Joao Gonçalves, acusado de 14 delitos de corrupción por la justicia portuguesa

Joao Gonçalves, agente de jugadores y desde el aterrizaje de Turki Al-Sheikh en la propiedad de la UD Almería asesor del club en materia de fichajes, ha sido acusado por el Departamento de Investigación y Acción Penal (DIAP) de Oporto por 14 delitos de corrupción activa en relación a su presunta implicación en el caso 'Cashball', en el que la justicia portuguesa investiga supuestos pagos a árbitros de balonmano y futbolistas en el deporte luso y en el que además figura como imputado.

La noticia ha saltado en las últimas horas a todos los medios del país vecino, que recogen en sus informaciones que junto con Gonçalves se encuentran asimismo imputados Paulo Silva, denunciante del caso, y Gonçalo Rodrigues, exempleado de la Oficina de Apoyo al Deportista. El Ministerio Público decidió presentar cargos en base a varios intercambios de mensajes entre el denunciante, Silva, el agente Gonçalves y Rodrigues, exfuncionario también del Sporting.

El Sporting de Lisboa y André Geraldes, exdirector general de Sociedad Anónima Deportiva, fueron sin embargo liberados del proceso Cashball este lunes. En el auto se dan como no probados todos los hechos imputados no solo al club lisboeta, sino también al ahora presidente del SAD de Estrela.

Según detalla la prensa portuguesa, en noviembre de 2020, al final de la investigación liderada por la Policía Judicial, solo Paulo Silva era sospechoso de corromper a árbitros de balonmano y futbolistas; mientras que ahora son tres los implicados, el propio Silva, Rodrigues y Gonçalves.

El despacho judicial indica que "existen pruebas suficientes de que la acción concertada de los imputados se llevó a cabo en interés de esas personas jurídicas". Está en juego un supuesto esquema en el que los acusados intentaron acercarse a árbitros de balonmano, no solo en partidos que involucraban al Sporting, sino también a otros que podrían contribuir indirectamente a los leones, con la promesa de pagar cantidades de 2.500 euros que podrían llegar a 3.000 euros.

Joao Gonçalves no figura en el organigrama de trabajo de la UD Almería, pero cuenta con despacho propio en el Estadio de los Juegos Mediterráneos y es conocida su labor de asesoría deportiva a Al-Sheikh y Mohamed El Assy en los cuatro mercados de fichajes en los que ha tomado parte el club desde que el ministro saudí se hiciera con el paquete accionarial de Alfonso García en verano de 2019.

En la operación de traspaso de Darwin Núñez al Benfica, sin ir más lejos, la venta más cara de la historia de la Segunda División española (cifrada en 24 millones de euros), Gonçalves jugó un papel fundamental. Se daba entonces la oportuna coincidencia de que el técnico encarnado Jorge Jesús había dirigido un par de temporadas antes al Sporting de Portugal, donde trabajó estrechamente con Gonçalves y posteriormente firmó por el Al Hilal saudí, plaza en la que conoció a Al-Sheikh.

Aquella operación dejó un un par de movimientos colaterales cuando menos extraños, las contrataciones de los uruguayos Cristian Olivera procedente del Rentistas (representado por Edgardo Lasalvia, mismo agente que Darwin) y Juan Manuel Gutiérrez (ex Danubio) por un coste conjunto que ascendió a los 5 millones de euros. Hoy en día ambos son suplentes en el filial rojiblanco de Tercera División.

Abundando más en la conexión Almería-Sporting con Gonçalves como cabeza visible, cabe recordar que uno de los primeros fichajes de la era Al-Sheikh fue el del centrocampista serbio Radosav Petrovic, mientras que el pasado verano los 'leones' realizaban el préstamo, a la postre fallido deportivamente, del ariete Pedro Mendes. En el pasado mercado invernal se concretaba además la cesión del central Ivanildo Fernandes, del que se especula que el Almeria estaría dispuesto a quedarse en propiedad a cambio de una cantidad próxima a los 3 millones de euros, mientras que la prensa lusa ha publicado en los últimos días el interés del conjunto lisboeta por hacerse en propiedad con Sergio Akieme, por el que el Almería ha abonado cerca de tres millones y medio de euros al FC Barcelona tras rebasar la cláusula de partidos disputados.