Édgar da un paso adelante en la zaga rojiblanca

Almería/En una temporada marcada por la poca fiabilidad defensiva, el Almería logró el pasado domingo la primera portería a cero contra el Real Betis. Un duelo que estuvo condicionado por la expulsión de Héctor Bellerín en el primer tiempo, que provocó que los rojiblancos se centrasen en tareas ofensivas, aunque con poca fortuna.

Quizás incluso el primer día en el que el cuadro indálico echó el telón a su portería quedase en un segundo plano. Sin embargo, una figura se erigió por encima de todas en una actuación sobresaliente desde la zaga: Édgar González. El central catalán vivió su primera gran tarde con la camiseta rojiblanca contra su exequipo.

El defensor fue un muro insuperable, con el peligro que suponía defender a campo abierto durante muchos minutos a futbolistas como Ayoze Pérez, Assane Diao o Ez Abde. Las dos carreras ganadas al canterano bético provocaron la ovación del respetable, con sendas segadas que salvaron lo que hubiesen sido dos ocasiones claras de gol.

Con cuatro despejes, cinco recuperaciones y seis de nueve duelos ganados, el encuentro del zaguero fue bastante destacado a nivel defensivo. Solo contra el Valencia había logrado ganar más duelos (9) y fue el segundo encuentro con más recuperaciones solo por detrás del duelo en el Sánchez Pizjuán (6).

En el lado ofensivo, la exhibición de Édgar es mayor. Con 85 toques de balón, el de Sant Joan Despí completó 66 de 71 pases, con un 93% de acierto. No hacía unos números similares desde la jornada uno de la competición liguera contra el Rayo Vallecano (87 de 93 pases con un 94%).

No obstante, lo más reseñable es lo que hizo con el balón en sus pies. Édgar fue capaz de progresar con el esférico hasta el último tercio rival hasta en tres ocasiones, mientras que en el resto de la temporada solo lo había logrado una vez. Además, completó cinco toques en esta parcela del terreno de juego, casi la mitad que en todo el curso (12).

La confianza que ha adquirido el barcelonés desde la llegada de Gaizka Garitano es notable. A pesar de estar lesionado en los dos primeros encuentros del técnico vasco al frente del equipo, desde que regresó ha disputado todos los minutos en los cuatro compromisos ligueros.

Édgar González ha mejorado progresivamente gracias a un entramado defensivo que está creciendo desde el liderazgo de un jugador que se incorporó a las filas unionistas este verano. Sus primeros pasos fueron caóticos, con errores individuales impropios de un perfil como el suyo en las primeras jornadas.

El cambio del cuerpo técnico, el periodo que estuvo en el dique seco y la mejora colectiva en el apartado físico han sido claves para comenzar a atisbar la mejor versión de Édgar. Solo ha sido un partido, pero las aspiraciones del Almería pasan por un crecimiento de su defensa y, por ende, de una pieza vertebral como Édgar González.