Gomes no es Emery
UD ALMERÍA | Contracrónica
Sadiq salía en rescate del técnico luso tras una mala primera mitad de los rojiblancos reconducida en la segunda parte con una actuación estelar del nigeriano, que estuvo en todas y cortó una sequía de 457 minutos sin marcar gol. La Crónica
Almería/En la previa del partido un agonizante José Gomes apelaba al espíritu de Unai Emery para intentar salvar los muebles en un gesto más propio de quien se aferra al tronco de madera que arrastra la corriente viendo que se ahoga.
Recordó el mal inicio del vasco en la 2006-2007 que culminaba con el primer ascenso de la UDA para establecer un paralelismo con su situación actual. Nada más lejos de la realidad. Aquel Almería no terminaba de arrancar, pero transmitía buenas sensaciones, muy distintas al equipo ramplón de la actualidad, que ha acumulado 457 minutos sin ver portería.
El Cartagena, un recién ascendido que ha construido un bloque bastante interesante, volvió a sacarle las vergüenzas en el primer acto con tan solo un poco de orden y concierto, justo lo que perdieron los indálicos en algún momento tras la derrota ante el Sporting jugando bien y la debacle de Las Gaunas, luego corroborada en Las Palmas.
Gomes tiró de veteranía como remedio a sus males pero las entradas de Petrovic, De la Hoz o Corpas, del serbio en particular, no fueron la respuesta adecuada. No acaba de comprenderse que se recurra a un extremo, que a priori da idea de buscar mayor profundidad por banda para meterle centros a Sadiq y que luego le pida actuar por dentro, perdiéndose en los pasillos interiores sin sacarle tampoco fuste a las fallidas subidas de los laterales.
La posesión, con picos favorables de hasta el 65%, continuó siendo estéril, pues las más de las veces los pases eran horizontales, buscando la verticalidad solo con balones en largo para que Sadiq intentase hacer la guerra por su cuenta, pero sin verse secundado por el trío formado por Carvalho, Aketxe y Corpas.
A este ritmo al mediapunta vasco incluso se le va a olvidar lanzar faltas. Dispuso a los dos minutos de juego de un libre directo bien posicionado, de esos que nunca solía perdonar, pero el punto de mira lo tiene desviado este curso y chutó por encima del travesaño.
Viendo que la pelota iba a llegar poco por sus dominios, el ariete nigeriano intentó fabricar el gol por su cuenta y a los doce minutos de juego estuvo cerca de conseguirlo con una buena maniobra dentro del área que definió con un disparo de rosca a la media vuelta que casi bate a Marc Martínez.
El sorprendido en la acción siguiente de peligro visitante fue Cuenca. Álex Gallar metió un buen pase y Rubén Castro atacó el espacio, ganando el forcejeo al veinteañero para revolverse y sacar un disparo que batía a un Makaridze escaso de reflejos.
Solo en Sadiq y alguna cabalgada de Akieme por su costado se atisbó reacción. Una subida del ecuatoguineano culminaba con un centro que el nigeriano remataba alto algo forzado.
El Cartagena pudo hacer no obstante el segundo antes del descanso. Primero con un centro de Cayarga salvado in extremis por Akieme cuando Rubén Castro se relamía y luego en un uno contra uno del propio Cayarga abortado por Makaridze.
Las cosas mejoraron algo tras el descanso, al menos en el aspecto ofensivo. Así, al poco de regresar de vestuarios un buen centro de Balliu (el catalán se prodigó menos de lo habitual) encontraba la cabeza de Sadiq topándose con la respuesta de Marc Martínez y el rechace del meta albinegro lo remachaba Carvalho, tropezándose esta vez con un defensor rival.
En la siguiente acción los mismos protagonistas no iban a perdonar. El jugador portugués por fin encontró los pasillos interiores para filtrarle una buena asistencia a Sadiq que el nigeriano esta vez no perdonó al cruzar el balón ante la salida de Marc.
El Cartagena, particularmente sus hombres de ataque, había experimentado un acusado bajón físico y todo hacía presagiar que la remontada sería posible, pero este Almería no está para fiestas y los visitantes tuvieron más cerca el 1-2 en la recta final del encuentro.
Un peligroso zurdazo de Álex Gallar casi impide la celebración del empate al poco de producirse y luego Makarizde sacaba el pie para atajar otro disparo de Nacho Gil. El punto rescata a un cuestionado Gomes, al menos hasta recibir al Fuenlabrada.
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