El Pulpileño, a un gol de hacer historia (1-1)

Las cosas no pudieron empezar peor para los pulpileños. No se había cumplido todavía el minuto 3 cuando una buena jugada de ataque del Lorca acabó con un remate en el área de Carrasco para hacer el 1-0. Jarro de agua fría demasiado pronto. Malo porque había que darle la vuelta al marcador sí o sí para ascender, pero todavía quedaba mucho tiempo por delante.

La reacción rojinegra fue buena. No habían pasado ni cinco minutos desde el gol, cuando Pipi apunto estuvo de empatar con un remate que sacó bajo la línea Sergio. Acto seguido, Adri chutó al larguero. No era justo el comienzo del partido, los de Sebas López estaban mejor e iban a encontrar recompensa a su empuje. Gran jugada personal del goleador Arcas que se convierte en asistente para que Jay haga el 1-1 a los 11 minutos. Merecido y conseguido.

Con el empate, el conjunto almeriense no se echó atrás. Siguió presionando y creando ocasiones. Horta evitó el segundo a remate de Arcas, el partido estaba donde el Pulpileño quería y parecía el momento idóneo de aprovecharse del Lorca para ponerse por delante. Pero los murcianos aguantaron las embestidas como pudieron y todo quedaba pendiente de la segunda parte.

Tras el descanso, las fuerzas se igualaron. Llevaba la iniciativa el Pulpileño, que necesitaba un segundo gol, pero los lorquinos habían ajustado líneas y costaba llegar sobre la meta de Horta. En las pocas ocasiones que se estaban viendo el guardameta murciano estaba atajando con gran seguridad, como en el minuto 66 cuando se tuvo que lucir ante Adri.

Pausa de hidratación, 15 minutos por delante para buscar un segundo gol que diera el soñado ascenso. El Pulpileño se volcó, se fue a por todas y vio cómo llegaba un último rayo de esperanza: el Lorca se quedaba con unos menos por la expulsión de Eric, que había entrado minutos antes. Sólo quedaba el descuento.

Los almerienses murieron en el área de Horta. El Lorca se defendió como pudo, el líder se metió en su área y achicó balones uno tras otro ante el aspirante. Al final, empate y tristeza. Sin embargo, la temporada pulpileña es para recordarla con orgullo.