Balonmano | Los Hispanos sudan para vencer a Japón (37-33)

París/Los Hispanos lograron  un trabajado triunfo ante Japón, 37-33 que los sitúa con cuatro puntos al frente del grupo A de la fase previa del torneo olímpico de balonmano masculino, empatados con Alemania y Croacia, un paso adelante en busca de los cuartos de final. El triunfo era determinante ante los asiáticos, entrenados por el técnico del Barcelona, Antonio Carlos Ortega, teórica cenicienta del grupo.

A falta de dos jornadas para el final, España está en buena situación para conseguir el pase a cuartos y se jugará los mejores puestos contra los dos rivales más fuertes, Alemania, a la que afrontará el próximo viernes antes de cerrar la fase de grupos frente a Croacia dos días más tarde. España supo remangarse ante un rival bien armado tácticamente, muy disciplinado y que contó con Kosuke Yasuhira y Naoki Fujisaka como grandes estiletes ofensivos y con un inspirado Kaisuke Okamoto bajo los palos.

Pero Daniel Dujshevaev se echó el equipo a la espalda en los momentos decisivos y supo trabajarse una victoria ante un equipo correoso que ya complicó a Croacia en su debut, en el que perdió solo de un gol tras haber ido cinco por arriba, y a Alemania. El técnico de los nipones demostró que conocía bien al rival, a muchos de sus componentes, a quien tiene a sus órdenes en el Barça, y que su experimento con Japón, que compatibiliza con el banquillo blaugrana, dio como resultado un equipo muy competitivo. Encontró España a una respondona Japón, liderada por un impresionante Naoki Fujisaka que trajo a maltraer a la defensa y que no encontró la habitual respuesta de los porteros españoles, por lo que fue difícil abrir hueco en el marcador.

Los de Antonio Carlos Ortega mantuvieron una gran disciplina táctica que evitó que España abriera hueco, algo que solo sucedió tras la primera exclusión nipona que les permitió irse de 3 en el ecuador del primer tiempo. Pero Japón no bajó el pistón y España encadenó alguna imprecisión que hizo que se recobrara la igualdad. De retorno de las pistas bastó que Rodrigo Corrales encadenara un par de paradas para que España lograra un cierto margen, cuatro goles, 24-20, una ventaja frágil, porque los Hispanos no lograban secar los ataques japoneses.

Ortega echó el resto con ataques de siete, un riesgo que le permitió mantener a su equipo dentro del partido. Pero España aceleró en el tramo final y consiguió al fina una renta sensible, cinco goles, que supieron mantener hasta el final.