Cómo agarrarse a un clavo ardiendo

DEPORTIVO ALAVÉS 1-0 UD ALMERÍA | El Acta de Vivancos

Se continúa a 6 puntos de la salvación, pero con un equipo con similares errores del pasado que se solucionan a cuentagotas y con jugadores todavía fuera de combate por diferentes razones

Embarba intenta frenar el avance de Gorosabel
Embarba intenta frenar el avance de Gorosabel / Europa Press
Ramón Gómez-Vivancos García

05 de noviembre 2023 - 19:27

Almería/La UDA recupera sensaciones por momentos, solo por instantes, vuelve a competir en un mejor o peor partido, se le va viendo algo tras ese gran bache por el que pasó y del que realmente todavía no salió. El problema es que esa supuesta recuperación parece que llega a paso de tortuga, se va contrarreloj, las jornadas pasan y las opciones son cada vez menores y más complicadas, aunque solo fuera para llegar medio vivos al parón de Navidad con un doble objetivo, el de recuperar lesionados y para poder optar a reforzar la plantilla según el parecer de Garitano.

Si la ante Las Palmas y Alavés se ha fallado, ahora viene lo más complicado, hacerse fuerte en casa como en la pasada campaña pero ante rivales como la Real Sociedad y Betis, con el duro Getafe por medio en su estadio. Y digo duro Getafe porque Garitano comparó tras el encuentro ante el Alavés la fortaleza de su rival con la de su equipo.

Puede que el técnico vasco tenga razón, porque uno de los actuales problemas de su conjunto, diseñado en principio para ser más dominador, reside en la falta de fortaleza física, tan del agrado de Garitano y de un servidor. No hay nada más que ver la jugada del tanto encajado para ver cómo se pierden varios duelos individuales que, a la postre, derivan en el gol de la derrota.

A principio de campaña se suponía que con jugadores más corpulentos como Pubill o Montes, acompañados de un Édgar que por fin fue de los mejores, no habría problema, pero lesiones y bajos estados de forma en casi todas las líneas han dinamitado a esta UDA que ya se empieza a agarrar a un clavo ardiendo. Se continúa a seis puntos de la salvación, pero con un equipo con similares errores del pasado que se solucionan a cuentagotas y con jugadores todavía fuera de combate por diferentes circunstancias.

En el duelo de Mendizorroza se enfrentaba el equipo menos goleador de la categoría y el más goleado, por lo que a buen seguro uno de los dos iba a ceder en alguna de sus carencias o virtudes. La UDA cumplió a medias con su cometido de no encajar varios tantos, pero en esta ocasión una de sus virtudes, la consecución de al menos un gol, fue la que le hizo perder o no empatar un duelo clave por la permanencia.

Una pena, pues fue en el día que Garitano le concedió la titularidad a Maximiano, respondiendo por fin el cancerbero portugués de forma positiva, pero a sus compañeros les faltó una vez más la contundencia que en otras ocasiones no tuvo el mismo Maximiano. La dificultad es máxima y ahora necesita la UDA interpretar su mejor versión posible ante varios equipos que ya no son rivales directos, haciéndose fuerte en casa como en la anterior campaña.

Para ello sería conveniente perder la presión y el agobio que suele atenazar a los equipos de la cola, como si no hubiera más que perder. De esa forma los equipos desahuciados (todavía no es el caso de la UDA) han rendido mucho más. Por cierto, Garitano se quejó en rueda de prensa por el hecho de acabar en ataque con dos chicos del filial. Es la primera vez que el entrenador rojiblanco se expresa así.

Bueno, su parte de razón tiene, en este caso por mor de las lesiones, pero yo le diría al técnico que le diera más chance y minutos a Marciano, un jugador que dará que hablar pero que con Garitano solo cuenta en las postrimerías de los partidos, cuando apenas el chico puede tocar dos o tres balones. Aun así, Marciano demuestra en pocos minutos que merecería mucho más. Toca el más difícil todavía, convertir el Power Horse en el Franco Navarro de antaño, pero de momento no veo a ningún Piñero vestido de rojiblanco.

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