El Poli El Ejido cae con polémica y no puede respirar tranquilo (1-0)

El Polideportivo El Ejido volvió a "no saber gestionar las victorias", como suele advertir su entrenador, Fran Alcoy, y se volvió de vacío de su visita a Mancha Real, un partido que, de haberlo ganado, hubiera colocado a los ejidenses en las mismas puertas de la permanencia. Sin embargo, la derrota hará que el Poli vuelva a acercarse peligrosamente a la zona de descenso y a meterse como uno más en una encarnizada liucha con muchos contendientes. Para colmo, el gol de la derrota llegó cuando ya se tenía casi amarrado un punto y en una acción muy polémica, por presunta mano del autor del gol, Migue Montes.

El parte previo de ausencias se matizó con la importante presencia de Jorge García en el 11, aunque quien no pudo ni sentarse en el banquillo fue Sergio Pérez, lesionado como Allyson. Sí lo hizo Neto, quien por el momento no está para salir de inicio. Faltaron, además, por sanción tanto Óscar como Checa. Estos condicionantes hicieron que el equipo jugara sin un nueve especialista arriba, actuando como referencia ofensiva Dani Plomer, secundado por Jorge García y Palomeque en las alas y Sergio Montero como enganche. Fran Alcoy dispuso defensa de cuatro.

Tal como se esperaba, el partido fue muy competido, con pocos espacios para florituras y sí mucha intensidad por parte de ambos equipos. En campos de tan reducidas dimensiones siempre da la sensación de que los partidos tienen si cabe más ritmo, y en el caso del disputado sobre el verde artificial de La Juventud lo que desde luego no faltó fue entrega por parte de los jugadores.

El Poli intentó imponer su juego a base de rasear el cuero e intentar robar pronto el esférico, aunque los locales también salieron con similares intenciones, viviéndose una primera parte igualada y con pocas ocasiones, aunque la más clara, o prácticamente la única con marchamo de gol, fue para el Mancha Real, que le perdonó la vida al Poli al filo del descanso (41'), en una doble acción protagonizada primero por Viaña, que se encontró con un buen Godino, y después por Mauro, que la tiró fuera con el arquero celeste en el suelo y totalmente batido.

Las intentonas ofensivas celestes no derivaron en el primer tiempo en muchas llegadas, aunque en el primer tramo sí pisaron el área dos veces con peligro. Jonxa, en el 13' la envió muy cruzada tras un balón metido al área por su homólogo de la otra banda, Gabi. Poco antes un cabezazo celeste a la salida de un córner se estrelló en la cruceta de la portería de Lopito (9').

Gol polémico

Ambos entrenadores movieron el banquillo en el descanso para proteger a futbolistas con tarjeta. Alcoy introdujo a Neto por un Palomeque que, como es habitual, había estado muy activo en los minutos de los que dispuso.

El choque continuó por los mismos derroteros que en el primer acto, con predominio de las defensas y pocas opciones en las áreas, por lo que las acciones a balón parado se antojaban fundamentales si alguno de los dos equipos querían llevarse la victoria. Lo intentó Jorge García al poco del regreso de vestuarios, pero su chut directo se le fue fuera (49').

El Mancha Real fue siendo preso de la ansiedad con el transcurrir de los minutos sin que pudiera batir a Godino y el encuentro se plantó a falta de su último cuarto con todo por decidir. El Mancha Real no dudó en emplearse con contundencia para frenar a los celestes, especialmente a Dani Plomer, lo que hizo que acumulara varias cartulinas amarillas.

Godino tuvo que intervenir en el 73' para despejar de puños un tiro bien dirigido de Juanca, y al poco Fran Alcoy realizó su segundo cambio, dando recambio a Plomer en la punta de lanza por el 'pibe' Passarino (84'), para intentar hacer gol en los últimos minutos.

Y la polémica faltaba por llegar, en una acción en la que el Poli El Ejido se sintió muy perjudicado, y que a la postre significó la derrota en un partido tan importante. La acción llegó en el minuto 86, un saque de esquina botado por Fran Bueno y que terminó siendo rematado por Migue Montes, después de controlar el cuero aparentemente con la mano, lo que le permitió batir a Godino.