Todas las miradas apuntan a Lázaro Vinicius
UD ALMERÍA | Contracrónica
Las lesiones de El Bilal y Baptistao, unidas a la expulsión de Luis Suárez, provocan que Rubi tenga que buscar una solución de emergencia con el agua al cuello ante el Valladolid
El único '9' puro sano es Dyego Sousa, pero no ofrece confianza, por lo que las alternativas pasan por ubicar al brasileño como falso delantero centro o a Ramazani en su defecto
La tercera vía, más enfocada a posibles recambios con el partido avanzado, es tirar de los juveniles Marciano y Rachad
Rubi: "Once contra once hubiéramos tenido alguna opción más"
Almería/La UD Almería tendrá que jugarse la permanencia sin un '9' de referencia. Los caprichos del destino, unidos a incomprensibles decisiones de gestión de plantilla, han provocado que los rojiblancos lleguen a la penúltima jornada sin el futuro resuelto, enfrentándose a un rival directo que lucha por alcanzar el mismo objetivo y sin el principal estilete ofensivo disponible.
Conviene olvidar cuanto antes tanto la autoexpulsión de Luis Suárez en Anoeta como el hecho de que Rubi lo alinease de titular pese a ser consciente de que estaba apercibido de sanción. El debate siempre tendrá dos versiones, la de quienes opinan que fue una temeridad y la de quienes defienden que el preparador catalán no tenía otro remedio debido a que el plantel carece de mayores recursos.
Los hechos alimentan uno y otro postulado: al igual que se reservó a Melero bien pudo hacerse lo mismo con el colombiano (más aún a sabiendas de su temperamento) defienden unos, que además daban por descontada la más que probable derrota ante la Real; a lo que otros responden recordando que Dyego Sousa mostró en los minutos que tuvo al final no estar para estos trotes y el otro recurso disponible era recurrir a un juvenil que todavía no ha debutado con el primer equipo, Marciano. También recuerdan que con 9 puntos en juego el técnico no debe tirar de antemano nada y que a posteriori todo se analiza con otros ojos.
Con defensores y detractores de la decisión adoptada por el cuerpo técnico, lo cierto es que el debate ya resulta estéril. Agua pasada no mueve molino y las aspas deben reactivarse de cara a la visita el próximo domingo (19:00) del Real Valladolid, que tras derrotar a un Barcelona que hizo en Zorrilla huelga de brazos caídos se presenta como la madre de todas las batallas.
La actitud del campeón liguero es harina de otro costal porque en su afán de enviar a su vecino Espanyol a Segunda ha perjudicado a otros clubes como el propio Almería, pero también a Getafe o Cádiz, igualmente en la pomada. Si la LFP no adopta medidas ante estas muestras de incompetitividad, el torneo seguirá desangrándose poco a poco entre escándalos arbitrales, corrupciones varias y episodios de racismo enquistado.
Pero volvamos a lo que nos interesa, el Almería-Valladolid y esa ausencia de '9' a priori tan perniciosa. Rubi debe cambiar el chip del plantel lo antes posible para que no se suma en la negatividad y activar pronto los mecanismos de reacción. El panorama apunta que a Luis Suárez le van a caer como poco dos partidos de sanción por la roja directa (feísima entrada a Le Normand, hubiera o no intencionalidad) y tomarla posteriormente con la cámara del VAR, tirándola al suelo. Asumamos que, salvo milagro apelativo de cara a la última jornada, el cafetero le ha dicho adiós al curso.
Adiós también le había dicho El Bilal Touré, pero el propio Rubi comentó que había una mínima posibilidad de que estuviera para la visita a Cornellá en caso de ser necesario y el club ya debe estar trabajando en ese frente. Asumamos también que el maliense no llega ante los pucelanos porque no tiene el ritmo necesario de entrenamientos. Conviene recordar también que Leo Baptistao va a pasar por el quirófano por un problema en el talón de Aquiles y que además tiene un esguince, por lo que tampoco está en cartera.
La lista de soluciones, por tanto, se reduce. La lógica pasaría por darle la alternativa al único '9' puro que queda con ficha profesional, pero Dyego Sousa no está para estas lides tal y como evidenció en San Sebastián y a lo largo de la campaña en los minutos que ha disputado. Cerrada esa puerta toca abrir la opción del 'falso 9'. Como quiera que Ramazani lleva varias jornadas con un despiste monumental, los caminos conducen a Lázaro Vinicius como punta de lanza.
El brasileño tiene la ventaja de estar enrachado en las últimas jornadas, viendo con facilidad la portería contraria, al punto de estar cerca de marcar en el primer minuto ante la Real el que hubiera sido su quinto tanto en tres partidos consecutivos. El ex del Flamengo tiene olfato, buen posicionamiento y gran definición, con lo cual su irrupción debería tranquilizar al personal de cara al domingo.
El último recurso pasaría por tirar de los juveniles Marciano Sancta y Rachad Fettal, pero como quiera que ninguno de los dos ha debutado aún con el primer equipo pese a haber realizado bastantes entrenamientos en dinámica de grupo, lo natural es que ambos partan desde el banquillo como posibles soluciones de recambio en caso de urgencia.
El martes por la noche todo se veía azul oscuro, casi negro, pero al plantel rojiblanco le quedan recursos suficientes como para afrontar con un mínimo de garantías estas dos infartantes últimas jornadas en las que hacer las cosas con más cabeza que corazón pueden significar la diferencia entre un descenso o una permanencia.
Hay que conservar la mente fría y asumir que van a producirse muchos enfrentamientos directos en la zona baja y puede que al final el Almería se salve porque el resto de rivales también fallen. Ya ocurrió el año pasado con el ascenso, cuando todo se vio perdido tras empatar en casa ante el Alcorcón y luego ese punto gracias al gol de Puigmal sirvió para afianzarlo todo. La meta es alcanzar los 42, pero dependiendo de múltiples variables quizá con 40 alcance.
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