Moreno se gana a pulso la destitución en Sevilla (5-1)

SEVILLA FC 5-1 UD ALMERÍA | La Crónica

Calamitoso partido del Almería en el Sánchez Pizjuán, donde a los 7 minutos ya perdía por 2-0 con goles de En Nesyri y Lukebakio

Antes del descanso Suso firmaba el tercero y Lamela el cuarto tras la reanudación; Suárez, de penalti, ponía el de consolación y Kike Salas, en el descuento, completaba la 'manita'

Mantener al técnico valenciano para recibir el domingo al Granada tras encajar 18 goles en 7 jornadas parece una osadía

Incomparecencia colectiva de todos los futbolistas rojiblancos, que no dieron nivel de Primera

Moreno intenta corregir un desaguisado incorregible en el Sánchez Pizjuán
Moreno intenta corregir un desaguisado incorregible en el Sánchez Pizjuán / José Manuel Vidal / Efe

Almería/Vicente Moreno, con una inexplicable concatenación de decisiones erróneas desde que arrancó la temporada, se ha cavado su propia fosa como técnico de la UD Almería. El desastre generalizado en la gestión de la plantilla y de los cambios jornada tras jornada tuvo su cénit en Sevilla, donde el técnico valenciano echaba dos palas de tierra encima de su futuro al frente del banquillo rojiblanco con una sucesión de calamidades que se inició en un cuestionable once inicial con cinco delanteros y sin tapar bien los flancos para visitar el Sánchez Pizjuán. A eso se añadió la inoperancia de los futbolistas, impotentes por momentos para dar el nivel mínimo exigible en Primera División.

Todo ello se tradujo en un incontestable 2-0 a los siete minutos de juego. Nada extraño si se tiene en cuenta que la UDA ha arrancado perdiendo antes del minuto 25 en cinco de los siete partidos disputados. No es por tanto un problema coyuntural, sino estructural, enraizado en el endeble entramado defensivo propuesto por Moreno y su staff. Esta vez la ocurrencia pasó por darle descanso a Akieme (se intuye que andaría tocado) para meter a Centelles y de tirar de Pozo, recién salido de lesión, para taponar el agujero que estaba siendo esa banda con el concurso de Chumi.

En vez de mejorar el panorama, ya de por sí tétrico, empeoró sustancialmente y la dupla africana de contención Baba-Lopy se vio continuamente desbordada con un equipo partido en dos, los que hacían por defender y quienes intentaban atacar, sin el necesario pegamento que sirviese de unión, ya que Melero, como el resto, parecía desconocer su rol, jugando todos como pollos sin cabeza. El mayúsculo desastre se palpaba en los primeros instantes y no tardó en evidenciarse cuando a los cinco minutos Édgar desviaba a córner un balón que Maximiano pudo atrapar en caso de estar atento al juego.

El saque al segundo palo encontró al enmascarado Badé elevándose por encima del resto con pasmosa facilidad para mandar un testarazo a la cruceta. El rebote cayó al área pequeña, donde En Nesyri pudo remachar también de cabeza sin encontrar oposición para poner el 1-0 con una comodidad inusitada. Los almerienses evidenciaron que no se habían bajado del autobús cuando instantes después de sacar de centro el Sevilla asestaba el segundo golpe. Fue Lukebakio en una acción personal pésimamente defendida por la zaga visitante. Un primer recorte con la zurda sirvió para que el belga burlase a Pozo, Lopy y un pasivo Arribas en la frontal de una tacada y el segundo para acomodarse el balón y sacar un latigazo con la diestra al ángulo. La sensación de zozobra, de goleada de época, era apabullante ya con apenas 7 minutos de juego. Tanto es así que en el ecuador del primer acto el Sevilla había lanzado media docena de saques de esquina, por ninguno de los almerienses, que fueron 7-0 al término de los primeros 45 minutos, sin ver una sola tarjeta amarilla, buena muestra de la indolencia generalizada.

Lopy intenta frenar el avance de Lamela
Lopy intenta frenar el avance de Lamela / José Manuel Vidal / EFE

El 3-0 bien pudo caer en el 21' con una tijera del propio Lukebakio que Maximiano lograba desviar, pero llegó en el 38' con la típica rosca de Suso partiendo desde la banda diestra para buscar el golpeo interior con su zurda de seda, tendiéndole Centelles la alfombra roja para rematar a placer. El Almería, como es norma, también cumplía con la ley del ex. La goleada pudo ser más sonrojante si cabe al descanso, pero el disparo raso al palo corto de En Nesyri tras asistencia de Lamela lograba despejarlo Maximiano, quien dentro del arco al menos tapa hueco, el mínimo exigible en un guardameta que vino para zanjar el debate en la portería.

Cuando todo es un completo desastre, poco arreglo tiene y en la reanudación nada cambió, ni siquiera Moreno hizo sustituciones, quizá para recalcar la incomparecencia de quienes habían salido de inicio. El Sevilla, mientras tanto, siguió a lo suyo, penetrando como cuchillo en mantequilla ante un rival carente de contención en ambas bandas e impotente asimismo para tapar los pasillos interiores. El cuarto era cuestión de tiempo y llegó de contragolpe, para que los hubiera de todas las formas y colores, como un buen arco iris. Lukebakio, soberbio toda la tarde, condujo la transición para cambiarla al costado opuesto sobre la llegada de Pedrosa, quien puso atrás el pase de la muerte culminando Lamela la acción.

Las entradas de golpe de Puigmal, Ramazani y Kaiky sirvieron para frenar algo el ritmo del encuentro. Eso, unido a que el Sevilla bajó el pistón pensando en que hay otra jornada a la vuelta de la esquina, permitió a la UDA lograr el tanto de la consolación tras un involuntario pisotón de Navas sobre Ramazani convenientemente señalado como penalti que Luis Suárez se encargaba de ejecutar para lograr su primer tanto del curso en la única noticia positiva de la tarde hispalense.

Con dieciocho goles encajados tras siete jornadas -ha leído usted bien, 18- la continuidad de Moreno un partido más se hace insostenible, dado que su principal premisa cuando firmó para sustituir a Rubi era mejorar el balance defensivo del equipo, algo que él mismo se encargó de refrendar con palabras en su presentación y no ha sabido plasmar en el verde. Los jugadores tienen ahora la palabra para demostrar si realmente hay calidad suficiente para salir de este atolladero. Conste en acta, para culminar esta furiosa crónica, que Koné jugó y todos vieron que no está a la altura de la categoría.

Ficha Técnica

Sevilla FC: Nyland, Navas (c) (Juanlu, 75'), Pedrosa (Kike Salas, 84'), Gudelj, Badé, Sow (Soumaré, 65'), Fernando, Lukebakio (Januzaj, 65'), Lamela, Suso y En Nesyri (Rafa Mir, 84')

UD Almería: Luis Maximiano, Pozo (Mendes, 81'), Centelles, Édgar, Montes (Kaiky, 64'), Baba, Lopy (Puigmal, 64'), Arribas (Baptistao, 72'), Melero (c), Luis Suárez y Koné (Ramazani, 64').

Goles: 1-0 (6'): En Nesyri remacha de cabeza un cabezazo previo de Badé a la cruceta tras un saque de esquina. 2-0 (7'): Lukebakio recorta al borde del área a Pozo y Lopy con la zurda y saca un trallazo al ángulo con la diestra. 3-0 (38’) Suso con su clásico disparo de rosca con la zurda. 4-0 (51'): Lamela culmina un contragolpe con pase de la muerte de Pedrosa. 4-1 (71'): Luis Suárez, de penalti cometido por pisotón de Navas sobre Ramazani. 5-1 (90'+2'): Zurdazo de Salas a pase de Juanlu.

Árbitro: Cuadra Fernández (balear). Amonestó a Navas (70'), Kaiky (77'), Suso (83'), Baba (86') y Lamela (90').

Incidencias: Partido de la séptima jornada de la Liga EA Sports disputado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán ante 35.729 espectadores, de los que casi un centenar llegados desde Almería. Los visitantes jugaron con la tercera equipación, de color azul.

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