Antonio Lao
Día de la Provincia, algo más que medallas
Atletismo
Almería/El 17 de febrero es un día que difícilmente olvidarán dos atletas almerienses. Es el caso de Alejandra Gálvez y Daniela Sierra, quienes este pasado fin de semana se convirtieron en la primera madre e hija que participaban juntas en un Campeonato de España absoluto en pista cubierta y además en una misma prueba. En tierras gallegas, y a más de 1.000 kilómetros de distancia de su hogar, que son los que separan Almería de Orense consiguieron pasar a la historia del atletismo nacional. Un hito que vale incluso más que cualquier otra presea.
Con poco más de treinta años de diferencia se daban cita en la localidad gallega la más veterana, Alejandra Gálvez con 46 años, y la más joven, Daniela Sierra con 15 años, para disputar la prueba de los 1.500 metros. Madre e hija entraban en los libros de historia del atletismo nacional, conmoviendo a miles de personas a lo largo de toda la geografía nacional y acaparando multitud de focos que les han llevado a protagonizar una de las noticias que más recorrido están teniendo en los últimos días.
"Ahora estamos inmersas en el boom mediático", asegura Alejandra Gálvez, quien compagina el atletismo con su trabajo en el Hospital de Torrecárdenas de Almería como responsable de la Unidad de Endoscopia Digestiva, al otro lado del teléfono mientras ella y su hija prosiguen con el viaje de regreso a su Almería natal ya desde Málaga. No son pocas las entrevistas que esta madre e hija han concedido en las últimas semanas, superando toda clase de expectativas. "Era algo que no nos esperábamos y nos tiene un poco estresadas, pero estamos bien", afirma Gálvez, quien incluso llega a señalar que alguna entrevista han tenido que "atrasar porque era imposible".
No es para menos, no todos los días una madre y su hija pueden participar en una competición de tal calibre como el Campeonato de España absoluto en pista cubierta celebrado este pasado fin de semana en Orense. Aunque siempre todo deportistas trata de conseguir la mejor posible, en esta ocasión poco importaba el resultado que se pudiera producir en tierras gallegas. Y así lo detalla Alejandra Gálvez. "Solamente el hecho de estar en un campeonato así, la más joven y la más veterana del campeonato y encima madre e hija ya era para nosotras un gran premio", asegura con rotundidad quien en su día fue una promesa del atletismo almeriense.
Palabras que cobran aún mayor valor cuando hace apenas más de un año Alejandra conseguía batir todo un récord mundial como fue el cosechado en los 800 metros en la categoría Máster F-45. Enfrente tenían a algunas de las atletas más destacadas del país, y tanto Alejandra como Daniela eran conscientes de ello y de que su marca no se encontraba ni mucho menos entre las mejores. De esta manera, Gálvez comenta que "nos planteamos que se podía hacer una marca mejor que la que teníamos", tomándose la prueba como una pugna consigo misma.
Ambas entraban en la historia del atletismo español, pero en un principio antes de que llegase todo el auge no lo consideraban así. "No lo veíamos así porque era como que lo hacíamos por algo personal", explica a la vez que añade que "era un reto personal y que nos emocionaba muchísimo poder hacer algo así, vivir algo de forma conjunta por un deporte que nos gusta mucho". En esta línea Alejandra Gálvez asegura que "ni por asomo pensábamos que esto iba a significar tanto para tanta gente que nos escribe mensajes diciendo lo que se han emocionado y lo que significa para ellos". "Conmueve mucho", no duda en indicar.
Aunque ni mucho menos puede pasar desapercibido el caso de su hija, quien con tan solo quince años tuvo que medirse con atletas de mayor edad y con una mayor trayectoria en este deporte. Fue ello lo que les hizo tener alguna de acudir a la cita en Orense, puesto que Daniela apenas una semana más tarde, este fin de semana, tenía que disputar el Campeonato de España Sub-18 en Pista Cubierta. "Daniela con la progresión creíamos que era posible que hiciese una marca para estar ahí, lo que pasa que su objetivo no era estar en ese campeonato porque ahora lo que tiene que hacer es competir en los que le pertenecen por edad", menciona su madre. Además, ni mucho menos el resto de atletas se lo iban a poner fácil a Daniela, ya que como su madre indica "compiten sin ningún tipo de escrúpulos porque cuando se sale de competir a la pista cada una quiere ganar su posición, quiere estar en el mejor sitio".
Por otra parte, Alejandra no entiende su vida sin el deporte presente en ella. "No he sabido vivir nunca sin hacer algo de deporte", llega a reconocer a la vez que admite que fue "una de las promesas como lo es ahora mi hija, una promesa del atletismo y además era muy buena en pruebas combinadas". Aunque no todo iba a ser tan fácil. "Me fui a Madrid creyendo que iba a poder tirar con todo, que iba a estudiar Medicina, que iba a entrenar y me di un poco de bruces con la realidad cuando vi que no había tiempo material para poder hacerlo", cuenta Gálvez, quien al entrar en cuarto de Medicina volvió al atletismo para correr en los 800 metros.
Ya de vuelta a Almería tuvo que dejar la competición de lado, dedicándose a hacer deporte por salud, pero solo iba a acabar siendo de manera temporal. "Decidí volver cuando tuve a mi tercera hija que tenía 10 meses y yo ya vi a Daniela que empezaba a competir, yo quería estar ahí también", va detallando Alejandra. "Empecé a entrenar, pero sin ninguna pretensión", eso era lo que creía hasta que vio que su regreso no le fue del todo mal. "El año pasado batí el récord del mundo en la categoría Máster 45 en 800 metros lisos de pista cubierta. Me va muy bien, ahí seguimos ahora estoy intentando un poco prolongar mi estado de forma que ya los años me van pesando", explica mientras trata de prolongar su carrera deportiva lo máximo posible. "Lo asumo porque es ley de vida, pero ahora mismo lo que me toca y no quiero mirar mucho más allá es disfrutar del momento que lo estoy haciendo mucho con Daniela", manifiesta.
Por último, cuestionada por un consejo para las nuevas generaciones no duda en decir que "todo el mundo debería de practicar algún tipo de deporte que hay tantas disciplinas y tantos deportes distintos que es poco probable que no haya alguno encaje con nosotros". "Que intenten dejar un tiempo para poder practicar algo de actividad física, que se ayuden de gente que sepa, que lo prueben y cuando decidan prologarlo un poco de tiempo no se van a arrepentir", añade también. Y aunque sabe que a veces hay retos complicados repara que "todo aquello que quieras conseguir exige un sacrificio y hay que estar dispuesto a hacerlo". Buena prueba puede dar de ello. El próximo reto ya viene en camino.
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