La almeriense Alejandra Gálvez sube a la cima del mundo
ATLETISMO
La atleta logra a sus 45 años el récord del mundo en 800 metros lisos en categoría máster F45
Médica especialista en aparato digestivo, compagina sus cinco entrenamientos a la semana con su labor como responsable de la Unidad de Endoscopias en Torrecárdenas
Almería/Alejandra Gálvez rompe todas las excusas de quienes alegan no tener tiempo para realizar deporte. Más allá de la hora de rigor para mantener la condición almeriense, la responsable de la Unidad de Endoscopias en Torrecárdenas logró el pasado domingo un récord del mundo en 800 metros lisos en categoría máster F45. La almeriense paró el cronómetro en 2:12:99, superando los 2:14:38 que tenía la estadounidense Alisa Harvey. Realmente no es el mejor tiempo (por apenas unas centésimas) de Alejandra Gálvez, que consiguió hacer 2:12:17 (y récord de España máster F40), pero el de ahora le vale para escribir su nombre con letras de oro entre las mejores del mundo.
Lo logró a sus 45 primaveras en la pista cubierta de Antequera en uno de los muchos controles que realizan durante la temporada. "Es difícil mejorar o mantener las marcas a mi edad. Por ahora me están saliendo cada vez mejor. Podía esperarlo, pero no tan pronto. Quizás más adelante, con entrenamientos más específicos; ahora estoy con entrenamientos más de carga", cuenta a este diario justo antes de uno de los entrenamientos. La médica especialista en aparato digestivo entrena una media de cinco días a la semana dependiendo de la época del año, en torno a una hora de medio cada sesión, que se puede alargar hasta las dos horas".
Madre de tres hijas (catorce, once y seis años), cuenta el secreto de dónde saca tanto tiempo para entrenar duro. "Me da la vida porque me quito de otras muchas cosas. Por ejemplo, no voy a tomar café. Cada uno prioriza lo que quiere. Aprovecho el tiempo en el que mis hijas están en actividades deportivas. A lo mejor quito momentos de leer o ir al cine", explica. Aunque de lo que no se quita tiempo es de escribir regularmente en su blog. "Eso es un reto. Me lo propongo hacer en 20 minutos. Abro el ordenador y tiene que estar en 20 minutos o menos. No le puedo dedicar mucho tiempo. Vuelco ideas que tengo apuntadas o algo que me ha ocurrido ese día, lo primero que me ha pasado en la cabeza", comenta quitándose importancia a pesar de que sus textos tienen una calidad notable.
En el penúltimo, reflexiones sobre el récord mundial, reflexiona sobre la disciplina, "la que te lleva a hacer las cosas cuando no te apetece, incluso cuando falla tu fuerza de voluntad". Es esa disciplina la que le ayuda a ser constante en la pista del Anexo del Power Horse Stadium. "Ahora mismo no tengo hora exacta para ir a entrenar, me adapto a las circunstancias. El entrenamiento para mí es primordial, pero está supeditado al resto de las cosas. Lo primordial en mi vida ahora es mi trabajo y familia. El atletismo es una afición", dice al respecto. En la misma entrada escribe "el récord del mundo F45 llegó casi sin proponérmelo, supongo que es una unión de talento oculto, disciplina, y poco desgaste por mi largo descanso atlético". Tópicos al margen, Alejandra Gálvez reconoce ese talento oculto. "Empecé a hacer atletismo cuando era niña y ya destacaba. Hice récords de España en combinada. Me gustaba media distancia, 800 y 1.500 metros, y tenía esa espina. Sabía que con poco conseguía bastante porque en mi época universitaria ya estaba entre las mejores de España. Pero era discontinua porque me dedicaba a la carrera. Sabía que algo de talento tiene que haber porque si no es imposible lograr esas marcas".
Después de lograr el récord mundial, ahora espera batir el registro nacional en 1.500 metros en su categoría en el próximo fin de semana, cuando se celebrará el Meeting de Antequera en el mismo escenario. Volverá a correr con una de sus palabras preferidas: ilusión. "No tengo una carrera deportiva por delante, tengo ilusión por lo que hago. Disfruto más al no haber ningún tipo de presión. Tengo mi trabajo y mi vida resuelta, esto lo hago por gusto", explica un par de semanas después de ganar la San Silvestre de la capital. Lo curioso es que la segunda fémina en cruzar la meta fue Daniela Sierra, su hija, de apenas catorce años.
Una instalación para crecer
La atleta almeriense, que ya logró varias marcas en 800 y 1.500 metros en la categorías de veterano, empezó en el atletismo con once años, dejándolo a la mayoría de edad para regresar a los 21. La veterana mediofondista viste los colores del Trops Cueva de Nerja. Al ser preguntada por qué hay diferentes almerienses en el club malagueño, reflexiona sobre su modalidad deportiva. "En el atletismo siempre ha habido gente por amor al arte. Es un deporte en el que no se ha pagado a entrenadores ni nada. Hay escuelas de base, pero después no se le da continuidad cuando van creciendo los deportistas. A los 16-17 años se van perdiendo atletas. No hay suficientemente gente para hacer un equipo que pueda competir. A mí Me ofrecieron formar parte de un equipo que compite en División de Honor. Eso me permite participar en otros torneos de alto nivel que de otra manera no hubiese podido ir", expone.
Uno de los deseos de Alejandra Gálvez es la construcción de una instalación exclusiva de atletismo, ya que en el reformado Emilio Campra no se pueden celebrar competiciones oficiales al ser artificial el césped, sin contar con el problema del viento en el Anexo, donde históricamente los atletas han tenido problemas de horarios con la Unión Deportiva Almería. "Estoy absolutamente convencida de la necesidad de una instalación de atletismo. El atletismo es uno de los deportes más completos y que mejor les viene a los niños cuando empiezan a hacer deporte: al aire libre, coordinación, flexibilidad, muchas disciplinas distintas para elegir... Es el deporte base, pero uno de los grandes olvidados. A Almería le falta una pista de atletismo que sea sólo para este deporte. Hay suficientes atletas para ello, además de opositores y demás", explica.
"Es incongruente que reformen el Emilio Campra, con un nombre como el de esa gran figura a nivel nacional, y no pongan césped natural. Hay intereses económicos. Es algo que deberíamos reivindicar. En la provincia de Málaga, por ejemplo, hay pistas en muchísimos municipios. No somos cuatro gatos. Hay muchos niños que hay que motivarlos y hacerles sentir que son importantes para que el atletismo tenga ese empuje. Estamos a años luz de Málaga, que está cerquísima", prosigue Alejandra Gálvez, que el pasado fin de semana llevó su nombre y el de Almería a la cima mundial.
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