siendo juvenil es algo de lo que pocos pueden presumir, ello no fue impemiento para decantarse por la oferta de La Cañada. "Fue una experiencia buena. Te hace saber estar en un vestuario donde eres el más pequeño, saber aprender de gente más grande, que te den consejos", señala sobre su etapa en el conjunto blanquiazul. Si bien al mismo tiempo el guardameta, que se encuentra cursando segundo de bachillerato, considera que "en mi último año que juego en juvenil, que estar en la mejor liga de España lo tenía que aprovechar. Hacerme de notar en esta liga y ascender al máximo posible aquí y que me viese todo el mundo". 

Asimismo, echando la vista atrás recuerda que "cuando escuché las primeras palabras del míster, la verdad es que sabía que íbamos a estar luchando por los puestos de arriba porque yo conocía a la gente, sabía que íbamos a estar comprometidos".  Además, el disputar la Copa del Rey para él supondría cumplir "un sueño", al mismo tiempo que manifiesta que "con el paso de los partidos me estoy encontrando mejor, y que puedo llegar a estar en un nivel top de porteros aquí en España".  Todo ello sin olvidarse del colectivo, recalcando que "lo más importante es que en conjunto somos de lo mejor que hay en la categoría y yo creo que vamos a dar mucha pelea por ahí arriba". 

Una temporada en la que a los cuatro integrantes del conjunto de la barriada almeriense todavía les queda mucho de lo que hablar en un curso que todo apunta a que pasará a la historia de La Cañada, que se encuentra viviendo su momento más dulce en la élite del fútbol. No es para menos, no todos los días se puede presumir de estar peleando de tú a tú con algunas de las mejores canteras del panorama nacional aún tratándose de un humilde club de barrio como es el cañaero.

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