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Almería/Este domingo fallecía a los 64 años de edad Antonio Martínez Ufarte, central y centrocampista que defendió las camisetas de la Agrupación Deportiva Almería, Poli Almería y Poli Ejido durante la década de los setenta y la de los ochenta, aunque su carrera deportiva también entró en la siguiente. Natural de El Marchal de Enix (Almería), comenzó a jugar en el Parador, militó en el Aguadulce y siendo aún un crío llamó la atención de la AD Almería, conjunto con el que debutaría, siendo aún juvenil, en la temporada 1973-1974 de la mano del técnico Ben Barek, en el campo del Marbella.
Dejó la localidad roquetera para irse a la capital almeriense, donde cursó sus estudios en el Instituto Nicolás Salmerón, formando parte de un equipo dirigido por el profesor de matemáticas Miguel del Pino que brilló en la fase final del campeonato nacional escolar de 1974. Ventura, Pinazo y Memé fueron algunos de los miembros de ese conjunto estudiantil. Ufarte, nacido en el año 1956, destacó siempre por su altura y la potencia de su disparo, además de que fue un futbolista al que le gustaba salir jugando con el esférico sobre el terreno de juego. Se ganó el privilegio de compartir vestuario con míticos jugadores rojiblancos como Juan Rojas, Morales o Goros, aunque su falta de minutos en aquel Almería con el que llegó a tocar la gloria con sus dedos, en el que estuvo desde el 74 al 77 y con el que celebró tres ascensos, le hizo buscarse la vida lejos de su provincia. Pasó por Úbeda, Melilla, Manchego y Orihuela, pero a mitad de los ochenta regresó a su tierra para formar parte del histórico Poli Almería (1986-1989), en Segunda B.
También estuvo en la disciplina del desaparecido Polideportivo Ejido, último conjunto en el que jugó antes de volver al cuadro en el que empezó a demostrar sus dotes con el balón, el Parador. Allí colgaría las botas. Sin duda alguna, Ufarte, ese jugador al que muchos llamaban cariñosamente como el niño, por la juventud con la que dio el salto al primer equipo de la AD Almería, es un destacado protagonista de la historia de un fútbol almeriense que le despide entre lágrimas y recordando las grandes anécdotas vividas a su lado sobre un terreno de juego.
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