Ulloa, Aarón y Casquero se marcharon en invierno...

La UD Almería vivió un mercado invernal particularmente movido. Para ser un equipo llamado a luchar por el ascenso fue paradójico que la directiva dejase escapar al máximo goleador del curso pasado, Ulloa (28 goles), a un extremo en forma como era el caso de Aarón y al que había sido el fichaje franquicia del verano, Casquero.

El ariete argentinose marchó a las islas británicas para firmar por el Brighton, de la First Division, y no pocos creían que el potencial ofensivo quedaba tocado con Charles como única referencia. El tiempo vino a demostrar que el brasileño era capaz de igualar los números goleadores del de General Roca.

No tan polémica resultó la marcha de Aarón, con contrato en vigor, al haber más opciones en su puesto, pero entonces se criticó que saliera con destino a un rival directo, como era el caso del Elche, que finalmente se proclamaba campeón con el ilicitano en sus filas.

Sin pena ni gloria se marchó Casquero. El centrocampista talaverano no terminó de acoplarse ni al vestuario ni al sistema táctico de Javi Gracia, por lo que llegó a un acuerdo con el club para poner rumbo al Molinón y enrolarse en las filas del Sporting de Gijón.