Molo: "La destitución del UCAM fue totalmente inesperada"

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El técnico almeriense cuenta a 'Diario de Almería' su despido con el conjunto murciano, lamentando que no tuviese más jornadas para mostrar el trabajo realizado

Molo posa para ‘Diario de Almería’ en el Puerto Deportivo de Aguadulce / Javier Alonso

Almería/Manuel Jesús Casas García (Almería, 1985), 'Molo', fue despedido el pasado mes de octubre. El UCAM Murcia apenas había disputado cinco jornadas y la dirección deportiva murciana consideró que lo mejor era prescindir de quien había confiado en el estival. Fue una decisión que no se esperaba, a diferencia de la destitución la campaña anterior en un Águilas que dejó a un punto de la promoción de ascenso a Primera Federación y que acabó descendiendo a Tercera. Molo, que disfruta ahora de su familia y continúa formándose para cuando le llegue una nueva oportunidad, se lamenta de la poca paciencia que hay en el fútbol.

- ¿Cómo se encuentra?

Ya mejor. Las primeras semanas fueron algo más complicadas. Fue un golpe muy, muy duro. He ido pasando página y estoy viviendo mi nueva realidad, con más tiempo libre y tiempo para estar con la familia. Estoy disfrutando más que nunca de ellos. También me estoy formando y muy encima de todo lo que tenga que ver con el fútbol.

- ¿Cómo se explica que puedan destituir a un técnico tras la quinta jornada?

Sé cómo funciona el fútbol y a lo que me dedico. Pero hay cosas que se escapan del control. Hicimos una pretemporada en la que llegamos a un club que estaba prácticamente destruido tras un descenso traumático a Segunda Federación. Hay 22 jugadores nuevos, haciendo una pretemporada bastante buena a nivel de resultados y sensaciones, con victorias solventes. Tras la pretemporada tuvimos una reunión con la dirección deportiva y nos muestra su felicidad por el día a día y el trabajo que estamos haciendo. Cinco jornadas después me echan. No termino de entenderlo. Fue totalmente inesperado porque los 'inputs' que recibíamos por parte de la directiva y de la dirección deportiva eran positivos. Nunca creíamos estar en entredicho. Es una pena.

El técnico almeriense, durante un momento de la entrevista / Javier Alonso

- ¿Le dieron explicaciones?

Las explicaciones eran que creían que con lo que se estaba haciendo no íbamos a cumplir los objetivos. Dos semanas antes hubo otra charla en la que nos manifiestan que están contentos con el trabajo y de que es cuestión de encadenar dos resultados positivos. Insisto en que partíamos de 22 jugadores nuevos y ya se estaban produciendo buenas conexiones entre ellos y cogiendo el tono de la competición. El contexto es de las cinco jornadas, tres fuera de casa y dos de ellas en césped artificial, algo que dificultaba el inicio. Tenemos el convencimiento de que íbamos a ir hacia arriba, había cosas que mejorar, pero otras que veíamos bien. El mismo lunes que me destituyen, por la mañana hay una charla en la que hablamos de las siguientes dos jornadas, en casa ambas, y que íbamos a sacar. Jamás noto que hubiese dudas sobre mi continuidad. A las ocho de la tarde, estando trabajando en mi despacho en el campo, filtran por Twitter que estoy fuera. Sólo me quedaba respetar la decisión. Lo que más me dolió fue lo inesperado de la situación. La experiencia en Águilas es parecida, incluso peor porque estábamos en la jornada 10 y casi en promoción de ascenso; pero desde pretemporada casi siempre había disconformidad en el día a día con Alfonso García, que siempre me hacía ver que quería más. Solía comentar a mi entorno "el día que perdamos un partido, a ver qué pasa...". Pero en este caso, en el UCAM, no fue así.

- En seis temporadas en el UCAM han desfilado hasta 16 entrenadores.

A Rubén Albés le echaron en la jornada 7, a Salmerón, que había ascendido a Segunda, también en el inicio... Es un dato muy negativo y lo comenté con gente de mi entorno. Pero había un cambio en la estructura deportiva, en la que confiaba a muerte, y entendía que podría salir bien. Y luego cuando te llama el UCAM, no le puedes decir que no. La idea era comenzar bien y, a partir de ahí, ganando confianza y creciendo. Hubo dos resultados malos, sobre todo en casa, ante el Torremolinos, cuando íbamos ganando 2-1 y nos empatan con un penalti que no es, lesionándose después el delantero, a quince minutos para el final con todos los cambios hechos. Es cierto que ese final de partido las sensaciones no fueron buenas y ese partido en el que hubo algo de infortunio nos hizo mucho daños. El UCAM es un club como unos recursos impresionantes y con gente dentro que merece la pena. Es una pena acabar así porque tenía la seguridad, aunque pueda parecer soberbia, que cuando enlazásemos dos victorias y terminásemos de conjuntar lo que teníamos, íbamos a ir hacia arriba. Las siguientes dos jornadas a las destitucion eran dos partidos seguidos en casa contra equipos recién ascendidos y pensabamos que podia ser un punto de inflexión, por lo que nos transmitían los jugadores y el dia a dia. Creo honestamente que después de todo el trabajo realizado hasta el momento al menos merecíamos esas dos jornadas, pero ya pasó y no guardo rencor a nadie, agradezco que me abrieran las puertas de este gran club en el mes de julio y puedo asegurar que estamos muy orgulloso del trabajo hecho hasta el momento.

"El Lleida es el club más importante de mi vida"

- Ha citado antes su etapa en el Águilas. Dejó al equipo a un punto de la promoción de ascenso, con sólo dos derrotas en diez jornadas y siendo el tercero menos goleado. Terminó descendiendo. ¿Entienden de fútbol los que mandan?

La cultura futbolística para los entrenadores en España es una animalada. Sin ir más lejos, en octubre, había habido nueve destituciones en España en Primera Federación. ¡De 40 equipos, nueve despidos tras un mes y medio de competición! Es una locura. Está instaurado en España. En el momento que pierdes un partido... La gente no analiza ni es consciente de la dificultad que entraña esto. Los dirigentes ponen el dinero y tienen la capacidad de mandar. En este caso, Alfonso decidió que era lo mejor y no puedes hacer nada porque hay un contrato y te pueden echar. España es un país jodido para esto.

- En el Lleida sí estuvo dos temporadas como entrenador. ¿Volverá?

Quiero pensar que sí. Lo veo algo más a medio-largo plazo, no a corto. El Lleida es el club más importante de mi vida. Hicimos las cosas bien. El primer año fue excepcional por el tema del coronavirus y el segundo, también. Fue dramático porque comenzamos más tarde, estuvimos muchos meses sin cobrar y casi conseguimos los objetivos a pesar de eso. El Lleida ha cambiado ahora su estructura y es un sitio para crecer por todo lo que tiene, pero lo veo como más a medio-largo plazo.

Molo reside ahora en Almería, aunque viaja constantemente para ver partidos / Javier Alonso
"Lo que se siente como jugador es imposible sentirlo como entrenador"

- En Almería sólo hay tres clubes (Almería, Poli El Ejido y Atlético Pulpileño) en las cinco primera categorías. ¿Qué falla?

Es una muy buena pregunta. Vengo de una región como la de Murcia, con tantos equipos en Primera, Segunda Federación y Tercera Federación... Algo no estamos haciendo bien porque además Almería es una provincia con mucho dinero al haber empresas importantes. El fútbol necesita ese dinero. Es una cuestión para debatir y entrar en profundidad. Los que nos dedicamos a esto siempre tenemos que coger el coche y hacer kilómetros para ver fútbol de todas las categorías, pues en Almería eso no lo tenemos. Por ejemplo,la próxima semana voy a Madrid y veré entrenamientos del Leganés de mi amigo Idiakez y del Alcorcón de Fran Fernández. Tenemos que seguir estando activos en el día a día y casi siempre tenemos que viajar para poder hacer seguimientos en Murcia, Granada o Málaga. Es un debate para abrir, pero yo llevo prácticamente toda mi vida de fuera de Almería y tampoco soy conocedor de todo lo que pasa en esta provincia.

- ¿Pagaría por volver a su época de jugador? Supongo que es más sencilla que la de entrenador...

Sin duda, sin duda. El otro día hablaba con un compañero, ya veterano, y le decía que aguante todo lo que pueda porque lo que se siente como jugador es imposible sentirlo como entrenador. Como futbolista disfrutas del día a día, de la competición y tienes menos dolor de cabeza. Como entrenador tienes que tomar muchas decisiones de manera constante, a diario y es muy bonito, me apasiona, pero es mucho más bonito entrenar como jugador. Vas al entreno, lo tienes todo preparado... Y al que le gusta esta competición y este deporte es el mejor puesto dentro del mundo del fútbol.

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