¿Cuáles son los límites del ser humano?
La consulta del especialista
Podemos sobrevivir en circunstancias y ambientes realmente extremos
La máquina humana roza la perfección. Podemos sobrevivir en circunstancias y ambientes realmente complicados y extremos, podemos sobreponernos a las dificultades y resistir hasta límites que son difíciles de explicar. Recientemente y con la desgracia del niño Julen, atrapado en un pozo ilegal durante 10 días, todo el mundo albergaba la esperanza de encontrarlo con vida. Lamentablemente no fue así. Otros casos parecidos de personas atrapadas en lo alto de una montaña o en algún paraje remoto, nos hacen pensar en la resistencia que tiene el ser humano y cómo nos aferramos a la vida, pero no siempre el final es feliz.
¿Cuánto tiempo podemos estar sin comer?
Es una de las preguntas que todo el mundo se hace cuando alguien desaparece tras un imprevisto. ¿Podrá aguantar su organismo hasta que llegue la ayuda? No es fácil dar respuesta al haber muchas variables en juego:
-Uno de los factores que más influyen a la hora de poder estar varios días sin comer es poder beber. Si la persona permanece bien hidratada, el ser humano puede llegar a aguantar entre 35 y 40 días. Ghandi hizo una huelga de hambre con más de 70 años y sólo bebía sorbos de agua. Estuvo 21 días sin ingerir ningún tipo de alimento. Hay estudios de personas que han permanecido sin alimento hasta 40 días.
-Predisposición individual y genética: No todos somos lo mismo y hay personas más eficientes a la hora del ahorro de energía así como de la metabolización del azúcar y las grasas corporales. Todo ello depende de cómo funcione nuestro tiroides y el uso que éste haga del metabolismo de lípidos y carbohidratos. La glandula tiroides se encuentra delante del cuello, justo por debajo del cartílago cricoides en el cuello (nuez). Su tamaño no es importante, lo que sí es todo lo que hace. Es capaz de segregar y producir y almacenar dos hormonas: la tiroxina, también llamada T4 y la tiyodotirorina o T3. El tiroides usa el yodo como combustible para fabricar estas hormonas.
Las dos hormonas tiroideas (T4 y T3) regulan el metabolismo corporal y la función de los órganos. Cada una de las células depende de las hormonas tiroideas para su crecimiento normal y desarrollo, y para regular funciones tales como la producción de energía y calor. La producción y secreción de las hormonas tiroides se encuentra regulada por el cerebro, concretamente en la hipófisis. Cuando detecta un incremento o necesidad de T3 o T4, segrega o inhibe la producción de TSH que es la tercera en discordia, encargada de estimular a las células del tiroides para incrementar la presencia de T3 o T4 en sangre. Las hormonas tiroideas afectan la frecuencia cardíaca, el nivel de colesterol, el peso corporal, el nivel de energía, la fuerza muscular, las condiciones de la piel, la regularidad menstrual, la memoria y muchas otras funciones. Las hormonas tiroideas tienen efectos sobre casi todos los tejidos del organismo y son necesarias para la síntesis de muchas proteínas; de ahí que sean esenciales en los períodos de crecimiento y para la organogénesis (período de desarrollo) del sistema nervioso central. También influyen sobre el metabolismo de los hidratos de carbono y de los lípidos.
¿Cuánto tiempo podemos estar sin beber?
Eso es otra historia bien distinta. El ser humano no está diseñado para resistir sin beber. Nuestro organismo es casi todo agua y no solamente perdemos líquidos al orinar o al sudar. Hay otro factor al que casi no se le presta atención y que se llama perspiratio insensibilis que es la transpiración pero sin sudar; ayuda a mantener regulada la temperatura del cuerpo. Si hay una temperatura ambiental de 27 grados, se pueden perder al día alrededor de 600 cm3 de agua sin darnos ni cuenta. Es por ello que la resistencia del cuerpo humano a la sed depende de las condiciones ambientales donde se desarrolle el problema. A más calor, menos tiempo se podrá aguantar sin beber ya que en ambientes muy calurosos se pueden perder del orden de 1 a 1,5 litros de sudor en pocas horas.
Dicho esto, podemos aguantar sin beber hasta una semana si el ambiente es óptimo pero si hay calor y humedad, la esperanza se reduce hasta 3-4 días como máximo. Una vez que el nivel de deshidratación compromete a más del 10% del total del volumen del agua corporal, es cuando la situación se convierte en crítica. La saliva se espesa, nuestras mucosas se secan, la temperatura corporal aumenta porque no somos capaces de producir sudor para poder enfriar el organismo, se concentra la orina a unos niveles importantes, la tensión arterial desciende pero la frecuencia cardíaca se dispara y las reacciones bioquímicas en las que el agua es parte fundamental como las que se encargan de los nutrientes y la digestión así como del consumo de oxígeno, dejan de producirse. Para terminar, el cerebro es quizás el órgano más sensible y que suele verse más afectado en las deshidrataciones.
Al perder agua, el cerebro parece encogerse y reducir su tamaño, algo que puede afectar a las venas y arterias del mismo, pudiendo provocar lesiones cerebrales. La confusión, fatiga o desorientación son los síntomas principales. En resumen, un fallo generalizado del sistema con resultado fatal si no se pone remedio en breve, una cascada tóxica desde el momento en el que los riñones dejan de filtrar los productos de desecho que pasan a acumularse dentro del cuerpo. Cualquier bebida puede revertir la situación excepto las bebidas alcohólicas. El alcohol en sí mismo incrementará la deshidratación al hacernos perder más agua por la orina al inhibir la hormona ADH que es la que evita la diuresis, es decir,nos hace orinar menos, es por ello por lo que al beber alcohol debemos ir al baño a orinar con una mayor frecuencia.
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