Unicaja Almería incorpora a la joven promesa búlgara Erik Stoev

VOLEIBOL | SUPERLIGA

Es el quinto jugador de esa nacionalidad que jugará en el cuadro ahorrador tras Artinkov y Dimov, Milanov y Grazietti, más Sokolov como técnico

Receptor, 20 años, 195 centímetros de altura e hijo de un mito como Martin Stoev

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La seriedad de Unicaja Costa de Almería vale escalar a la segunda posición (0-3)

Erik Stoev es el primer fichaje del conjunto ahorrador en el mercado invernal. / D.A.
Redacción

17 de enero 2024 - 15:23

Almería/Allá por 1989, último fin de semana del mes de octubre, se iniciaba la andadura del club en la entonces División de Honor del voleibol español. La noticia más destacada para dar inicio a la competición fue que la Federación aprobó un tercer extranjero en cada equipo, y los tres con los que partió Cajalmería fueron el argentino Guillermo Álvarez, el austríaco Oliver Stamm y el búlgaro Vanyo Artinkov en la posición de ‘universal’. Además, a lo largo de aquella temporada Moisés Ruiz incorporó a otro búlgaro, Sasha Dimov. Pasadas dos campañas llegó Milanov, y en 1997 se fichó al cuarto y hasta ahora último jugador de esa nacionalidad, Grazietti, con el que se tocó el cielo: doblete y subcampeonato de Europa.

Un cuarto de siglo después, la bandera de Bulgaria vuelve a ondear dentro de la pista en defensa de los intereses de Unicaja Costa de Almería gracias a un joven talento llamado Erik Stoev, hijo del mítico Martin Stoev. Voleibol en los genes, voleibol a todas horas, una constante en su vida, con 20 años sale por primera vez de su país y se incorpora para el resto de la temporada a las filas dirigidas por Charly Carreño. Receptor, 195 centímetros, una capacidad de salto impresionante… y ambición. Eso último es lo que lo ha llamado: “Decidí fichar por Unicaja porque es un equipo con mucha historia y ambiciones de ganar el campeonato”. Todo encajó, se dio la oportunidad y ya se ejercita con sus compañeros.

El joven Erik Stoev, junto con el resto de sus compañeros. / D.A.

De hecho, así lo cuenta, “el club buscaba un jugador en mi posición y se puso en contacto con mi entrenador”, para añadir que, una vez aquí, está “muy satisfecho porque todo es profesional, además de que los jugadores y todo el personal son geniales”. No tenía una gran referencia, “sólo sabía que el equipo tiene una gran historia en España”, lo que sumó para que tomara la decisión de abrir su trayectoria internacional en la Superliga española y en Unicaja Costa de Almería. Respecto a Charly Carreño, sus primeras impresiones le dicen que “es muy buen entrenador y buena persona”, y en base a lo visto en los partidos desde que llegó, “creo que somos uno de los mejores equipos de la Superliga”, textual.

Al tiempo que admira a sus compañeros en el plantel ahorrador, “todos están en un nivel muy alto, muy bueno, son muy profesionales”, demuestra algo fundamental para triunfar, como es la confianza en si mismo y las ganas de comerse el mundo: “Yo me defino como un jugador que lo puede todo en el campo y es lo único que tengo en la cabeza”. En todo caso, sabe que llega a un destino que le proyectará, tal y como quiere: “Mi objetivo aquí es desarrollarme como jugador de voleibol para tener una buena carrera y, por supuesto, ganar el campeonato”. Para ello es fundamental su acople con el resto de compañeros y su intención es clara: “Apoyar al equipo, al que vengo a ayudar en todo lo que pueda”.

Sobre el listado de jugadores de su país que lo han antecedido a lo largo de la historia de Unicaja Costa de Almería, le ‘cogen demasiado lejos’ en el tiempo, dada su juventud, como le pasa también con el tristemente desaparecido Sokolov. En su caso concreto, no fue jugador propio, sino rival dentro de la pista, pero después sí ejerció de entrenador en la entidad ahorradora. Stoev nació el 10 de abril de 2003 en Sofía, la capital de Bulgaria, con más de un millón doscientos mil habitantes, y la cambia por Almería, con la que ha tenido un flechazo: “La ciudad es excepcionalmente hermosa; ya he visto el centro y he ido a la playa”. El Moisés Ruiz también le ha enganchado desde un primer momento.

El búlgaro ya ha mostrado su potencial en los entrenamientos del cuadro verde. / D.A.

Sus inicios se produjeron en el Slavia Sofia y está claro el motivo por el que comenzó en este deporte: “Gracias a mi padre comencé a jugar al voleibol, porque él me llevaba por los pasillos de los pabellones desde pequeño y me gusta desde muy chico”. Martin Stoev, su progenitor, dibujó una trayectoria magnífica como jugador, también receptor, como su hijo, acumulando un palmarés amplísimo tanto en su país como fuera. Ya como técnico siguió de igual modo y como seleccionador absoluto de Bulgaria ha llevado a su país al podio mundial. En el ámbito de clubes, de igual modo cuenta con buen número de títulos. Actualmente es el seleccionador del equipo búlgaro Sub-21, sacando jóvenes valores.

Erik Stoev tiene mucho en lo que fijarse de él, sobre todo porque asegura que sobre todo “los jugadores que observo son técnicos, que pueden hacer de todo”, de modo textual, y el ejemplo más claro que se le ocurre es nada menos que el de Earvin Ngaphet. Para ello trabaja duro, desde hace unos días bajo las órdenes de Charly Carreño en su grupo tan equilibrado de jugadores consagrados y jóvenes promesas. Erik proviene del club Marek Union-Ivkoni, y antes ha militado en el VC Pirin Razlog y en el VK Slivnishki Geroy, con el que logró el ascenso a la máxima categoría de su país. Este sábado podría debutar en España, portando el dorsal número 15, en el partido de la decimoquinta jornada de fase regular de Unicaja Costa de Almería frente a Arenal Emevé Lugo, ante la afición verde.

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