Eterno titular

fútbol tercera división (grupo ix)

El almeriense Linares es el hombre récord del balompié nacional, al ser el futbolista que más minutos ha disputado las últimas tres temporadas

Linares, con la camiseta del Motril con la que espera prolongar su récord.
Linares, con la camiseta del Motril con la que espera prolongar su récord. / Rafael González
Pablo Laynez

28 de diciembre 2017 - 02:34

El dato pasaba desapercibido para Linares hasta que le llegó un mensaje al móvil. Él sólo se encargaba de entrenar y jugar (bueno, y de trabajar en el invernadero y cuidar de sus dos niños chicos). El teléfono le vibró y el guasap que iba a leer lo llevó al estrellato de los humildes. No cobra más que Messi, no marca más goles que Cristiano, no hace mejor las lambrettas que Neymar..., pero sí que ha jugado más que ellos en las últimas tres temporadas. Bueno, que ellos y que todos los jugadores del fútbol español.

Nunca va a jugar en el Bernabéu o en el Camp Nou, pero tampoco nunca se ha saltado un entrenamiento; no acapara focos ni flashes después de los partidos, ni tampoco está en el ojo del candelero por simular lesiones o quitarse de en medio en los partidos complicados; no le pretenden los mejores equipos del país, pero tampoco pretende que le den algo que no se ha ganado. Y lo que se ha ganado es uno de los récord más curiosos y complicados de toda la historia del fútbol español. De hecho, no hay nadie que se le aproxime ni remotamente porque su espíritu es inquebrantable.

Hace tres temporadas, el lateral diestro jugó todos los partidos en el grupo VI de Tercera División con el Crevillente, un equipo que buscaba el ascenso a la categoría de bronce. El primero en la historia del fútbol español que lo hacía. Sin tener constancia, se marchó al Huércal Overa donde, por segunda temporada consecutiva, fue el que más minutos disputó. Ahí ya le llegaron los primeros rumores sobre su hazaña deportiva, magnífica historia para los diarios deportivos, que lejos de distraerlo, lo motivaron aún más. De vuelta al Crevillente siguió batiendo su propia marca y se iba a convertir en historia viva del club alicantino, al ser el futbolista que más rápido alcanzó los cien partidos: jugó cien de ciento uno posibles.

Ahora en el Motril, en el mismo grupo que el Almería B, prosigue con su particular disputa contra sus propios números. Suma y sigue, los cronómetros nunca se detienen cuando se calzan las botas, los árbitros ya saben que en las actas del club tropical tienen que apuntar a Linares y diez más.

Entre esos diez a los que tienen que apuntar están los también almerienses Dani Cara y Alex Bautista, con los que comparte coche casi a diario para recorrer los 93 kilómetros que separan Roquetas, donde vive Linares, del Estadio Escribano Castilla. 93 de ida y otros 93 de vuelta claro está. La ida a las cinco y media de la tarde y la vuelta casi a la medianoche. Y es que el récord tiene más mérito porque el mojonero se levanta todos los días a las seis de la mañana para cuidar su finca de pimientos y tomates, que posteriormente vende en la alhóndiga sin que el sueño lo venza ni el cansancio debilite un físico que no se quiebra desde que en 2011 sufriera su última lesión: una fisura en un dedo del pie.

"¿El secreto? Vivirlo con pasión. Hay que hacer mucho trabajo invisible en casa (estiramientos, flexiones...) y aprovechar al máximo los entrenamientos", dice en algunos de los pocos minutos de su vida en los que no está jugando y haciendo más grande al fútbol base.

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