CD El Ejido y Almería B, la cara y la cruz almeriense

El Ejido/Restan tres jornadas para la conclusión de la primera vuelta de la competición, nueve puntos en juego que podrían cambiar por completo la situación clasificatoria del CD El Ejido y de la UD Almería B, los dos representantes almerienses en la categoría de bronce. Por un lado, los celestes, matemáticamente podrían alcanzar los puestos de play off de ascenso, objetivo que se han marcado esta campaña, mientras que los rojiblancos tendrían la opción de empezar la segunda vuelta del curso fuera de los puestos de descenso en los que se encuentran inmersos. Los dos van a tener más que complicado cumplir ambos retos, ya que deberían ganar las tres citas y esperar a que el resto de rivales directos prácticamente ni sumen.

Mientras llega el ecuador de la competición, que ya será en enero, el balance que se puede realizar a falta de dos choques para la conclusión del año favorece más al cuadro del Poniente almeriense que a los capitalinos. En lo que a puntos se refiere, los ejidenses están realizando su mejor primer tramo de campaña desde que milita en Segunda B, ya que suma un punto más (22) que en sus dos campañas anteriores (21) a estas mismas alturas, tras la disputa de 16 jornadas. Además, los de Alberto González se encuentran en mitad de la tabla, en clara línea ascendente pese a su derrota del pasado domingo en casa del UCAM Murcia (3-0), donde fue expulsado Aulestia a los siete minutos, y superando de una forma relativamente cómoda su problema de las numerosas bajas por lesión que está teniendo. Con este panorama, podría decirse que el CD El Ejido está en la buena senda hacia su objetivo.

Y si el equipo ejidense es la cara, el filial de la UDA es la cruz almeriense por el momento en Segunda B. Penúltimo y con 12 puntos, el segundo equipo rojiblanco ha realizado el arranque de campaña más pobre que se le recuerda en la categoría de bronce. Muy lejos quedan de esos 30 puntos sumados ya por estas fechas en la 2012-2012. El equipo que dirige Esteban Navarro, pese a que comenzó ofreciendo muy buenas sensaciones en las primeras jornadas, ha ido de más a menos, perjudicado además por la falta de un campo de entrenamiento fijo e incluso de un escenario de juego asegurado, a lo que se le suma la estancia de algunos de sus jugadores con el primer equipo y la carencia de refuerzos de garantías. Mucho deberán cambiar las cosas en un Almería B, recién ascendido, que, por lo pronto, no tiene opción matemática de llegar al parón navideño en posiciones de permanencia.