Gol en la repetición de la jugada
Como no le dejaron meterlo con el pie, Charles abrió la lata al alimón con Ramírez tras un segundo y magistral centro de Christian La grada botó y hasta coreó con 'olés' el juego
Corrían cuatro minutos y treinta y siete segundo cuando Nauzet tuvo que coger por segunda vez el balón de sus mallas. Además, en las dos ocasiones vio cómo el esférico llegaba desde la izquierda y era Charles el que lo empujaba. Una jugada parecía la repetición de la otra. Era como si el tanto que Arcediano Monascillo le anuló [bien anulado] a Charles tuviera un segundo acto, esta vez legal. Christian sacó dos maravillosos centros desde la izquierda: en el primero el brasileño levantó demasiado la pierna y no subió al marcador, pero sólo dos minutos después remachó al alimón con Ramírez [el arlequinado dice que le dio él] con su hombro para hacer el 1-0. Éste no había manera de anularlo.
Un par de sorpresas. Javi Gracia no hizo pública su convocatoria y ésta se conoció en el propio estadio. Fuera de la misma se quedaron Mejía, Abel Molinero y Carlos Calvo. Destaca sobre todo la ausencia del último, uno de los jugadores en los que más confianza tiene el pamplonica. La otra sorpresa llegó en el once titular: como anunciaban las previas Falque entró en el extremo izquierdo por Aleix Vidal, pero nadie se imaginaba que Rafita le iba a quitar el puesto a un Gunino que estaba francamente bien.
"Corre, Jonathan". La potencia física del africano es una de las armas que mejor está explotando el Almería. Cada vez que el juego se vuelca por su banda, el 33 rojiblanco mide a su defensor con un veloz esprint a la espera de que algún compañero le eche el balón. Y éste siempre acaba llegando en una jugada muy de la vieja escuela, pero bien efectiva.
El grito de Verza. Estaba la Grada Joven cantando y la afición encrespada por una falta que le acababan de pitar a Charles, pero desde la tribuna de prensa se pudo escuchar perfectamente el gemido de dolor del oriolano tras sufrir un plantillazo. Instantes de silencio en la grada por temor a una lesión, pero pronto volvieron los cánticos de ánimo al ver cómo Verza se reincorporaba.
Bueno y generoso. Tenía ganas Alfonso García de que algún fichaje invernal le saliera como Iago Falque. El gallego dio ayer una exhibición por la banda. Presión, desmarques, disparos, pero sobre todo pases. Es difícil encontrar al jugador que levanta la cabeza cuando encara al meta rival y busca la mejor opción antes de fusilar al muñeco. Falque prefirió asistir antes de llevarse él la gloria de un gol el día de su debut en casa. Fuerte ovación.
Una entrada más que decente. No fue la del Barcelona, pero no estuvo nada mal para ser un viernes a las nueve de la noche. El presidente quiere que el Mediterráneo siga rugiendo como en estos dos últimos partidos porque es la única manera de que el ascenso no se quede en un simple sueño. Los casi diez mil almerienses que acudieron ayer se llevaron el alegrón necesario para aficionarlos. En la segunda parte pudieron escucharse olés y hasta ver botar a las gradas, algo que hacía tiempo que no ocurría.
Bien lanzados. Ulloa tiraba los penaltis el año pasado y sólo marró uno. Su testigo lo cogió Charles, que de momento no ha fallado desde los once metros. Ayer Soriano también salió a la palestra para demostrar que esa faceta está bien cubierta.
Un árbitro o un trabalenguas. Dámaso Arcediano Monescillo. Ahí es nada. Menos que los jugadores se dirigen a él como "arbi" que si no... Lo cierto es que el castellanomanchego realizó un arbitraje serio y no quiso ser el protagonista. Pese a anular un gol, recibió la indiferencia al descanso, una buena señal.
También te puede interesar
Lo último