Tirón de orejas y comprensión de un excolega

Nadie mejor que un árbitro para valorar la actuación de un colega. Por lo menos en el aspecto disciplinario, porque las normativas cambian cada temporada y sólo los componentes del colectivo arbitral saben las modificaciones reglamentarias. La Unión Deportiva Almería está bien asesorada, muy bien de hecho, por parte de Manuel Méndez Caballero. El éxarbitro almeriense es actualmente el delegado del equipo filial, aunque suele asesorar al primer equipo cuando topan con arbitrajes como el del pasado domingo ante el Elche.

Aunque es difícil mantener la cabeza fría y no perder la calma, máxime él ahora que vive los partidos desde el banquillo rojiblanco, Méndez Caballero trata de evaluar objetivamente las actuaciones arbitrales: admite que tienen fallos como cualquier persona, pero niega que los colegiados vayan predispuestos a perjudicar a algún equipo. "Los árbitros son deportistas, igual que los futbolistas. Quieren hacerlo lo mejor posible, pero viendo el fallo [del penalti no pitado sobre Rafita por parte de Prieto Iglesias], entiendo el enfado que tenía la gente", manifiesta honestamente el delegado del filial, que estaba concentrado con su equipo y no vio el choque en directo, aunque después sí que lo analizó detenidamente por la televisión: "El árbitro tenía un jugador delante que le dificultaba la visión, pero el asistente sí que debía estar bien colocado, aunque no se veía en las imágenes. Es difícilmente explicable un fallo así porque fue un penalti como una catedral. Ellos también habrán visto la jugada en diferido y les costará digerirla. El árbitro tiene un segundo para decidir sobre lo que ve o lo que le comenta su asistente y es difícil".

Sin rehuir ninguna pregunta de las que le hicieron los contertulios de Onda Cero y Diario de Almería, Méndez Caballero prefirió pasar página y pedir comprensión para un colectivo que, reitera, juzga a todos los equipos con el mismo rasero y que el extremeño Gil Manzano no se verá condicionado ante el Recretivo de Huelva después del arbitraje del pasado domingo ante el Elche. "Puedo asegurar que cualquier colegiado, lea la prensa o no, arbitra el partido que le toque sin más. A él no le interesa lo que piense la afición local, una vez que pita, da igual el ambiente que haya en las gradas. Él se dedica a juzgar lo que ve y no está pensando en lo que hayan dicho", comenta el excolegiado, que comprende que Sánchez Arminio haya salido a la palestra para defender a su gremio: "Es el presidente del comité y es normal. De hecho, cualquier árbitro merece que le defiendan todos los fines de semana. Lo que sí que pienso es que los colegiados deberían tener la opción de hablar y explicarse", puesto que de momento no pueden hablar con los medios de comunicación.

De la misma manera, Méndez Caballero cree que no influyeron las declaraciones previas al choque ante el Elche de Pepe Bordalás. "Estoy convencido de que no. Lo que sí puede ser es que ya en un partido, la conciencia te pueda jugar una mala pasada. Lo idóneo es formatear la cabeza, yo trataba de hacerlo cuando arbitraba para que no me condicionara en las siguientes jugadas".

Aunque no ha pasado mucho tiempo desde que colgó el silbato, a Méndez Caballero siempre le ha picado el gusanillo del fútbol y aceptó el reto de ser el delegado del Almería B en el grupo IV de la Segunda División B. Aunque es el encargado de mediar y de explicar a los jugadores cómo viven los colegiados los partidos para evitar expulsiones absurdas, el excolegiado también se ha llevado algún que otro enfado por arbitrajes no del todo correctos. "Desde fuera estoy viendo este mundo de una manera bien distinta y me hago una idea de lo difícil que es arbitrar. Además, es muy diferente el tipo de arbitraje de una categoría a otra", finaliza.