Murray en el horizonte
Tenis l Masters de Londres
Nadal supera a Berdych (7-6 y 6-1) y pasa a semifinales invicto tras un igualado primer set en el que una acción polémica lo despertó · Ahora le espera el ídolo local

Rafael Nadal ganó su tercer partido en el Masters de Londres frente al checo Tomas Berdych por 7-6 y 6-1 y se clasificó para las semifinales como primero de grupo, en la que se enfrentará contra el británico Andy Murray (15.00), número cinco del mundo.
Nadal y Berdych reeditaban la final de Wimbledon de este año, aunque en juego no estaba un título, sino la posibilidad de levantar uno. Y en una hora casi se acabó la emoción. En los primeros 60 minutos del duelo, lo que duró el primer set, Nadal ya tenía asegurada su plaza en las semifinales del Torneo de Maestros.
El partido fue de lo más espectacular que se ha visto desde el inicio de la semana en el O2 londinense por el alto nivel que pusieron sobre la pista ambos jugadores. Berdych y Nadal rememoraban su final del 4 de julio pasado en Wimbledon, cuando el español se impuso con contundencia. Esta vez la dureza y resistencia del checo complicaron mucho las cosas al español. El número seis del mundo exprimió al máximo a Nadal, pues ya en su primer servicio lo amenazó con dos puntos de break que, finalmente, acabó salvando el de Manacor. El primero lo perdió por sí solito Berdych y, el segundo, Nadal lo defendió con un ace. Desde ese momento, el partido prometía intensidad. En el quinto juego se repitió la hazaña, pero a la inversa. Entonces fue Berdych el que servía y el balear quien desaprovechó dos puntos de rotura.
La igualdad se había instalado en la Central. El duodécimo y último juego volvió a ofrecer emociones, aunque no un desenlace. Nadal tenía el saque. El marcador indicaba 15-15 cuando el español creyó que la pelota de su rival había botado fuera y levantó la mano para detener el juego, aunque devolvió la bola. A esa acción del mallorquín reaccionó el juez de línea declarando el punto para él, pero su adversario pidió el Ojo de halcón y, efectivamente, demostró que la pelota había botado sobre la línea. El juez cambió su decisión y en vez de repetir el punto se lo otorgó a Berdych. Eso desató la ira y la protesta de Nadal, que reclamó la consulta del comisario de pista para que al menso se repitiese el punto. Todos entendieron que el español se había adelantado a detener el juego y que, por tanto, el punto debía recaer sobre el checo: 15-30.
El número uno del mundo se enfureció, e incluso hizo ademanes de dejar el partido, algo que no sucedió, sino que le espoleó aún más para encarar mejor su duelo y convencerse de que él debía ser el ganador. Obligados a jugar el desempate, Nadal se creció, lució un buen servicio y enseguida se puso con ventaja de 4-2, para sentenciar después.
La segunda manga fue ya otra cosa. En el cuarto juego el mallorquín rompió el servicio de Berdych en la segunda opción que tuvo. La diferencia con el primer set (que duró setenta minutos) fue, sencillamente, que en éste Nadal no estaba dispuesto a dejar escapar las oportunidades que le brindaba el partido. Esta vez no tardó más que tres cuartos de hora en sentenciar al checo, jugador que no le gana desde los cuartos de final del Masters Series de Madrid en 2006 y que cometió un total de 32 errores no forzados en este envite frente a los 13 de Nadal. Berdych tendrá que seguir esperando.
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