Cuando la música duele
La Consulta del Especialista
Vamos a repasar las lesiones más frecuentes en los músicos en el aparato locomotor
¡Cómo envidio el talento de los músicos! Ser capaces de crear sonidos y transformarlos en arte debe ser una sensación absolutamente mágica, hipnótica. Pero cultivar ese don no está exento de trabajo, de sacrificio y de constancia. Ser músico requiere miles de horas de ensayos sentado delante de un teclado o sujetando un arco y acariciando las cuerdas de un violín o el mástil de una guitarra. Y todo ese trabajo manual, toda esa repetición de gestos y de posiciones en algunos casos antinatura, llevan a la pesadilla que todo músico quiere evitar, una lesión. Más del 90% de las personas que se dedican profesionalmente a tocar tendrán alguna enfermedad profesional; es una cifra realmente alarmante. A continuación, vamos a repasar las lesiones más frecuentes en los músicos en el aparato locomotor; no hablaremos por tanto de las relacionadas con los instrumentos de viento.
TENDINITIS DE LA MANO
Una de las tendinitis típicas que afectan a los músicos es el dedo en resorte, que es un bloqueo o atrapamiento de los tendones flexores de la palma de la mano a nivel de la polea que es el túnel por debajo de la cual, pasan los tendones que cierran el puño. El paciente acude a la consulta refiriendo dolor a nivel de la palma de la mano sobre el pliegue palmar. Se puede palpar un nódulo en dicha localización con o sin dedo bloqueado que se queda como pillado sin poder estirarlo ni doblarlo. En las fases iniciales únicamente el paciente refiere dolor, posteriormente aparece un nódulo en la palma de la mano con bloqueo a la movilización pasiva y después con la activa. A veces la inflamación por el roce entre el tendón y los túneles o vainas de los dedos es tan acentuada que al mover dichos dedos se escucha y somos capaces de notar una crepitación como cuando se pisa nieve.
La tendinitis que afecta al dedo pulgar se llama De Quervain. Es un verdadero conflicto continente-contenido entre los tendones que van por el dorso del dedo gordo: extensor corto y abductor largo del pulgar. Se produce al igual que en la epicondilitis o codo de tenista. El paciente acude a la consulta, refiriendo dolor sobre la base del pulgar y en la muñeca. Aumenta el dolor a la extensión y separación forzada del pulgar. Puede existir deformidad o tumefacción, sobre la zona lateral de la muñeca. La posición flexionada del pulgar a la hora de teclear hace que se provoque el roce de los tendones del dedo gordo y la vaina que los envuelve. El tratamiento inicial consiste en reposo de la mano durante unos días, así como aplicar frío local y tomar antiinflamatorios. Una férula para dormir puede ayudar al mantener la mano en una posición neutra dando reposo a los tendones. De esta manera, el líquido que se ha almacenado entre la vaina y el tendón, mejorando mucho la sintomatología. Si no ceden las molestias, la posibilidad de la cirugía cobra fuerza. Se puede abrir la vaina que envuelve dichos tendones. Lógicamente, es la última opción.
SÍNDROME DEL TUNEL CARPIANO
Es una situación clínica en la que se produce un incremento de presión en un túnel que posee en su interior 9 tendones y uno de los principales nervios de la mano, el nervio mediano, llamándose así porque discurre por el medio de la muñeca. El nervio pasa a través de ese túnel desde la muñeca hacía la mano. En la mayoría de los casos el síndrome de túnel carpiano es de causa desconocida. El incremento de presión en el interior del túnel carpiano, puede ser secundaria a problemas de las estructuras que forman las paredes, el suelo o el techo del túnel. Es un engrosamiento del ligamento anular del carpo que es el techo de dicho túnel. Si el túnel aumenta el grosor ya no hay espacio para los tendones y el nervio que es la estructura más débil y la que sufre las consecuencias de dicho atrapamiento. Otra causa de esta naturaleza es una fractura de los huesos de la mano que conforman las paredes o el suelo del túnel. Suele ser el motivo de atrapamiento en los músicos. Demasiados movimientos repetidos incrementan el grosor del techo del túnel y del tamaño de los tendones. El nervio no tiene espacio y queda comprimido.
Afecta a pacientes entre los 30 y 50 años. Es más frecuente en mujeres, y refieren presentar hormigueos y adormecimiento de los tres primeros dedos de la mano y del borde del 4º. El adormecimiento aparece de forma característica por la noche, despertando a los pacientes. También refieren adormecimiento al peinarse, coger el teléfono, cambiar las marchas del coche. En casos más severos puede aparecer también atrofia de la musculatura de la mano y disminución de fuerza pulgar índice. Hay que saber identificar muy bien de donde viene el dolor ya que, en ocasiones, dicho hormigueo puede nacer de la mano y los dedos, pero el paciente nota que el dolor se le irradia hacia el codo, brazo y cuello.
DOLOR DE ESPALDA
El 60% de la población sufre de cervicalgia en algún momento de su vida. La incidencia de dolor a este nivel puede tener una prevalencia de 83 por cada 100.000 habitantes. No hay patrón de edad pero se estima que el intervalo donde se registra más incidencia de dolor cervical es entre 13 y 90 años, siendo más frecuente en el sexo masculino que en el femenino. En el caso de los músicos se debe a mala higiene postural, sobre todo en los pianistas. El patrón de presentación puede variar pero lo normal es que los pacientes padezcan dolor durante al menos tres meses antes de consultar con el especialista y lo normal es que haya períodos de reagudización o mejoría a lo largo del año. A nivel laboral constituye uno de los caballos de batalla, ya que es un de las causas más frecuentes de incapacidad laboral transitoria.
Cómo prevenir las lesiones
-Calentar antes de tocar y estirar después: Todos los deportistas calientan antes de jugar. Los músicos ejercitan músculos y articulaciones pequeñas que deben ser preparadas para cada sesión de práctica. Calentar y estirar es básico. Tocar pero de manera lenta al inicio de la práctica ayuda.
-Ejercicios de tonificación y relajación: fortalecer músculos y tendones mediante el uso de gomas elásticas es clave. Aumentaremos su resistencia y elasticidad. Hay que realizarlos un par de veces a la semana como mínimo.
-Descansar y evitar fatiga. No superar los 60 minutos seguidos repitiendo los mismos gestos. Paramos y realizamos ejercicios para descargar dedos, antebrazos y columna.
-Realizar alguna actividad intensa a lo largo de la semana en la que podamos descargar adrenalina. Otra opción completamente opuesta es el yoga, pilates o meditación para relajar la tensión.
-Reeducación postural. Evitar sobrecargar las cervicales, dorsales y lumbares.
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