Triunfo vital del Almería en Getafe con doblete de Suárez para mantener el descenso a raya (1-2)

Dicho y hecho. Rubi prometió en la previa ir a por todas a Getafe y lo cierto es que la UD Almería salió por una vez sin complejos al Coliseum Alfonso Pérez, apretando desde el inicio con una presión alta que sorprendió al rival y agobió a los de Quique en la fase de salida de balón. El técnico catalán introdujo tres retoques respecto a la derrota frente al Atlético para buscar el esquivo primer triunfo a domicilio del curso, cubriendo Chumi la vacante de Ely en el eje de la zaga, lo que dio la opción de que Pozo retornase al carril diestro. En la media De la Hoz aportó su habitual equilibrio en detrimento de Samu Costa, mientras que en ataque esta vez optó por la experiencia de Adrián Embarba antes que el ímpetu de Arnau Puigmal.

De salida todo fue a pedir de boca porque si a los 8 minutos ya se perdía ante los colchoneros, a los 8 minutos los indálicos ya ganaban al sur de Madrid. Fue en una acción que inició Embarba en el costado izquierdo abriendo el esférico a la banda contraria para la incorporación de Pozo, que tocaba de cabeza en busca de Luis Suárez, dentro del área. El colombiano recibió, dio un giro de 180º grados, se acomodó la pelota con la diestra y fusiló a David Soria con la zurda ante la atónita mirada de la zaga local.

El futbolista sudamericano rompía así una sequía de casi tres meses (no marcaba desde el 11 de febrero ante el Betis) anotando su tercera diana en lo que va de curso y dándole aire los almerienses, que vislumbraron dos preocupantes pasos atrás al verse 0-1 en el marcador. El equipo aculó de inmediato para proteger la ventaja como si de un mecanismo de autodefensa se tratase y el Getafe empezó a llegar al área de Fernando con cierta claridad.

Al cuarto de hora Enes Unal pidió penalti por un 'sándwich' en el área propiciado por De la Hoz y Chumi que Arberola Rojas no señaló con acierto, pues las repeticiones muestran que el turco se deja caer al verse acorralado entre ambos. Quizá más metidos atrás de lo necesario, los de Rubi favorecieron los centros laterales getafenses. Primero probaba fortuna Djené con un envío que remataba Borja Mayoral a las manos de Fernando en la mejor ocasión local. Luego otro centro de Damián lo cabeceaba Enes Unal obligando a la estirada de Fernando.

El Almería, en esos compases, lo fió todo a enganchar algún contragolpe. Baptistao lo intentó un par de ocasiones con cabalgadas por el costado diestro, pero llegaban pocos compañeros a zona de remate en su auxilio. El 0-2 no llegó antes del descanso pero Luis Suárez sí rascó la expulsión de Djené cuando el colombiano recibía a 30 metros de portería con la intención de buscar el arco de David Soria. El colegiado penalizaba el agarrón del central togolés con roja directa pese a tener a un compañero corriendo en paralelo que bien podía frenar también la carrera de Suárez. El VAR ni siquiera entró a revisar la moviola.

Todo estaba de cara para asestar el golpe definitivo en el segundo tiempo y la UDA pudo sentenciar nada más reanudarse el encuentro. Suárez, un auténtico coloso en el Coliseum, apuraba línea de fondo nada más regresar de vestuarios para dejar un caramelo atrás sobre la llegada al segundo palo de Embarba, quien probó a rematar al primer palo donde llegaba por inercia David Soria para tapar portería y repeler un balón con marchamo de gol que bien pudo serlo de cruzarlo al palo contrario.

Por suerte, en esta ocasión la fortuna, otras veces tan esquiva, sonrió a los rojiblancos y en la siguiente acometida iban a lograr ampliar la distancia. Fue en una jugada que nacía en los pies de Babic abriendo el juego para Centelles en banda zurda. El lateral valenciano se proyectó al ataque apoyándose en Embarba para sacar un centro excepcional sobre la llegada al corazón del área de Luis Suárez, que remataba anticipándose a su marcador su particular doblete en la noche madrileña y la cuarta diana en lo que va de campaña, igualando así los dígitos de Baptistao y Melero.

Con 0-2 y el Getafe contra las cuerdas pese a los constantes cambios introducidos por Quique, Baptistao reclamó en el 65' un claro penalti por manos -separadas del cuerpo- de un zaguero azulón que Alberola Rojas no consideró como tal, negándose a revisar nada pese a las protestas rojiblancas. Y del tranquilizador 0-3 se pasó al 1-2 en un abrir y cerrar de ojos tras una buena combinación de los estiletes locales. Enes Unal tocaba en banda izquierda para Portu y éste la ponía atrás sobre la llegada de Mayoral para fusilar a Fernando, estableciendo el 1-2 y encendiendo los ánimos del graderío.

Si este Almería acaba salvándose (terminó como un flan ante las acometidas locales en inferioridad) será con sufrimiento y agonía inusitados y eso es lo que volvió a ofrecer otra jornada más, pese a que Baptistao, con un derechazo parado por Soria, y Suárez, con un zurdazo desviado por un contrario, intentaron el 1-3, así como Ramazani con dos disparos en la recta final repelidos por el arquero. Con tan exigua ventaja los locales buscaron con todas las artimañas rascar al menos un punto dejándose caer en el área y en acciones a balón parado como un córner rematado alto por Alderete en el 85' u otro cabeceado alto por el recién ingresado Mata.

La primera victoria del curso de los rojiblancos a domicilio llega como maná caído del cielo, ya que sirve para proyectar al equipo a 33 puntos, adelantando en la tabla al propio Getafe y al Cádiz y, lo que es más importante, siguiendo fuera del descenso de cara a la dura visita del sábado al Santiago Bernabéu.