Llegan las ofertas al Almería, pero todas insuficientes

Almería/A expensas de que abra oficialmente el mercado de fichajes el próximo sábado 1 de julio, los clubes empiezan a recibir los primeros ofrecimientos por los jugadores que interesan. Muchos de esos contactos iniciales quedan en simples acercamientos para preguntar por la situación contractual y otros, los menos, cuajan en algún tipo de oferta.

Desde hace unos años, básicamente coincidiendo con el estallido de la pandemia de coronavirus, aunque la tendencia ya venía de antes debido al potencial inversor de la Premier, que poco a poco está arrinconando al resto de Ligas, la dinámica en los primeros días de ventana es el movimiento de agentes libres que han acabado contrato en sus respectivos clubes a 30 de junio y luego van produciéndose los intercambios de cesión.

Más avanzado el verano, llegando ya al inicio de la competición a mediados de agosto la cosa empieza a calentarse teniendo en cuenta las enormes transferencias que se mueven en Inglaterra y que provocan un efecto dominó en el resto de competiciones. De ahí que en la actualidad sea prácticamente imposible llegar a la pretemporada con el plantel confeccionado al 100% y haya que esperar al último día (31 de agosto) para cerrar las últimas operaciones con posibles gangas inesperadas que se ponen a tiro.

El Almería en ese sentido anda tranquilo en esta última semana de junio, sabiendo que cuenta con una base muy válida de jugadores con quienes Vicente Moreno cuenta para construir el nuevo proyecto, que busca la permanencia sin sufrimientos. Tanto el club como la dirección deportiva rojiblanca tienen muy claro que para seguir creciendo en todos los sentidos (particularmente a nivel de límite salarial) hay que seguir vendiendo y por eso hay media docena de futbolistas en el escaparate: los defensores Srdjan Babic y Sergio Akieme, los centrocampistas Samu Costa y Lucas Robertone y los delanteros El Bilal Touré y Largie Ramazani.

Por tres de ellos varios clubes ya han mostrado un interés palpable llegando incluso a realizar ofrecimientos en lo económico. Así, por El Bilal desde Italia apuntan que la Atalanta estaría dispuesta a abonar 23 millones de euros para hacerse con sus servicios. Lo mismo ocurriría con Ramazani, por quien el Nantes francés llegaría a los 6 millones de euros, despertando también el interés del Royal Antwerp (Amberes), actual campeón de la liga belga. La última en llegar a las oficinas de la Vega de Acá sería una de 10 millones del Feyenoord neerlandés por Robertone.

Todas ellas siguen el mismo patrón, a ojos de la directiva indálica resultan insuficientes y sigue remitiéndose a las cláusulas de rescisión de todos esos futbolistas, fijada en 40 millones de euros. Se trata de una estrategia de negociación, ya que por El Bilal, cuyo coste procedente del Stade de Reims no llegó a los 10 millones, se vería con buenos ojos recabar alrededor de 25-30 millones para dejarlo salir. El buen cartel que tiene en la Premier, con varios equipos interesados (se cayó el Bournemouth de Iraola en las últimas horas tras hacerse con Justin Kluivert) ayudarían a llevar la puja al alza y por eso se mantiene la calma, si bien el escenario ideal sería venderlo pronto para evitar dilatar las cosas como ya ocurriera con Sadiq Umar.

En el caso de Ramazani las cosas son distintas. En primer lugar porque llegó libre procedente del filial del Manchester United y en segundo lugar porque cumple contrato en junio de 2025, por lo que una venta entre 10-15 millones reportaría un buen beneficio a las arcas unionistas y seguramente el primer equipo que llegue a esa horquilla se lleve el gato al agua. El jugador espera poder regresar a tierras británicas.

Finalmente está el caso de Robertone, uno de los mayores baluartes del plantel tras la gran temporada que ha cuajado, con 2 goles y 7 asistencias (el quinto mejor pasador de la Liga). Con contrato en vigor hasta 2028 y perspectivas de ser citado por la selección de Argentina, el de Concordia vale mucho más de los 10 millones que el cuadro neerlandés habría puesto sobre la mesa. Con un coste de unos 9 millones de euros abonados al Vélez Sársfield, su precio de salida podría rondar los 20-25 millones.

Hasta la fecha no se han registrado ofertas por Akieme, Babic o Samú Costa, pero en el club confían en que conforme vaya avanzando el verano y se concreten las necesidades de todos los equipos seguramente lleguen cosas para todos ellos. El centrocampista luso se encuentra disputando el Europeo sub-21 con Portugal, Babic es internacional con Serbia y Akieme fue fijo en el once de Rubi hasta su lesión, por lo que a buen seguro que tendrán mercado.