Periquitos voladores
El Español del Alquián crea una escuela de porteros con el asturiano Igor Campa al frente Junto al deporte, prima la convivencia del grupo

El césped o la arena de la playa de Retamar se ha llenado de periquitos. Unos periquitos especiales, amantes del balón y que portan el escudo del Español del Alquián en la camisola con la que se revuelcan. Son ya varias semanas las que el exguardameta asturiano Igor Campa, que jugó en el fútbol profesional y militó en clubes almerienses tales como Comarca de Níjar, Adra, Vera u Oriente, enseña a un grupo de jóvenes futboleros los secretos de la portería.
Una vez retirado el equipo de Tercera División, el Español del Alquián buscó un nuevo proyecto para la cantera, su verdadero caldo de cultivo. Como la portería es siempre uno de los puestos más complicados de cubrir, el club le propuso a Campa crear su propia escuela para ir sacando guardametas poco a poco. Además del trabajo diario que cada día realizan con sus diferentes equipos albiazules, alrededor de una veintena de guardametas perfeccionan su juego con los entrenamientos específicos que realizan con el asturiano.
"Hacemos playa y césped, ejercicios en uno y otro lado para que los chavales pierdan el miedo a tirarse y así mejoren técnicamente", palabras de Campa bien refrendadas en las fotos de las palomitas de los metas con las que se ilustra este reportaje. Cano, Javi Ruiz o Barbero fueron en su momento los máximos exponentes de guardametas almerienses, seguidos a cierta distancia por otros que estuvieron cerca de llegar como Ricardo Molina o Asta. El director de la escuela alquianera confía en que el futuro sea más halagüeño: "Almería no es tierra de porteros, normalmente los más destacados vienen del norte de España. Aquí falta trabajo específico, que vamos a trabajar en proyectos como éste. Es muy importante tener un profesional experimentado que te enseñe, te aconseje, te acompañe, te valore", indica un Igor Campa que también deja muy claro que uno de los primeros consejos que les da a los chavales es que prosigan con sus estudios y no abandonen nunca su formación.
Además de los muchos años en los que fue profesional, el asturiano lleva ya muchas temporadas entrenando guardametas en diferentes clubes de la provincia. Esa experiencia es su mejor carta de presentación y le permite tener algunas anécdotas siempre interesantes. "Cuando estaba en el Oriente, había un niño de cinco años que no le gusta el fútbol y estaba de portero. Les dije a sus padres que o cambia de actitud, o lo mejor era que dejara este deporte. No volví a saber nada de él hasta que viendo el entrenamiento de la sub'21 en el Mediterráneo, me lo encontré y me dijo ilusionado y contento que había fichado por el Almería", reconoce orgulloso un Campa que además de deportistas, quiere formar personas: "Enseño valores, fomento la convivencia. Con los equipos a los que dirijo me gusta juntarlos para desayunar o almozar allí donde juguemos".
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